
El astillero de Harland and Wolff en Belfast, fue el astillero más grande del mundo. Construido especialmente para fabricar una nueva y épica clase de transatlánticos.
Fotografía de National Geographic Channel Hubo un trabajador de los astilleros de Harland and Wolff que estará siempre vinculado al Titanic, Thomas Andrews.
Andrews era sobrino de uno de los dueños de Harland and Wolf. Consiguió abrise camino trabajando en varios departamentos saboreando el mundo de la construcción. Pronto, Thomas comenzó a ascender con un futuro muy prometedor.
Fotografía de National Geographic Channel En el 100 aniversario del desastre del Titanic, Bob Ballard emprende una misión para salvar al barco antes de que sea demasiado tarde.
Fotografía de National Geographic ChannelCuando encontramos el Titanic no nos habría resultado muy difícil regresar y coger cualquier cosa. Pero tras meditarlo opinamos que no era correcto molestarlo -Bob Ballard.
Fotografía de National Geographic Channel Había dos tipos de personas en mi interior cuando encontramos el Titanic: el profesional, que estaba emocionado y feliz; y luego mi lado humano que sentía justamente lo opuesto que me decía esto no está bien, no deberíamos estar contentos. Bob Ballard.
Fotografía de National Geographic Channel Construyeron el buque de los sueños. Pero el sueño se convirtió en pesadilla y la pesadilla se convirtió en mercancía.
100 años después del hundimiento, un mercado global de objetos del Titanic deja al barco expuesto.
“El Titanic es un museo bajo el mar con las puertas abiertas y sin nadie que lo vigile”, Bob Ballard.
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Fotografía de National Geographic Channel