Los gorgojos de hocico recto presentan una de las mayores diferencias de tamaño corporal de la ...

Este insecto puede llegar a ser 26 veces más grande que su ejemplar más pequeño

Te presentamos al gorgojo de hocico recto, un insecto inusual de la selva tropical. Su disparidad de tamaño no se observa en ningún mamífero ni ave.

Los gorgojos de hocico recto presentan una de las mayores diferencias de tamaño corporal de la Tierra.

Fotografía de Miles Zheng
Por Jason Bittel
Publicado 21 jun 2024, 11:02 CEST

Cuando cae una higuera en la selva panameña, un ejército de insectos de formas extrañas desata una guerra.

Conocidos como gorgojos de hocico recto, estos escarabajos tienen una cabeza en forma de lanza de caballero que es usada por los machos para tirarse unos a otros de los troncos mientras luchan por las hembras.

"El árbol libera volátiles y los escarabajos del bosque literalmente emergen de la madera y vuelan hacia ese árbol, porque es un lugar donde pueden poner sus huevos", explica Ummat Somjee, bióloga evolutiva de la Universidad de Texas (Estados Unidos) e investigadora asociada del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Una vez que un macho conquista a una hembra, se aparean, y entonces él pone la cara sobre el cuerpo de ella para protegerla de la persecución de otros machos mientras ella hace un agujero en el árbol y pone dentro sus huevos fecundados.

Los gorgojos de hocico recto ya son de por sí impresionantes, pero tienen otra gran distinción: poseen una de las mayores gamas de tamaños corporales de la Tierra. Sólo el gorgojo jirafa, pariente cercano, tiene una disparidad mayor.

Cuando Somjee y sus colegas recogieron gorgojos de hocico recto y los midieron, descubrieron que "el individuo más pequeño puede ser unas 26 veces más pequeño en masa que el más grande", afirma.

Como referencia, cuando los científicos analizaron 11 órdenes de otros insectos, la variación de tamaño más típica entre adultos era de unas tres veces. Incluso cuando ampliaron su búsqueda a vertebrados como mamíferos y aves, ninguna variación dentro de una misma especie se acercó lo más mínimo, según un estudio publicado el 20 de junio en la revista Evolution.

Dos grandes machos se pelean por una hembra, que está utilizando su lanza para perforar la madera y poner sus huevos. Un macho pequeño se esconde debajo de ella.

Fotografía de Ummat Somjee

Una "zona de guerra" a tamaño pequeño

La mayor parte de esta variación se debe al tamaño de sus lanzas: los machos más grandes llevan armas que pueden suponer hasta el 69% de la longitud de su cuerpo.

"Ves a estos grandes machos caminando por ahí, es casi incómodo", dice Somjee, que dirigió la investigación; "les cuesta mucho pasar por encima de las cosas". 

Asegura que sería como si un boxeador tuviera un puño más de la mitad de grande que su cuerpo.

Y en un mundo lleno de gigantes en miniatura, podría pensarse que sólo los machos más grandes se reproducen con éxito con las hembras. Pero no es así.

Sorprendentemente, los machos diminutos a veces se aparean con hembras gigantes, y los machos grandes a veces con hembras diminutas, afirma Somjee.

De hecho, Somjee describió una escena en la que un macho muy grande colocó su cabeza sobre el cuerpo de una hembra con la que acababa de aparearse. Pero entonces, un macho mucho más pequeño se acercó sigilosamente y apareció para aparearse con la hembra antes de que el macho más grande supiera lo que estaba pasando. Una vez que el macho más grande se dio cuenta, mandó al pequeño a volar con un movimiento de su lanza.  

Intrigados, los científicos descubrieron que los machos más pequeños disponen de otro tipo de arma: unos testículos mucho más grandes que, según sospechan, les permiten transferir más esperma que los machos más grandes.

Esta hipercompetitividad se debe probablemente a la escasez de árboles caídos.

"Un árbol no cae muy a menudo, y cuando lo hace, hay escarabajos en los alrededores que buscan una oportunidad para explotar ese recurso", dice Somjee, que señala que puede haber unos 400 escarabajos por metro cuadrado.

"Pueden alcanzar densidades muy, muy extremas. Y es una zona de guerra".

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    Un gráfico muestra las diferencias de tamaño entre machos y hembras. A diferencia de otras especies de insectos, las hembras también llevan un casco que utilizan para luchar contra otras hembras.

    Fotografía de Peter Marting

    Las hembras también luchan

    Mientras que los machos de muchas especies son los que lucen los sombreros más extravagantes, en los gorgojos de hocico recto las hembras también van armadas.

    Incluso cuando los machos luchan por el acceso a las hembras, éstas se baten en duelo por los lugares más preciados para la puesta de huevos, explica Somjee. Y al igual que los machos, las hembras pueden variar de tamaño hasta 22 veces entre las más diminutas y las más gargantuescas.

    Una vez que la hembra encuentra un buen lugar, utiliza su arma para perforar la corteza, lo que significa que es útil en dos situaciones.

    "Hablamos de las armas de los machos y de lo locas y grandes que son, y eso es definitivamente algo que se entiende mejor cuando se trata de selección sexual", dice Nicole López, bióloga evolutiva y candidata al doctorado en la Universidad de Montana; "así que estoy muy contenta de que hayan incluido a las hembras".

    López, que no participó en la investigación, dice que el nuevo estudio ofrece una nueva visión de cómo la evolución puede llevar las armas de los animales a extremos.

    "Ha habido muchos trabajos que analizan las compensaciones y limitaciones del desarrollo", dice López; "pero poder observarlo dentro de una especie, de forma natural, es algo único".

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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