
El ámbar que contiene el ave de la era de los dinosaurios había sido parcialmente pulido por el cuerpo, lo que permitió a los investigadores observar el cráneo y la cavidad torácica, y localizar químicamente su tejido blando expuesto.
Fotografía de R.C. Mckellar, Royal Saskatchewan MuseumUn primer plano muestra la cabeza y la cavidad torácica del ave con tejidos blandos y huesos expuestos.
Fotografía de R.C. Mckellar, Royal Saskatchewan MuseumEsta reconstrucción por TAC muestra el esqueleto del ave y los huecos de las plumas de las alas vistos de frente, con el cráneo apuntando hacia arriba.
Fotografía de Ming Bai, Chinese Academy of Sciences CASEl ámbar es fluorescente bajo luz ultravioleta, lo que revela los flujos de resina individuales alrededor del ave atrapada.
Fotografía de R.C. Mckellar, Royal Saskatchewan MuseumUna ilustración muestra a la joven ave del Cretáceo que quedó atrapada en resina de árbol, que finalmente se fosilizaría en ámbar.
Fotografía de Cheung Chung Tat