¿Por qué Puerto Rico se ve afectado por tantos terremotos?

Una serie de seísmos ha sacudido la isla durante más de una semana. Es posible que haya más en el horizonte.

Por Maya Wei-Haas
Publicado 8 ene 2020, 13:42 CET
Puerto Rico
El 6 de enero, un terremoto de magnitud 5,8 sacudió Puerto Rico y dañó estructuras como esta casa. La mañana siguiente, la región registró un terremoto de magnitud 6,4. Aunque Puerto Rico no es ajeno a los temblores, los seísmos más recientes forman parte de una serie que está afectando a las comunidades que aún luchan por reconstruirse tras los devastadores huracanes.
Fotografía de Ricardo Arduengo, AFP, via Getty Image

En las horas previas al amanecer del 7 de enero, los residentes de la isla de Puerto Rico se despertaron sobresaltados cuando un terremoto de magnitud 6,4 sacudió la región. Aunque en Puerto Rico los terremotos no son inesperados, este temblor es el más intenso de una serie de seísmos que ha estremecido en la isla durante más de una semana, y es probable que aún no haya terminado.

El día anterior, se produjo un terremoto de magnitud 5,8 en la costa sudoeste de Puerto Rico y desde el 28 de diciembre han ocurrido más de 400 terremotos de magnitud 2 o superior en esta zona. Es probable que se sintieran decenas en tierra, ya que muchos fueron relativamente poco profundos, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).

Los fenómenos han causado estragos en una comunidad que aún está recuperándose de la devastación provocada por los huracanes María e Irma. El último par de terremotos provocó el derrumbe de varias casas, corrimientos de tierras y el desplome del arco de roca natural Punta Ventana y dejó sin electricidad algunas regiones. Hasta ahora, se ha documentado al menos una víctima mortal

«Estas personas han sufrido mucho. Los edificios están dañados, la gente tiene miedo, claro, porque aún siguen. Llevan sintiendo terremotos durante días», afirma Wendy Bohon, geóloga experta en terremotos de las Instituciones Incorporadas de Investigación Sismológica (IRIS, por sus siglas en inglés).

Es más, es probable que las réplicas sigan estremeciendo la región y los investigadores están estudiando los fenómenos más recientes para comprender qué podría ocurrir en el futuro.

«Hay mucha tectónica compleja ocurriendo en un área muy pequeña», afirma Bohon.

Una batalla tectónica

Puerto Rico tiene un largo historial de terremotos. Se encuentra en el borde de la placa tectónica del Caribe, que colisiona con la placa norteamericana. Estas fronteras tectónicas albergan la gran mayoría de los seísmos del planeta.

«La isla entera es una frontera activa entre las placas, como California; los terremotos son una apuesta segura en estas zonas», escribe por email Susan Hough, del USGS. Pero la geología de Puerto Rico entraña más complejidad que la mayoría, ya que la isla está siendo aplastada en una batalla tectónica.

Bajo la costa septentrional de la isla, la placa norteamericana se hunde bajo la placa del Caribe en una zona de subducción. Al mismo tiempo, una sección de la placa del Caribe parece hundirse al sur de la isla en la fosa de Muertos, comprimiendo Puerto Rico entre ellas, según el USGS. La consecuencia son terremotos, muchos terremotos.

Terremotos 101

Elizabeth Vanacore, sismóloga de la Red Sísmica de Puerto Rico (PRSN, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, explica que la isla es muy susceptible a los denominados enjambres sísmicos, una serie de fenómenos de más o menos la misma magnitud. Según ella, la causa es una cuestión científica abierta.

Algunos enjambres parecen seguir tendencias direccionales y zonas de estrés específicas. Un estudio de 2013 sugiere que algunos enjambres al norte de la isla podrían ser la consecuencia de un desgarro que atraviesa la placa norteamericana, que está hundiéndose. Sin embargo, es probable que estos fenómenos tengan varias causas.

¿Habrá más?

Vanacore afirma que esta última serie de seísmos, con un temblor grande rodeado de un séquito de temblores preliminares y réplicas, parece más una secuencia de terremotos tradicional que un enjambre. Mientras los expertos siguen desentrañando los detalles del fenómeno más reciente, Vanacore afirma que hay algo seguro: «Habrá más terremotos».

El USGS estima que existe una probabilidad de un 90 por ciento de que se produzca otro terremoto de magnitud 5 o superior esta semana. Las probabilidades de uno de magnitud 6 o superior son del 22 por ciento. Los investigadores aún están trabajando para interpretar los últimos fenómenos y cambiarán sus previsiones conforme obtengan más información.

Vanacore indica que muchos de los seísmos parecen remontarse a la falla de Punta Montalva del sudoeste de Puerto Rico, aunque los geólogos aún tienen que estudiarlos más para confirmarlo. Las fallas de esta región son las más activas de la isla y, aunque la falla de Punta Montalva ha permanecido en silencio en las últimas décadas —desde que comenzaron los registros instrumentales—, se trata de un mero parpadeo en la escala temporal geológica, según Vanacore.

«Cuando hablamos de tiempo geológico, nos referimos a millones y miles de millones de años», afirma. Vanacore indica que la próxima meta será averiguar con qué frecuencia puede darse este tipo de actividad en la falla de Punta Montalva.

Entre tanto, Vanacore recomienda informarse sobre los seísmos actuales en fuentes fiables, como el USGS o la PRSN. Si es posible, los lugareños también pueden tomar medidas para ponerse fuera de peligro en el futuro próximo.

«Deben quedarse en lugares seguros, lejos de tendidos eléctricos, árboles o laderas, de cualquier cosa que pueda caer y lastimarles», afirma Bohon. «Y sean conscientes de que se producirán más temblores».

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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