
"Quisiera haber salido a la calle a decirle a todo el mundo que no podemos seguir así", afirma Nerea, de 24 años. "Que debemos cambiar los valores y que, para ello, necesitamos tiempo para parar de verdad y reflexionar. Replantearnos de dónde viene lo que compramos, cómo ha sido producido, qué impacto ecológico tienen nuetras actividades. Estamos en un sistema que mata lo que nos protege y que nos está condenando al colapso climático".
Un ciervo se recupera de un accidente en el Centro de Protección de Flora y Fauna Arrano Etxea, en San Sebastián.
Desde Vitoria, Dylan, de 21 años, es miembro de Extintion Rebelion y de FFF, le gusta hacer estrategias para las próximas reivindicaciones. Desde Vitoria, Dylan, de 21 años, es miembro de Extintion Rebelion y de FFF, le gusta hacer estrategias para las próximas reivindicaciones.
Ellen, de 14 años, comenzó su lucha por el medio ambiente en 2015, cuando se llevó a cabo el Tratado de París. En 2018 fue la representante de su generación durante un congreso sobre el plan para el 2050 en San Sebastián. Desde que comenzó la pandemia, se convirtió en miembro de Fridays for Future Donostia.
Una Haya en la casa de Aiora, en Vergara. Aiora creció en una granja con animales a su alrededor y su activismo gira en torno a la idea de respeto a todos los seres vivos.
“Miro al futuro y pienso, estamos destruyendo el planeta”, afirma Gin, de 21 años. Nos hemos acostumbrado a no cuestionar y actuar por inercia, por imitación, sin ser conscientes del impacto medioambiental y social que generan nuestras acciones. Los tiempos están cambiando. Yo no voy a mirar para otro lado cuando veo a alguien que duerme en la calle".
Lydia, de 20 años, expresa a través de cortos y fotografías la necesidad de acción.
Residuos médicos recogidos del océano por la tripulación del eco-barco MATER alrededor de la Bahía Vizcaína. Sara está preocupada porque los desechos médicos de la pandemia COVID-19, como máscaras y guantes de plástico, se convertirán en un problema de contaminación.
Yago, de 28 años, es miembro del grupo GOAZENUP, una organización que cuida el medio ambiente y las personas necesitadas en Gorliz y Plentzia. Estudia ciencias marinas y su tesis consiste en investigar la toxicidad del grafeno en microalgas.
Alba, de 21 años, posa para un retrato el 7 de julio de 2020 en su casa de Bilbao. Es miembro de Friday's for Future Bilbao y su mayor preocupación sobre la crisis climática son los refugiados climáticos.