De la ciudad a la sabana: 3 formas de experimentar Kenia

Te mostramos los mejores lugares donde sentir la magia de esta impresionante nación de África oriental.

Por Christine Blau
Publicado 7 nov 2017, 13:32 CET
Nairobi
La cosmopolita capital de Kenia, Nairobi, es mucho más que una mera escala hacia un safari.
Fotografía de Jacek Sopotnicki, Getty Images

Sabemos que quieres ir de safari, pero, ¿por qué limitar tu aventura? La salvaje y hermosa Kenia contiene mucha acción: desde la candente vida nocturna de Nairobi hasta los altísimos picos del monte Kenia, pasando por las llanuras doradas de Masái Mara. A continuación, te contamos cómo aprovechar al máximo tu viaje.

Disfruta del lado salvaje de Nairobi

Razones para ir: La capital, un microcosmos de todo lo que ofrece Kenia, es el hogar de más de tres millones de personas que viven de una forma única junto a las llanuras cubiertas de hierba del parque nacional de Nairobi, donde vagan leones, cebras y demás fauna, con vistas a los rascacielos del centro de la ciudad.

Sí, Nairobi parece tenerlo todo: en sus calles resuena una creatividad contagiosa, desde los diseñadores vanguardistas como John Kaveke, que fusionan lo tradicional y lo nuevo en prendas prêt-à-porter hechas a medida, hasta mercados masái rebosantes de artesanía. Por otra parte, cuenta con importantes instituciones culturales como el Museo Nacional de Nairobi, que posee una impresionante colección de fósiles de ancestros humanos que se remontan a millones de años atrás.

Hasta los matatus —minibuses privados— se convierten en lienzos únicos y atrevidos donde se pintan obras de arte en movimiento que atraviesan el infame e intenso tráfico de Nairobi. Por la noche, las personas que acuden a las sofocantes discotecas llenan las aceras del distrito de Westlands.

No te vayas de Nairobi sin visitar a las crías de elefantes huérfanas acogidas en el David Sheldrick Wildlife Trust, ubicado dentro del parque nacional de Nairobi. Los huéspedes del emblemático Fairmont the Norfolk Hotel pueden saltarse las colas contratando un acceso especial durante la hora de la comida, cuando los cuidadores alimentan con enormes biberones a estos mamíferos de gran inteligencia y sensibilidad; sí, la escena es tan adorable como te la imaginas. Si solo ves Nairobi como un trampolín hacia un safari, definitivamente te estás perdiendo una parte esencial de Kenia.

Alojamiento: Duerme con estilo en el céntrico e histórico Fairmont the Norfolk Hotel, un establecimiento escogido por Teddy Roosevelt cuando se fue de safari tras retirarse de la presidencia.  Su distintiva arquitectura Tudor apareció en Memorias de África, con Meryl Streep y Robert Redford, pero algo que te gustará aún más es que el spa ofrece masajes reconstituyentes antes de cenar en el Tatu Restaurant, restaurante galardonado que sirve una cocina americano-keniata preparada de la forma más artística posible.

Un miembro de la tribu masái disfruta de la vista del imponente monte Kenia desde la sombra de una acacia.
Fotografía de John Warburton-lee, Getty Images

Súbete al Ecuador en el monte Kenia

Razones para ir: Algunas personas vienen al monte Kenia para hacer senderismo durante varios días en la segunda montaña más alta de África o para entrenar para el desafiante Kilimanjaro. Los aventureros novatos no tienen por qué desanimarse, ya que la zona que rodea este pico nevado ofrece numerosas actividades.

Alojamiento: El Fairmont Mount Kenya Safari Club puede presumir de vistas panorámicas de la montaña desde su piscina, además de toda una gama de actividades que se adaptarán prácticamente a cualquier preferencia. Este hotel, atravesado por el ecuador, insta a relajarse paseando por el campo de golf, explorando el laberinto de setos, recibiendo tratamientos de spa o dando largas caminatas alrededor de la propiedad con los embajadores caninos residentes, Tusker y Grammy. A las familias les encantará la ceremonia ecuatorial y el paseo a caballo a través del Lewa Wildlife Conservancy, que rodea el hotel y es el hogar del bongo de montaña. O lo que es mejor: el Fairmont organiza un paseo a caballo por el bosque a primera hora de la mañana, donde podrás disfrutar de un romántico desayuno en el que se sirven huevos y champán.

Vivir unos días en este hotel es una oportunidad para relajarte, pero si prefieres acción, dirígete al cercano Nanyuki para pasear frente a la histórica estación de tren de la ciudad, el bullicioso mercado y toda una selección de restaurantes de nyoma choma (barbacoa keniata). Más allá se encuentra el Ol Pejeta Conservancy, hogar de los últimos tres rinocerontes blancos del norte del planeta.

Los majestuosos ñus cruzan el río Mara en su migración anual, enfrentándose a los cocodrilos que acechan bajo la superficie.
Fotografía de Federico Veronesi, Minden Pictures

Presencia migraciones animales en Masái Mara

Razones para ir: Si quieres un safari clásico por Kenia, no busques más: lo encontrarás en las praderas abiertas y onduladas de Masái Mara, la joya de la corona del país, que se extiende desde el Serengueti, en Tanzania. La migración anual de ñus —hasta 1,5 millones de ñus y otros animales veranean en los pastos más verdes de Kenia y regresan al sur durante el invierno— es sin duda la mejor época del año para acudir y contemplar una escena épica. Cuando veas a las manadas cruzando el río, creerás que estás dentro de uno de los documentales de National Geographic. Pero si no llegas a tiempo, no temas, los cinco grandes de África (elefante, león, leopardo, búfalo y rinoceronte) viven aquí durante todo el año.

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Alojamiento: El Fairmont Masai Mara cuenta con 50 tiendas de lujo rodeadas en tres de sus lados por el río Mara, rebosante de hipopótamos y cocodrilos. Durante el check-in se recuerda a los huéspedes que no deben dejar comida alrededor de las tiendas que puedan robar los descarados monos (sí, consiguen abrir cremalleras) y los hipopótamos resoplan y chapotean día y noche, algo que sirve como música de fondo.

Deja que el hotel se encargue de todo: visitas a las cercanas aldeas masái, cócteles al atardecer en el bosque o una hoguera crepitante antes de cenar al fresco en una estructura tradicional denominada boma, con vistas al río. La mejor parte de este lugar son los paseos en coche por la zona con los experimentados guías del hotel, durante los que podrás observar hipopótamos antes del amanecer o silenciosas manadas de leones holgazaneando bajo las acacias. No hay lugar mejor para presenciar los espectáculos más impresionantes de la naturaleza.

Galería relacionada: Tiernas fotografías del Santuario de Elefantes de Reteti, en Kenia

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