Ibiza más allá de las discotecas: 10 experiencias que no te puedes perder

De arquitectura medieval a mercados hippies, esta célebre isla española está plagada de aventuras sorprendentes.

Por Starlight Williams
Publicado 20 ago 2019, 13:58 CEST
Cala Tarida
Unos acantilados asombrosos enmarcan las aguas turquesas de Cala Tarida, en la costa oeste de Ibiza.
Fotografía de Gonzalo Azumendi, Redux

Pese a su reputación como destino europeo definitivo para guiris y juerguistas, Ibiza —la tercera isla balear más grande— ofrece mucho más que fiesta. Con una historia documentada que se remonta hasta los tiempos de los fenicios en el 654 a.C., la isla ha sido declarada lugar Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por su cultura y su biodiversidad y sigue siendo un bastión de playas y pinares idílicos e hitos arquitectónicos.

A continuación, te proponemos diez experiencias en Ibiza más allá de la pista de baile.

Para el aventurero

Los viajeros más atrevidos que buscan aventuras en el agua pueden probar el flyboard, el parasailing y montar en moto acuática, pero nada supera saltar de un acantilado para zambullirse en las aguas cristalinas de la isla. Las calas de la costa oeste, como Cala Tarida y Cala Bassa, son lugares de buceo muy populares. Cuando quieras descansar de tanta actividad, relájate en las playas de arenas blancas con un merecido cóctel.

Consejo: Rockid Ibiza Outdoor organiza excursiones por la isla para los amantes de la adrenalina, como salto de acantilados con instructores.

Desde 2002, Es Vedrà, Es Vedranell i els illots de Ponent son una reserva natural protegida.
Fotografía de Xavier Fores, Alamy Stock Photo

Para el deportista

Escala el pico más alto de Ibiza, Sa Talaia, para disfrutar de vistas de casas ibicencas tradicionales, pinares exuberantes y panorámicas de la bahía de Sant Antoni. Empieza la subida a la cima —unos 8,8 kilómetros ida y vuelta — unas horas antes del anochecer para observar cómo el cielo se convierte en un caleidoscopio de violetas, rosas y amarillos cuando el sol se hunde en el horizonte.

Consejo: Antes de empezar la caminata, desvíate por la calle Sa Talaia para visitar el Centro de Cultura Can Jeroni, donde se exponen cuadros, esculturas y fotografías regionales.

Para el explorador

La aislada playa Atlantis, un paisaje místico de paredes asimétricas, grabados intrigantes y estanques naturales de agua marina, es una cantera de piedra del siglo XVI transformada en un lugar de exploración durante el movimiento hippie de los años 60. De la cantera, conocida oficialmente como Sa Pedrera de Cala D’Hort, se extrajeron las piedras para construir estructuras ibicencas como la ciudad amurallada de Dalt Vila y el Castell de Eivissa. Allí se puede bucear con flora y fauna autóctonas y disfrutar de vistas ininterrumpidas de Es Vedrà, un islote de piedra caliza que sobresale del mar.

Consejo: El camino hasta la ciudad perdida exige perseverancia. Desde la playa de Cala d’Hort, toma la carretera desde Cala d’Hort a Torre des Savinar hasta llegar a un aparcamiento. A partir de ahí, camina por el terreno accidentado hasta llegar a Atlantis.

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    En Dalt Vila, la ciudad vieja de Ibiza, las calles adoquinadas están llenas de tiendas elegantes y objetos artesanales.
    Fotografía de Michele Falzone, Getty Images

    Para el historiador

    Dalt Vila, el recinto amurallado de la ciudad de Ibiza, mezcla arquitectura morisca y medieval y es un laberinto de calles adoquinadas y estrechas que ofrecen un panorama histórico. Llega hasta el Castell de Eivissa, ubicado en el pico más alto de Dalt Vila. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y erigido a lo largo de mil años, incluye la residencia del antiguo gobernador, barracones militares y una torre de guardia.

