
Un oso Kermode, también conocido como oso espíritu, trepa por un manzano silvestre para recoger fruta en el bosque del Gran Oso, en la Columbia Británica. Estas inusuales criaturas son sagradas para las Naciones Originarias de Canadá.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic CreativeUn osezno Kermode con su hermano. Durante muchos años, las Naciones Originarias mantuvieron en secreto la existencia de estos osos blancos. Los ancianos temían que, si el mundo sabía que existían, serían perseguidos y asesinados por cazadores de pieles y trofeos.
Fotografía de Ian McAllister, National Geographic CreativeUn oso Kermode devora un pez en un bosque cubierto de musgo. La nación Kitasoo/Xai’Xais ha estado luchando para hacer que los cazadores sean prohibidos en el bosque y en su lugar promocionan el turismo para avistar osos.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic CreativeUna madre de oso gris junto a su osezno en un estuario con marea baja. Los osos grises, negros y Kermode son una gran atracción turística para los visitantes del bosque del Gran Oso.
Fotografía de Ian McAllister, National Geographic CreativeLos osos Kermode solo pueden encontrarse en el remoto archipiélago de la costa central de la Columbia Británica. Una mutación genética en algunos osos negros da lugar al pelaje blanco de los Kermode.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic CreativeUna mutación genética en algunos osos negros da lugar al pelaje blanco de los osos Kermode. Un estudio de 2012 mostró que los visitantes del bosque del Gran Oso gastaban 12 veces más dinero en el avistamiento de osos que en la caza de trofeos.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic CreativeLas manzanas salvajes son uno de los alimentos favoritos de los osos espíritu de la Columbia Británica. La ciudad costera de Klemtu solía tener una tasa de paro del 80 por ciento, pero el ecoturismo para la observación de osos ha contribuido a reducirla hasta el 10 por ciento.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic Creative