¿Sabías que podrías ser más rápido que un tiranosaurio?
Fans de Parque Jurásico, lo sentimos: las simulaciones más punteras sugieren que el poderoso dinosaurio solo era capaz de trotar a ritmo lento.
Contradiciendo la creencia popular, el rey lagarto no estaba hecho para la velocidad. En su lugar, el poderoso Tyrannosaurus rex solo era capaz de trotar de forma vigorosa, según sugiere un nuevo modelo por ordenador.
La velocidad máxima de los T. rex ha sido durante años un tema de debate entre los paleontólogos. Previamente, las mejores estimaciones indicaban que el enorme lagarto podía correr a entre 17 y 53 kilómetros por hora.
Esto significa que, en una carrera hipotética entre una persona y el emblemático dinosaurio, cabía la posibilidad de que un tiranosaurio superase al humano más rápido del mundo, que alcanza los 43 kilómetros por hora.
Ahora, el paleontólogo William Sellers de la Universidad de Manchester y sus colegas han calculado nuevas cifras empleando información aún más completa.
Según sus resultados, publicados esta semana en la revista PeerJ, la cifra inferior de la estimación es más precisa: el tiranosaurio probablemente solo podía alcanzar los 19 kilómetros por hora. Si hubiera corrido más rápido, se habría destrozado los huesos.
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Lento pero a buen ritmo
Hace décadas, los paleontólogos señalaban partes individuales del esqueleto del tiranosaurio y decían que probaban que este era o bien lento, o bien rápido. Por ejemplo, al comparar superficialmente las extremidades de un tiranosaurio con las de un avestruz, era lógico afirmar que el dinosaurio de 12 metros de largo podría haber sido rápido.
Sin embargo, con la aparición de modelos biomecánicos más complejos, los científicos pueden acercarse más a la respuesta.
«Necesitas unir todas las partes para obtener una imagen completa. Mirando solamente la morfología no consigues nada», afirma John Hutchinson, experto en biomecánica evolutiva en el Royal Veterinary College en Londres que no ha participado en el estudio.
Uno de los factores a tener en cuenta en este modelo es el estrés sobre los huesos. Un hueso solo puede soportar una presión limitada al correr antes de romperse. Sellers y su equipo desarrollaron su nuevo modelo empleando el peso corporal total de un tiranosaurio —en torno a siete toneladas— junto con las propiedades mecánicas del hueso.
Es un enfoque ligeramente diferente que ha sido utilizado en el pasado, según dice Hutchinson.
«Este estudio usa la hipótesis de que a una velocidad máxima, los músculos no eran el factor limitante», explica. «A la velocidad máxima previa que se propuso, el tiranosaurio se habría roto los huesos del pie, según este modelo».
Como Seller afirma en el estudio, el tiranosaurio no era uno de los dinosaurios más atléticos en el entorno del Cretácico, lo que no supone una gran sorpresa para la mayoría de paleontólogos.
«La imagen del tiranosaurio que aparece en las películas es errónea», afirma Stephen Brusatte, paleontólogo en la Universidad de Edimburgo que no participó en el estudio. «Los paleontólogos sabían esto desde hace una década, y este nuevo trabajo lo demuestra proporcionando estudios con los modelos por ordenador más sofisticados hasta la fecha».
Pese a todo, la gente se toma muy en serio cualquier descenso de categoría de un «dinosaurio famoso» como el tiranosaurio, según señala Hutchinson. «Tiene que ser rápido o no sería tan molón. La gente tiene un vínculo emocional con él».
Brusatte está de acuerdo, y añade que este estudio arrojará más dudas sobre los momentos cinematográficos favoritos de los amantes de los dinosaurios.
«No hay forma de que un tiranosaurio hubiera perseguido un Jeep en Parque Jurásico si el vehículo iba a velocidades de autopista», dice él. «Quizá si estuviera en primera, pero incluso eso es un gran interrogante».
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