La belleza de la erosión y meteorización en Estados Unidos
Repasamos alguna imágenes espectaculares y bellas que camuflan la dureza y agresividad de la naturaleza.

Una tormenta contribuye a dar forma a las Mussentuchit Badlands de Utah. Aunque en esta zona las lluvias son escasas, a lo largo de los siglos, las precipitaciones y el viento se han turnado para crear los cientos de barrancos, cañadas y coladas de esta escarpada tierra.
Los vientos persistentes en las montañas del Parque Nacional de la Gran Cuenca de Nevada erosionaron el tronco de este viejo pino hasta convertirlo en algo parecido en un par de gafas ladeadas. La Gran Cuenca alberga climas drásticamente variados, desde sus frías y nevadas montañas hasta su seco y caluroso valle desértico.
Los bancos de arena se arremolinan bajo la ensenada de Oregón, en la costa nacional de cabo Hatteras, en los Outer Banks de Carolina del Norte. Las olas impulsadas por los vientos oceánicos pueden hacer que los bancos de arena se desplacen y cambien literalmente cada hora, de modo que las condiciones sean peligrosas para las embarcaciones.
Las fuertes lluvias en el noroeste de Iowa arrastraron el suelo, dejando este cuadro lleno de cicatrices. Este tipo de erosión, denominada erosión en lámina y surco, se produce cuando no hay suficiente vegetación para mantener el suelo en su sitio. Cuando la lluvia cae, forma láminas de agua superficial que transportan el suelo. A medida que se acumula más agua, se forman canales de escorrentía llamadas surcos, que desplazan aún más el suelo.
Los vientos del desierto esculpieron estos suaves remolinos en las colinas de piedra caliza del área de gestión de la Vida Silvestre de Black Gap, en Texas. Esta remota zona de 40 470 hectáreas en el oeste de Texas contiene algunas de las zonas más bajas, secas y calurosas del desierto de Chihuahua.
El glaciar Bernard, en los montes San Elías de Alaska, parece una enorme autopista alpina. Los glaciares son lentos pero muy eficaces en la formación de la tierra, arrastrando todo lo que encuentran a su paso, desde el suelo y las rocas hasta las colinas e incluso las laderas de las montañas.
