De qué están hechas las astas de los alces

Los alces macho —los cérvidos más grandes del mundo— se esfuerzan mucho para seducir a las hembras y su cornamenta juega un papel esencial

Por Liz Langley
Publicado 22 ene 2018, 15:37 CET, Actualizado 9 ene 2023, 15:49 CET
Un alce macho
Un alce macho emerge entre los arbustos durante el periodo de celo otoñal en la tundra de Alaska.
Fotografía de John Eastcott and Yva Momatiuk, Nat Geo Image Collection

Para los humanos pronto llegará la limpieza de primavera, pero los alces limpian su casa en invierno deshaciéndose de sus astas.

Una forma rápida de adelgazar

Las vacas, las ovejas y las cabras mantienen y desarrollan sus cuernos, que están hechos de hueso y queratina.

Pero a los miembros de la familia de los cérvidos —incluido su miembro de mayor tamaño, el alce— se les caen las astas, que no están completamente fusionadas con su cráneo. Solo los alces macho tienen astas y su crecimiento está regulado por la testosterona, según explica en un email Kris Hundertmark, ecólogo de vida silvestre en la Universidad de Alaska Fairbanks.

Los alces son la especie de cérvido más grande del mundo: los machos pueden llegar a medir más de 1,80 metros por encima de los hombros y pesar hasta 815 kilos, con una cornamenta que alcanza los 36 kilos, lo que les permite almacenar más energía para el invierno según explica Lee Kantar, biólogo especialista en alces del Departamento de Pesca Continental y Vida Silvestre en Maine. Los alces son originarios de los climas fríos del norte de Norteamérica, Europa y Asia.

A los alces «les gusta golpearse con las astas para luchar por una posición dominante», pero como no son armas, los animales pueden permitirse deshacerse de ellas tras la época de apareamiento, según Kantar.

Sin embargo, durante la época de apareamiento las astas pueden ser atractivas.

«El que tenga el mayor par de astas y pueda exhibirlas ante novias potenciales será el individuo afortunado que termine apareándose», afirma Vince Crichton, biólogo jubilado y experto en alces.

Cómo se hacen las astas

Cada primavera, normalmente en abril, el hueso del asta empieza a crecer dentro de una cubierta de piel nutritiva en la cabeza del alce, denominada terciopelo debido a su pelo corto y suave.

Las astas son «uno de los tejidos animales que crecen más rápidamente», añade Kantar, y Crichton ha observado un crecimiento de hasta 20 centímetros en el transcurso de 9 días.

A medida que la testosterona aumenta en los alces macho, en torno a septiembre, el terciopelo se cae (puedes verlo en este vídeo) y el hueso de las astas se endurece. A medida que los machos envejecen, sus astas crecen cada año.

Si castran a un macho o sus testículos no descienden antes de que las astas se endurezcan, el terciopelo se quedará y las astas podrían crecer «en formas raras», señala Hundertmark.

Un aroma atractivo

El terciopelo permanece sobre las astas durante más de cuatro meses, cuando los machos empiezan a frotarse contra árboles y arbustos para deshacerse de él, una conducta que hace que sus astas adopten un color marrón.

Entre finales de septiembre y principios de octubre, los machos cavan un hoyo en el que orinan y, a continuación, salpican orina sobre sus astas, un olor que hace que las hembras ovulen.

La caída de las astas suele tener lugar a principios de diciembre. Unas células denominadas osteoclastos descomponen las células óseas que unen el asta al cráneo, mientras que los osteoblastos empiezan a formarlas en primavera.

Los machos alcanzan la flor de la vida en torno a los 10 años, y después el tamaño del asta empieza a reducirse, según Crichton.

más popular

    ver más
    Un hombre rescata a un alce que estaba enganchado en un columpio
    Leif Gisslén estaba paseando en la isla Vindö, en el archipiélago sueco de Estocolmo, la mañana del 6 de diciembre cuando vio que un alce tenía problemas. Según el medio The Local, Gisslén vio que el alce estaba alterado, pero no sabía por qué. Cuando se acercó, vio que el enorme animal —según Gisslén, de más de 200 kilos y con dos años de edad— estaba enredado en un columpio. Temía que el alce no fuera capaz de liberarse y que se hiciera daño, así que le dijo: "Ahora mismo voy a ayudarte". Gisslén volvió con una sierra y tardó unos 20 minutos en liberar al alce. Gisslén contó a The Local que espera que el vídeo persuada a la gente para que quite los columpios cuando no estén en casa.

    más popular

      ver más
      loading

      Descubre Nat Geo

      • Animales
      • Medio ambiente
      • Historia
      • Ciencia
      • Viajes y aventuras
      • Fotografía
      • Espacio

      Sobre nosotros

      Suscripción

      • Revista NatGeo
      • Revista NatGeo Kids
      • Disney+

      Síguenos

      Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2024 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved