Avistado en EE. UU. un extrañísimo tejón pálido con eritrismo

Un tejón norteamericano de California se hizo viral por su sorprendente aspecto pálido. Nuevas fotos podrían revelar qué hay realmente detrás de su singular coloración.

Por Kiley Price
Publicado 13 feb 2024, 14:31 CET
Insólito tejón con marcas rojizas en lugar de negras

Avistado en la costa nacional californiana de Point Reyes, este insólito animal tiene marcas rojizas en lugar de negras.

Fotografía de Vishal Subramanyan

En noviembre, un excursionista recorría la costa de Point Reyes National Seashore, en California (Estados Unidos), cuando se topó con un espectáculo insólito: un tejón fantasma que avanzaba por el sendero.

Las fotos del pálido carnívoro acapararon los titulares de San Francisco, y la mayoría de los informes sugerían que el tejón norteamericano probablemente padecía leucismo, una anomalía caracterizada por la pérdida parcial de pigmentación.

Desde entonces, un fotógrafo conservacionista local se ha propuesto captar más imágenes del animal, y sus fotos recientes indican que su singular pelaje podría tener otra explicación.

Vishal Subramanyan, estudiante de la Universidad de California, declaró en una entrevista a National Geographic: "Les dije a mis padres y a mis amigos: 'Voy a encontrar este tejón'". El aspecto del tejón "era definitivamente de coloración anormal, pero no me pareció leucismo".

Tras pasar varios días arrodillado en la hierba de Point Reyes, Subramanyan consiguió por fin fotos nítidas del tejón, que mostraban que el color de su pelaje tenía un matiz rojizo que no era tan evidente en fotos anteriores.

Según Ted Stankowch, catedrático de Ecología Evolutiva de la Universidad Estatal de California, este patrón sugiere que el animal (cuyo sexo se desconoce) es probablemente eritrístico, una afección que hace que el pelaje de los mamíferos parezca blanco con tonos oxidados.

"Es una mutación súper rara", dice Stankowich, que ha estudiado los mustélidos, un grupo que incluye tejones, visones y comadrejas; "nunca he visto un tejón con ese aspecto".

Los expertos sólo han registrado otros dos casos de eritrismo en tejones norteamericanos, carnívoros excavadores que se encuentran en praderas del oeste y centro de EE. UU., Canadá y el norte de México. Hasta ahora, el eritrismo se ha identificado en docenas de especies, como mantarrayas de arrecife, leopardos y turones europeos.

El eritrismo está causado probablemente por una mutación genética recesiva que desencadena una mayor producción de pigmentación roja en zonas del pelaje o la piel que suelen ser negras, como las rayas faciales del tejón. También hay indicios de que la dieta de un animal puede desencadenar la enfermedad en algunas especies, como las oropéndolas de Baltimore.

Un tejón norteamericano típico es más oscuro en general, con rayas blancas y negras que se extienden desde la punta de la nariz hasta la espalda.

"Las marcas faciales suelen indicar ferocidad, o se dan en animales que excavan y lo primero que sale de la madriguera es la cara", explica.

Según Stankowich, el hecho de que el tejón descubierto recientemente carezca de esas marcas negras y blancas en la cara podría aumentar el riesgo de depredación.

Sin embargo, estas especies son agresivas, sisean y gruñen cuando se ven acorraladas. Si los depredadores, como los búhos cornudos, consiguen atrapar uno, el pelaje grueso y suelto del tejón hará que sea difícil retenerlo durante mucho tiempo.

Y los tejones ladran tanto como muerden, con dientes afilados y fuertes mandíbulas que utilizan para capturar presas como perros de las praderas y ratones. Incluso se ha documentado que cazan junto a coyotes, lo que beneficia a ambas especies para capturar presas.

Aunque el aspecto rojizo de este tejón eritrísitico puede no tener un gran impacto en su capacidad para disuadir a un depredador, sí podría afectar a sus probabilidades de encontrar pareja, dice Stankowich.

Durante la época de apareamiento, en verano y principios de otoño, los tejones macho buscan varias hembras en sus territorios.

Los machos "no son necesariamente territoriales, aunque a menudo tienen áreas de distribución que se solapan, mientras que las hembras no. El apareamiento, que yo sepa, se produce en la superficie", dice Jessie Quinn, que ha estudiado a los tejones y ahora trabaja para la consultora Ascent Environmental.

Sin embargo, los científicos aún no están seguros de hasta qué punto entra en juego la apariencia durante el cortejo.

"Habría que meterse en la cabeza de un tejón para entender lo que entra en juego a la hora de elegir pareja", afirma Stankowich.

Por desgracia, puede que no conozcamos el destino de este animal, dice Subramanyan.

"He pasado más horas de las que puedo contar ahí fuera", dice, y "nunca he vuelto a ver [al tejón]".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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