La extraña historia de Hvaldimir, la "ballena espía rusa"

Cuatro años después de aparecer por primera vez en aguas noruegas con un arnés de cámara, la beluga sigue en movimiento y puede estar en peligro.

Por Erin Blakemore
Publicado 20 jun 2023, 12:50 CEST
Hvaldimir, la ballena rusa

Hvaldimir tenía unos 5 años cuando apareció en aguas noruegas en 2019 con un arnés de cámara de fabricación rusa. El apodo de la beluga es una combinación de la palabra noruega para ballena y el nombre de pila de Vladimir Putin.

Fotografía de Rich German

Cuando una beluga ahora apodada Hvaldimir salió a la superficie en aguas noruegas en 2019, saltó a los titulares por su posible profesión de espía rusa. Después de todo, era claramente mansa... y llevaba un arnés de cámara fabricado en la ciudad natal de Vladímir Putin, San Petersburgo.

Ahora, tras años de apariciones amistosas en las aguas que rodean el norte de Noruega, la presunta ballena ex espía vuelve a estar en movimiento. He aquí por qué los conservacionistas dicen que es una mala noticia y por qué la beluga con un don para aparecer en los titulares sigue estando en peligro.

Así es Hvaldimir

El pescador Joar Hesten vio a la beluga intentando liberarse de algún tipo de artilugio en las aguas de Hammerfest, en el extremo norte de Noruega, en abril de 2019. Ese artilugio resultó ser un arnés de cámara con las palabras "Equipo San Petersburgo", lo que desató especulaciones de que la beluga había sido entrenada para realizar trabajos de espionaje para Rusia.

Ese detalle (y el hecho de que la ballena parecía decidida a interactuar con los humanos) acaparó titulares internacionales, y pronto la beluga de unos 9 años fue apodada "Hvaldimir", un apodo mezcla de la palabra noruega para "ballena" y el nombre de pila del presidente ruso. Hvaldimir no solo parecía reacia a adentrarse en aguas menos pobladas, sino que hizo gala de lo que parecía ser un entrenamiento exhaustivo: chocó con barcos, interactuó con pescadores de salmón e incluso robó (y devolvió) GoPros perdidas.

Hvaldimir busca activamente la compañía humana, un comportamiento inusual que puede haber aprendido en un programa de entrenamiento militar.

Fotografía de Rich German

¿Una historia de espías?

Aunque nadie puede confirmar si Hvaldimir fue entrenada realmente como espía, no sería algo sin precedentes. Los espías no humanos y los ayudantes de reconocimiento como perros y cuervos tienen una larga historia en la guerra, y la Guerra Fría dio lugar a multitud de programas de espionaje dependientes de animales, como una empresa de entrenamiento de delfines de la época de la Guerra Fría que se sospechaba que tenía una contrapartida soviética, según Smithsonian.

La Marina estadounidense sigue entrenando a delfines mulares y leones marinos de California para detectar minas, recuperar objetos y, en palabras del sitio web de la Marina, "detectar y rastrear objetivos submarinos, incluso en aguas oscuras o turbias". Al parecer, el programa también ha entrenado a belugas.

Se sospecha ampliamente que Hvaldimir fue entrenada por los rusos para algún tipo de trabajo de espionaje o reconocimiento. En 2019, el periodista noruego Thomas Nilsen especuló que la beluga probablemente escapó de un corral en el que estaba siendo entrenada para reconocimiento por la marina rusa, señalando fotos de Google Earth que parecían mostrar corrales de belugas en las aguas del noroeste de Rusia. Hvaldimir también podría haberse colado en aguas noruegas en un submarino u otro buque, sugirió Nilsen, señalando que la historia de la ballena podría algún día "convertirse en un guión decente para una película de Hollywood".

Aunque se desconoce la misión que tuvo Hvaldimir en su día, el peligro que corre su vida hoy es real, afirma Rich German, presidente de OneWhale. Esta organización sin ánimo de lucro, creada en respuesta a la difícil situación de la ballena, lleva cuatro años siguiéndole la pista.

Aunque OneWhale ha documentado las entrañables interacciones de Hvaldimir con la gente, también ha visto indicios del peligro que corre la ahora famosa ballena domesticada en aguas frecuentadas por humanos: heridas por colisiones con embarcaciones, daños en la boca por anzuelos y otras interacciones con simpatizantes que podrían poner en peligro su vida.

Otra señal preocupante es el "logging" (o quedarse como un tronco), un comportamiento en el que la ballena se queda quieta como un tronco en la superficie del agua. Se sabe que Hvaldimir permanece inmóvil durante horas, lo que podría ser una estrategia para afrontar su soledad. Las belugas suelen vivir y moverse en manadas, lo que les da fama de ser uno de los animales más sociables. Pero Hvaldimir sólo interactúa con humanos, lo que le hace peligrosamente dependiente de nuestras acciones.

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    Hvaldimir ha sido vista haciendo logging (o simplemente reposando quieta como un tronco) bajo un catamarán en una piscifactoría de salmón noruega durante horas seguidas. Este comportamiento, en el que la ballena permanece inmóvil justo en la superficie, puede ser una estrategia de adaptación a la existencia solitaria de este animal social.

    Fotografía de Rich German

    Unos movimientos preocupantes

    Tras años merodeando por Hammerfest, una de las ciudades más septentrionales del mundo, Hvaldimir vuelve a estar en movimiento. Tras dirigirse al sur, a las concurridas aguas de Oslo, lo que llevó a las autoridades a advertir a los noruegos de que no entraran en contacto con el animal, siguió adentrándose en territorio sueco.

    "Siguió adelante", dice German.

    No está claro por qué Hvaldimir se ha desviado tanto hacia el sur ni por qué ha dado media vuelta y ha vuelto a aguas noruegas. Podría estar buscando pareja o simplemente más comida. En cualquier caso, se enfrenta a un mayor peligro a medida que avanza. Hvaldimir se encuentra ahora en aguas donde abunda menos el salmón y corre el riesgo de ser atacada por las embarcaciones e incluso de morir de hambre si sigue nadando lejos del suministro de alimentos al que se ha acostumbrado. Por ello, OneWhale colabora con Suecia y Noruega en la vigilancia de la ballena. El objetivo es devolver a Hvaldimir a mares más seguros y llenos de peces, y protegerla mientras lleva a cabo su impredecible misión.

    Hvaldimir causa estragos en una piscifactoría de salmón. Sus seguidores humanos esperan poder trasladarlo a un fiordo lleno de peces para su rehabilitación.

    Fotografía de Rich German

    Parte de ese objetivo es crear una reserva de ballenas única en un fiordo de Hammerfest, donde Hvaldimir podría ser rehabilitada junto con otras ballenas que estuvieron en cautividad. "Tenemos todas las piezas en su sitio", dice German.

    ¿Terminará la desconocida misión de espionaje de Hvaldimir con su jubilación en un fiordo lleno de peces? Sólo el tiempo lo dirá. Pero mientras tanto, German señala que la historia de la beluga tiene mucho que enseñar sobre la inhumanidad de los conflictos y la importancia de la conservación.

    "Los océanos son enormes y vastos, pero Hvaldimir tiene un rostro y un nombre", afirma. "Esto ha ido más allá de la historia de una ballena y se ha convertido en una historia de compasión humana".

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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