Los 22 sitios más sagrados de Europa

Skellig Michael y Little Skellig: Los monjes ascetas se retiraron de sus monasterios en algún momento entre los siglos VI y VIII para buscar un mayor vínculo con Dios en estos peñascos inaccesibles que sobresalen en el océano Atlántico, a unos 11 kilómetros de la costa de County Kerry, Irlanda. Aunque los monjes volvieron a tierra firme en el siglo XIII, la isla siguió atrayendo a peregrinos durante siglos. Este lugar está rodeado por uno de los lugares más importantes de Irlanda para las aves marinas reproductoras.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Las piedras de Callanish, cerca de la aldea de Callanish en la Isla de Lewis, en las Hébridas Exteriores de Escocia, fueron un punto de referencia para los rituales de la Edad del Bronce. Un círculo de 13 piedras rodean un monolito de siete toneladas en el centro; una cámara funeraria sobresale con el telón de fondo del lago Roag y las colinas de Great Bernera.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Los monasterios de Meteora, en segundo puesto en importancia tras el monte Athos para los cristianos ortodoxos, fueron fundados por monjes en el siglo XI en unas columnas de arenisca casi inaccesibles en la región central de Grecia. Solo seis de los 24 monasterios originales han sobrevivido, así como la iglesia bizantina de la Virgen María, del siglo IV, una de las más antiguas de Grecia.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
El Monte Saint-Michel, que se eleva drásticamente desde el mar y domina la arena pulida por el retroceso de las mareas, incluye la abadía normanda benedictina de Saint Michel en el pico de una isla rocosa en Normandía, Francia. Las impresionantes vistas y las calles serpenteantes de la ciudad medieval, a cuatro horas en coche desde París, convierten este lugar Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en uno de los más visitados de Francia.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Stonehenge es el círculo de piedra prehistórico más arquitectónicamente sofisticado del mundo. El plano preciso y concéntrico utiliza dos tipos de piedras –la mayor con un peso de más de 40 toneladas– que fueron transportadas a lo largo de 240 kilómetros para crear una obra de arte megalítica. Se recomienda reservar las entradas con antelación.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
La Sacra de San Michele, una antigua abadía construida en el siglo X sobre el monte Pichiriano, ofrece vistas de Turín y el valle de Susa, en la región italiana del Piamonte. La iglesia principal del Sacra, que data del siglo XII, es el lugar de reposo de los miembros de la Casa de Saboya, una de las familias reales más antiguas del mundo.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Los orígenes de las piedras de Ale, un monumento megalítico en Suecia, siguen siendo un misterio. El monumento, se construyó hace unos 1400 años a principios de la Edad del Hierro con 59 bloques de piedra enormes y se dispone entre las colinas de Österlen y el mar Báltico.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
La posición estratégica del castillo de Peyrepertuse, ubicado en un barranco de piedra caliza en los Pirineos franceses, permitió a los cátaros controlar los pasos de montaña y enviar señales de comunicación más al sur, al castillo de Quéribus. Este emplazamiento del siglo XIII celebra un festival de música y arte contemporáneo cada verano.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Quizá Stonehenge sea lo más famoso de Inglaterra, pero Avebury –a solo 40 minutos– ostenta el título del círculo de piedras prehistórico más antiguo del mundo. El círculo, que data del Neolítico, incluye 180 piedras de origen local que forman un anillo exterior y dos círculos interiores más pequeños que encierran parte de la encantadora aldea de Avebury.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
El monte Athos, un centro importante para el cristianismo ortodoxo desde el siglo X, alberga una red de 20 monasterios donde unos 2.000 monjes dedican sus vidas a la oración. Cada día, se permite la entrada de solo una cantidad limitada de hombres —cien ortodoxos y diez no ortodoxos— en este territorio autónomo del nordeste de Grecia. Este lugar Patrimonio de la Humanidad de la Unesco protege raros textos históricos, reliquias sagradas y mosaicos.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
La pequeña isla deshabitada de Gavrinis, el el golfo de Morbihan, alberga el lugar neolítico más impresionante de la Bretaña francesa: una cámara funeraria piramidal con paredes internas cubiertas con un arte hipnótica. Para visitar la isla, que solo es accesible en barco desde Larmor-Baden, se necesita un guía.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
