Las cinco especies más amenazadas del planeta

Por Redacción National Geographic
Un pangolín bebé de tripa blanca se acopla a su madre para dar un paseo en la Pangolin Conservation, una organización sin ánimo de lucro en San Agustín, Florida. Esta foto se publicó en abril de 2016 en www.nationalgeographic.com.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

7 de junio de 2016

Todos los 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, y este año el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha puesto de relieve la preocupante situación de numerosas especies por causa del comercio ilegal de fauna y flora salvajes a nivel mundial.

Con el objetivo de concienciar a la población y a los gobiernos, el PNUMA, en colaboración con la INTERPOL, ha publicado un informe sobre delincuencia medioambiental que ha hecho saltar las alarmas debido a los preocupantes datos que revela acerca de estas prácticas tan perjudiciales para la conservación del planeta.

La amenaza más destacable del informe es el tráfico de vida salvaje y de productos procedentes de animales o plantas. Este comercio ilegal genera entre 7.000 y 23.000 millones de dólares anuales, según estimaciones del propio informe. Y no solo eso: para los gobiernos supone unas pérdidas anuales de entre 9.000 y 26.000 millones de dólares en ingresos fiscales.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) también ha destacado este grave problema, con la elaboración de un estudio en el que figuran diversas especies con las que se trafica a nivel mundial. Se destaca en este trabajo el papel que juega la corrupción de los gobiernos en toda este entramado criminal de tráfico de especies protegidas.

Pero dejemos a un lado cuestiones económicas y políticas. ¿Cuál es el coste para la fauna y la flora salvajes? ¿Qué especies se encuentran en mayor riesgo de extinguirse debido a estas crueles prácticas? A continuación, ofrecemos una lista de cinco de los animales que más sufren las consecuencias del tráfico ilegal de vida salvaje a día de hoy.

1. Los pangolines

Este pequeño mamífero lleno de escamas es la mayor víctima de este tráfico de fauna salvaje, principalmente en Asia y en África. En estos dos continentes se encuentran ocho especies diferentes –cuatro en cada uno–, dos de ellas clasificadas como especímenes “en grave peligro de extinción” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

El pangolín, también llamado oso hormiguero con escamas debido a su dieta, es conocido por su “armadura protectora”, ya que se envuelve sobre sí mismo formando una bola cuando se siente amenazado. ¿Pero qué tiene de especial este animal para que sea el objetivo de la caza y el comercio? La respuesta: sus escamas y su carne.

La cobertura escamosa de este animal se destina principalmente a la medicina tradicional china, en tratamientos contra diversas enfermedades como el asma, el reuma o la artritis. Respecto a la carne, esta se considera una delicatesen en varios países asiáticos y se vende a precio de oro en mercados de lujo ilegales

Resulta difícil establecer estimaciones concretas de la población mundial de pangolines, pero según el informe de PNUMA, más de un millón de ejemplares han muerto a manos de cazadores en la última década, quienes principalmente los comercializan en los mercados de China y Vietnam. 

2. Los elefantes 

De un diminuto mamífero que no excede los 30 kilogramos de peso a uno que alcanza las 8 toneladas: el elefante.  

El paquidermo africano, el mayor mamífero terrestre que existe, está clasificado por la UICN como “vulnerable” debido al alarmante descenso del número de ejemplares en los últimos 40 años. De hecho, en el último censo realizado en 2013 se registró una pronunciada caída en la población de elefantes: quedan solamente 470.000 de los 1,3 millones que poblaban África en 1972. El estudio estima, por ejemplo, que solo en Tanzania 3.000 elefantes mueren al año a manos de cazadores furtivos.

Esta práctica se encuentra vinculada al comercio de un material de sobra conocido: el marfil. Según el estudio, la demanda de marfil se ha incrementado durante las últimas décadas, lo que supone una grave amenaza para estos animales, que diariamente corren el riesgo morir a manos de codiciosos cazadores que buscan abastecer el mercado. 

Pero ese no es el único problema: según WWF (World Wildlife Fund), la expansión demográfica de los humanos está dejando sin espacio a estos grandes mamíferos, que necesitan grandes superficies para vivir.

Respecto a la otra especie de elefantes, los asiáticos –considerablemente más pequeños que sus parientes africanos–, se estima que solo quedan unos 40.000 en todo el planeta. Aunque no se ven tan amenazados por el comercio de marfil –que afecta principalmente a los elefantes asiáticos macho, ya que las hembras de esta especie no desarrollan colmillos–, también se encuentran en grave peligro por comercio ilegal de su piel o bien porque son capturados para uso doméstico, según WWF. 

3. Los rinocerontes

Existen cinco especies de rinoceronte, dos en África –rinoceronte blanco y rinoceronte negro– y tres en Asia –rinocerontes de Java, de Sumatra y de la India–. Todas ellas figuran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, siendo las especies de Java, de Sumatra y el rinoceronte negro las más amenazadas

Respecto a los rinocerontes africanos, habitan principalmente en el sur del continente, con un gran número de ejemplares en Sudáfrica. Fue en esta región donde, debido a la caza furtiva, la población de rinocerontes negros descendió en 1.175 ejemplares en 2015, según el informe de la PNUMA. Se calcula que, si esta actividad ilegal continúa, este año el país africano volverá a perder más de 1.000 ejemplares

Los datos que revela el informe son extremadamente preocupantes: el 70% de los rinocerontes africanos son rinocerontes blancos, ya que la caza de rinocerontes negros ha ido en aumento desde 1960 –cuando existían aproximadamente 100.000– y actualmente se estima que solo quedan unos 5.000 ejemplares.

En igual peligro se encuentran las especies asiáticas, víctimas de la caza furtiva destinada al comercio de los cuernos de rinoceronte. De hecho, el número de ejemplares de Java y de Sumatra es incluso más alarmante: 63 y 100 rinocerontes respectivamente en 2015.

Los países que demandan los cuernos de estos animales son sobre todo China y Vietnam, donde ya desde hace décadas se utilizan en la medicina tradicional, por sus dudosas propiedades curativas contra el cáncer o enfermedades cerebrovasculares. Un informe de la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) afirma que los precios de este supuesto remedio rondan los 10.000 dólares por kilogramo

4. Los gorilas

El hábitat de estos grandes simios que presentan rasgos cercanos a los humanos se encuentra en la República Democrática del Congo. Allí, su población se encuentra en declive, y podrían llegar a desaparecer en ciertas partes del país, según concluye un informe de 2013 de las Naciones Unidas y GRASP (Great Apes Survival Partnership). 

Conocemos dos especies diferentes de gorilas: los occidentales y los orientales. Dentro de esta clasificación, los especímenes que presentan una menor población son los gorilas occidentales del río Cross, con menos de 300 ejemplares, y los gorilas orientales de las tierras bajas, con unos 5.000 ejemplares. Ambos tipos se clasifican como especies “en peligro” o “en grave peligro” de extinción en la Lista Roja de la UICN.

Estos grandes mamíferos son capturados vivos para su venta con el fin de mantenerlos en cautividad, o bien se les mata para consumir su carne. Por desgracia, destacan entre otros grandes simios –como el orangután, también afectado por el tráfico ilegal– por su vulnerabilidad una vez capturados. Gran parte de estos animales acaban muriendo al ser transportados, sometidos a una gran cantidad de estrés o víctimas de enfermedades. Su destino suele ser Oriente Medio, donde en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Líbano, son comprados para mostrarlos como piezas de exhibición en jardines y zoológicos privados. En Asia destaca China, donde son exhibidos en zoológicos públicos.

En el informe anteriormente citado se explica que, pese a la falta de datos, se ha podido establecer que entre 2005 y 2011 unos 1.400 gorilas murieron por causa de la caza furtiva

5. Las tortugas marinas

Por último, otros de los animales afectados son las tortugas marinas, que se encuentran repartidas en diferentes lugares en todo el planeta debido a su faceta migratoria. Existen siete especies diferentes, cinco de las cuales se encuentran clasificadas en la Lista Roja de la UICN como especies “en grave peligro” o “en peligro”

Estos animales son especialmente vulnerables a la actividad humana, siendo la captura accidental en redes de pesca y el comercio ilegal las principales causas de mortalidad. Según el informe de la UNODC, la caza furtiva de tortugas marinas es extremadamente preocupante en Asia oriental, especialmente en aguas de Indonesia, Malasia y las Filipinas.

Estos animales se destinan principalmente al sector alimentario de lujo, por sus huevos y su carne. También existe un incremento en el tráfico de tortugas para su utilización en elementos decorativos, a partir de sus caparazones

Si se tiene en cuenta el hecho de que gran parte de las crías de tortuga no consiguen alcanzar la edad adulta, resulta obvio que la presión añadida del tráfico de animales salvajes y las capturas ilegales no son en absoluto beneficiosos para la supervivencia de estos reptiles.

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