El coronavirus está acabando con la industria de visones holandesa

Los Países Bajos, uno de los principales exportadores de visones, ha sacrificado a más de 500.000 animales este mes para detener la propagación de enfermedades.

Por Dina Fine Maron
Publicado 25 jun 2020, 11:08 CEST
Visón americano

Desde abril, se ha detectado el coronavirus en visones americanos (como el de la foto) en 17 granjas de los Países Bajos, lo que ha llevado al sacrificio de más de 500.000 animales.

Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Uno de los principales productores de visones del mundo va a cerrar su industria debido a la COVID-19. Dos hallazgos —el aumento de las tasas de contagio entre los visones de las granjas holandesas y el descubrimiento de que los animales podrían haber transmitido el virus a dos empleados de las granjas— han obligado a los Países Bajos a acelerar sus planes para acabar con su industria de crianza de visones en 2024. El martes, el Parlamento votó a favor del cese inmediato de la cría de visones y las compensaciones a los granjeros.

No se han determinado el calendario para el cierre ni las cantidades con las que se compensará a los productores, pero los grupos de defensa del bienestar de los animales esperan que se produzca para finales de año. Los sacrificios ya han empezado. Desde el 5 de junio, se han sacrificado casi 600 000 de los 800 000 visones de los Países Bajos —asfixiados con monóxido de carbono— para controlar la propagación del virus, según Fur Europe, un grupo de la industria con sede en Bruselas que representa a los granjeros y los fabricantes.

Los Países Bajos son el cuarto mayor productor de piel de visón por detrás de China, Dinamarca y Polonia, según Humane Society International. En 2013, ante las inquietudes por el bienestar de los animales, se votó a favor de cerrar más de cien granjas que sustentan la industria de piel de visón del país, con un valor de 100 millones de dólares, pero se concedió un plazo de cese de actividad que se extiende hasta el 1 de enero de 2024.

Normalmente, los animales de estas granjas se crían en pequeñas jaulas de alambre, a menudo con varios animales apilados. Los grupos de defensa del bienestar de los animales y el medioambiente llevan años denunciando una industria que consideran inhumana. Muchos se oponen a las pieles por razones morales o éticas y sostienen que son un lujo, no una necesidad, para la mayoría de la gente.

Desde el año 2000, al menos ocho países europeos han prohibido las granjas de peletería. Ahora, los problemas de salud pública han proporcionado a los críticos un nuevo motivo para oponerse a la industria.

«Se trata de un gran avance. El asesinato de animales por su piel en los Países Bajos por fin va a llegar a su fin. Además de ser moralmente censurables, las granjas de visones son insostenibles porque suponen una amenaza para la salud pública», declaró la política holandesa Esther Ouwehand en un comunicado sobre la votación parlamentaria.

Coronavirus en granjas de peletería

El coronavirus se detectó por primera vez en dos granjas de visones de los Países Bajos en abril; más adelante, los test del gobierno revelaron que el virus estaba presente en al menos otras 15 granjas holandesas. La investigación subsiguiente del gobierno sugería que las granjas de visones eran el primer sitio detectado donde se daban posibles casos de contagio del coronavirus de animales a humanos.

La semana pasada, Dinamarca —donde se detectaron infecciones de coronavirus en dos granjas de visones— anunció que sacrificará a 11 000 animales en una granja afectada y que tomará muestras de más de cien. El país tiene aproximadamente 19 millones de visones en 1500 granjas. A diferencia de los Países Bajos, Dinamarca no ha aprobado legislación destinada al cierre del enorme sector de los visones, pero sí comenzó a eliminar gradualmente el mercado de piel de zorro en 2009 (con el fin de eliminarlo por completo para 2023).

Ningún otro país productor de visones ha anunciado que pretenda sacrificar visones ni reducir la crianza. Mick Madsen, director de comunicaciones de Fur Europe, dice que no le preocupa el futuro de la industria de los visones y resta importancia al papel de los visones en la transmisión del coronavirus. «Puede verse que las medidas de bioseguridad [de otros países] funcionan. Las granjas de visones no son responsables de propagar el coronavirus. Es la gente la que extiende el virus», afirma.

La supresión progresiva de las pieles

Conforme a la Constitución holandesa, para que una propuesta se convierta en ley debe aprobarse en el Parlamento y ser firmada por el rey y el ministro o secretario de estado pertinente. Si se aprueba la decisión parlamentaria, algo que según Humane Society International parece probable, las autoridades procederán con los detalles, como el plazo de los cierres y la compensación para los dueños de las granjas de visones.

Madsen señala que «no creemos que esto pueda convertirse en ley sin el acuerdo de los peleteros», y eso dependerá de la cantidad que les ofrezcan como compensación.

Proporcionar una compensación a los productores afectados por la pandemia se ha convertido en un tema de controversia política, porque los Países Bajos ya planeaban eliminar la industria para 2024 sin compensación. Dar dinero de los contribuyentes a una industria que muchos políticos consideran poco ética ha dado pie a un acalorado debate en el Parlamento holandés.

Muchos países europeos han puesto fin a sus industrias de granjas peleteras en los últimos años, normalmente ante el temor por el bienestar de los animales. Austria, Bélgica, Luxemburgo, Eslovenia, Croacia, la República Checa, Eslovaquia y el Reino Unido han prohibido las granjas peleteras, e Irlanda está en proceso de aprobar una prohibición de la producción de pieles. También se han introducido propuestas legislativas para poner fin a las granjas peleteras en Bulgaria y Lituania.

Por su parte, aunque Alemania no ha promulgado la prohibición de las granjas peleteras, sí ha introducido condiciones restrictivas para garantizar el bienestar de los animales que han hecho la industria económicamente inviable, según PJ Smith, director de política de moda de Humane Society International. Todas las granjas peleteras restantes del país se vieron obligadas a cerrar el año pasado.

Smith apunta que la oposición a las granjas peleteras no se limita a la UE. «Más allá de las fronteras de la UE, Noruega, Serbia, la República de Macedonia y Bosnia y Herzegovina también han prohibido la producción de pieles». Y con el cierre del sector de visones holandés, habrá cuatro millones de pieles menos en el mercado.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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