La comuna de Carnac, en la costa de la Bretaña francesa, alberga más de 3.000 menhires del Neolítico. La mayor concentración alberga más de 2.800 piedras dispuestas en hileras que llegan hasta donde alcanza la vista. Estas piedras forman el mayor alineamiento megalítico del mundo.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Agia Anna, fundado en el siglo XVI, es el skete más antiguo y grande del mundo. Se encuentra en el monte Athos y tiene 50 celdas ocupadas por unos 85 monjes. Los peregrinos (hombres) pueden visitarlo o quedarse para rezar y meditar organizándolo de forma anticipada.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Devenish, la más destacada de los muchos asentamientos eclesiásticos isleños que salpican Lough Erne –dos lagos conectados en County Fermanagh, Irlanda del Norte–, se fundó en el siglo VI. En el siglo IX, los vikingos asaltaron el lugar, quemado en el siglo XII antes de prosperar durante la Edad Media como parroquia y priorato. Tras una corta travesía en barco, los visitantes pueden explorar las ruinas de la abadía augustiniana, con esculturas talladas con detalles complejos, y a continuación escalar la torre redonda de 30 metros de alto para disfrutar de vistas panorámicas.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
El castillo de Quéribus, un castillo aislado en el sur de Francia, es conocido como el último bastión de los cátaros, el movimiento cristiano herético que surgió durante los siglos XII y XIII en Europa occidental. Los visitantes pueden conducir casi hasta la cima de este pico en los Pirineos, y seguir a pie durante diez minutos hasta la entrada del castillo.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
St. Michael's Mount, que parece la versión inglesa del monte Saint-Michel, es un castillo en una isla mareal situada en la costa de Cornwall que fue otorgado a la orden religiosa benedictina del monte Saint-Michel en el siglo XI. Los primeros edificios datan del siglo XII. Durante la marea baja, los visitantes pueden atravesar la calzada de adoquines que va desde tierra firme y subirse a una lancha para regresar durante la marea alta.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Mên-an-Tol, que significa "piedra agujereada" en córnico, se encuentra en Cornwall. Consta de cuatro piedras, la más impresionante de ellas una circular y agujereada colocada en vertical, como si fuera una rosquilla de la Edad del Bronce. El agujero mide más de 120 centímetros de diámetro. Algunas teorías relacionan el diseño con la cartografía lunar.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
El castillo de Puilaurens, solo en el monte Ardu, data del año 958 y se cierne sobre la cercana aldea de Lapradelle-Puilaurens y está rodeado por antiguos pinares. El castillo de Puilaurens es uno de los fuertes reales cátaros mejor preservados. Desempeñó un papel importante a la hora de defender la antigua frontera entre Francia y el Reino de Aragón. Los aficionados al senderismo pueden ascender los 650 metros de camino para apreciar la defensa natural de este fuerte montañoso.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Pentre Ifan, el lugar megalítico más popular de Gales, es una cámara funeraria asombrosa con una enorme piedra angular suspendida delicadamente sobre tres piedras verticales, que data aproximadamente del año 3500 a.C.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
La localidad española de Valencia de Alcántara, a solo unos kilómetros de Portugal, contiene restos de poblaciones humanas que se remontan a tiempos prehistóricos, entre ellos la mayor colección de dólmenes de toda la península ibérica. Esta agrupación de monumentos funerarios megalíticos consta de 41 dólmenes de granito y pizarra. En la imagen vemos el dolmen El Caballo.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
Lanyon Quoit, que antaño era lo bastante alto para que pasara por debajo un caballo con su jinete, es el lugar megalítico más reconocible y prominente de Cornwall. La inmensa piedra superior, que pesa más de 13 toneladas, se encontraba originalmente en cuatro piedras verticales hasta que una tormenta eléctrica lo derribó en 1815. El lugar se resucitó nueve años después con dinero recaudado por los lugareños. Aún sigue en pie hoy en día.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux
A lo largo del sendero GR 34 que serpentea por la costa de la Bretaña francesa, un menhir cristianizado dedicado a Saint Uzec se mantiene junto a una capilla homónima. El bloque neolítico del siglo XVII pesa 60 toneladas y posee grabados de la Pasión de Cristo. Su función original todavía se desconoce.
Fotografía de Hartmut Krinitz, laif/Redux