    Consejo: Visita la ciudad durante la segunda semana de mayo para asistir al Festival Medieval, en el que los acróbatas hacen trucos asombrosos en las murallas del castillo ante multitudes vestidas con trajes medievales.

    Para las familias

    Si viajas con niños, no puedes perderte el Aquarium Cap Blanc, ubicado en una caverna subterránea que originalmente servía como vivero de langostas exportadas a Barcelona y otras ciudades de la región. En la actualidad, la cueva alberga a criaturas marinas mediterráneas, como estrellas de mar y doncellas. Como el agua de este lugar es de muy alta calidad gracias a las mareas, es posible que aparezcan tortugas marinas, cuidadas por la iniciativa del Centro de Recuperación de Especies Marinas.

    Consejo: Lleva la merienda y dirígete a Caló el Moro, una playita donde los niños pueden chapotear en aguas poco profundas y construir castillos de arena.

    Para el espiritual

    El carácter despreocupado de la isla atrae a yoguis y gurús del bienestar que buscan descansar y conectar con la naturaleza. Ya practiques solo en la playa o asistas a un retiro de fin de semana, estás en el lugar adecuado para encontrar la felicidad absoluta.

    Consejo: Varios estudios de yoga celebran retiros centrados en la práctica de ejercicios diarios, talleres, formación para profesores y terapias de revitalización, entre ellos Ibiza Retreats, con viajes solo para mujeres, o Wild Soul Retreat, que combina el yoga y las excursiones de aventura por la isla.

    Para el comidista

    Saborea el toque ibicenco en los platos españoles como la zarzuela de mariscos o la fideuá. El vino ibicenco, que posee influencia fenicia, griega y romana, emplea uvas Monastrell, Garnacha y Malvasia para producir el sabor idóneo para el paladar mediterráneo de la isla. Acaba las comidas con un chupito de hierbas ibicencas, un licor anisado hecho con extractos de hierbas silvestres.

    Consejo: Tras explorar las calles medievales de la ciudad de Ibiza, reponte con cocina mediterránea e ibicenca en el Restaurante Arrocería Es Arcs o cata vinos en Can Rich de Buscatell, en Sant Antoni de Portmany.

    Para el melómano

    Siente la arena bajo los pies en una de las muchas playas de la isla, como Benirrás, a diez minutos en coche de San Miguel. De junio a principios de octubre, no te pierdas la tradición local de la fiesta de los tambores de los domingos.

    Consejo: Las carreteras que llevan hasta la playa se cierran después de las cuatro de la tarde durante la temporada de tambores, así que deja el coche y coge un bus desde el aparcamiento de Sa Plana.

    El mercadillo nocturno de Las Dalias alberga más de cien puestos con artesanía local.
    Fotografía de Gonzalo Azumendi, Alamy Stock Photo

    Para el fashionista

    Los mercados hippies enseguida pasaron a formar parte de la cultura ibicenca cuando los artistas y los diseñadores acudieron en bandada a la isla durante los años 60. Si quieres llevarte un recuerdo único, busca las joyas artesanales, la ropa y las telas exóticas en el Hippy Market Punta Arabí o en el Mercadillo Hippy de Las Dalias.

    Consejo: Durante el verano, Las Dalias celebra un mercadillo nocturno para artesanos selectos.

    Para el instagrammer

    Aunque técnicamente no forma parte de Ibiza, la cercana Formentera —la isla balear más pequeña— es demasiado bonita como para dejar pasar la oportunidad de visitarla. Esta isla es un refugio con playas preciosas y despejadas. Puedes visitarla en una excursión de un día, ya que el viaje en ferri solo dura 35 minutos.

    Consejo: Acude a la punta más oriental de la isla para encontrar el escenario fotográfico perfecto, con amplias vistas del mar, acantilados enormes y el Faro de la Mola, el más alto y antiguo de la isla.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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