Elefante africano

Por Redacción National Geographic
Elefante
Unos 30.000 elefantes mueren a manos de cazadores furtivos por su marfil cada año, por eso muchas personas se sorprenden al enterarse de que es legal exportar y vender la piel de un elefante.
Fotografía de Beverly Joubert, National Geographic Creative

5 de septiembre de 2010. Actualizado el 25 de noviembre de 2021. 

Los elefantes africanos son los animales terrestres más grandes de la Tierra. Superan ligeramente en tamaño a sus primos asiáticos, y se les puede reconocer por sus enormes orejas, que tienen una forma parecida a la del continente africano, mientras las orejas de los elefantes asiáticos son redondas y más pequeñas.

Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces el calor africano es demasiado para ellos. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima. Después suelen cubrirse la piel con una capa protectora de polvo.

La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz que sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes africanos tienen dos protuberancias parecidas a dedos en el extremo de la trompa que les permiten agarrar objetos pequeños. Los elefantes asiáticos solo tienen una.

Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día. Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.

Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario. Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.

Dos especies de elefante africano, ambas en peligro 

Un estudio de una de las principales organizaciones de conservación descubrió el pasado marzo de 2021 que el elefante de sabana y el elefante de bosque son dos especies diferentes de elefante africano, y ambas corren un grave peligro. El elefante de sabana es algo más grande, sus colmillos  tienen forma curva y recorre las llanuras abiertas del África subsahariana. El elefante de bosque, algo más oscuro, más pequeño y de colmillos rectos, vive en los bosques de África Central y Occidental.

Territorio del elefante africano

Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los elefantes de sabana se encuentran en peligro de extinción y los elefantes de bosque, en peligro crítico de extinción. La causa es el tráfico ilegal del marfil de sus colmillos, por el que muchos elefantes son abatidos. 

Tanto los machos como las hembras tienen colmillos, con los que cavan en busca de agua y comida, y también los usan para arrancar la corteza de los árboles. Los machos usan los colmillos para luchar entre sí, pero el marfil también ha atraído una violencia mucho más peligrosa.

Los elefantes evolucionan para perder los colmillos

En el año 2018 un estudio realizado en Mozambique descubrió que la amenaza de la caza furtiva ha provocado que los elefantes evolucionen para nacer sin colmillos. "Las cifras más recientes sugieren que en torno a un tercio de las hembras más jóvenes —la generación nacida tras el final de la guerra en 1992— nunca ha desarrollado colmillos. Normalmente, la falta de colmillos ocurriría solo en entre el dos y el cuatro por ciento de los elefantes africanos hembra", cita Dina Cine Maron en este artículo de National Geographic.

Elefante africano al lado de un humano

"Según Joyce Poole, experta en el comportamiento de los elefantes y exploradora de National Geographic que estudia los paquidermos del parque, hace décadas vivían en Gorongosa unos 4.000 elefantes. Sin embargo, dichas cifras se han desplomado a los tres dígitos tras la guerra civil. Una nueva investigación no publicada que ella misma ha recopilado indica que, de las 200 hembras adultas conocidas, el 51 por ciento de las que sobrevivieron a la guerra —animales de más de 25 años— carecen de colmillos. Y el 32 por ciento de los elefantes hembra nacidos desde la guerra no tienen colmillos".

Desde el análisis realizado en 2008, África también ha sufrido una crisis de caza furtiva. En 2016, un informe de la revista PeerJ afirmó que las poblaciones de elefantes de sabana disminuyeron un 30 por ciento en 18 países africanos entre 2007 y 2014. Un informe de 2013 en PLOS ONE desveló que las poblaciones de elefantes de bosque se habían desplomado un 62 por ciento en menos de una década.

La caza furtiva alcanzó un máximo en el año 2011 y, desde entonces, ha disminuido sobre todo en lugares de África Oriental. Sin embargo, no solo  persiste, sino que está empeorando en otras regiones, sobre todo en África Central y Occidental. Por su parte, el hábitat de los elefantes sigue degradándose o desapareciendo debido a la actividad humana.

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