Con 45 500 años, esta imagen de un cerdo es la pintura rupestre figurativa más antigua del mundo

La imagen de un cerdo verrugoso se suma a la gran cantidad de pinturas rupestres halladas en Indonesia.

Por Maya Wei-Haas
Publicado 14 ene 2021, 15:04 CET
Pintura rupestre de un cerdo verrugoso

La gran criatura porcina de la pintura rupestre podría reflejar una presa de caza importante para el antiguo artista.

Fotografía de Maxime Aubert

Hace unos 45 000 años, en la isla indonesia de Célebes, los antiguos humanos se adentraron en una cueva y dibujaron la forma redondeada de un cerdo autóctono, incluyendo su espalda de pelo erizado y las verrugas de la cara. Ahora, los arqueólogos creen que este puerco corpulento es el dibujo más antiguo de una criatura descubierto en todo el mundo.

En un estudio publicado esta semana en Science Advances, una imagen del dibujo muestra al animal observando aparentemente la pelea entre otros dos cerdos. Cerca del lomo del cerdo están los contornos de dos manos humanas y una franja de pelo hirsuto en el centro de la mezcla podría sugerir la presencia de una cuarta criatura.

La pintura, creada con trazos de ocre rojo en las paredes interiores de la cueva, fue descubierta en diciembre de 2017 por el arqueólogo local Basran Burhan, que actualmente es estudiante de doctorado en la Universidad Griffith de Australia. Burhan dirigió un pequeño equipo que registró las cuevas de Célebes Meridional en busca de rastros de actividad humana antigua cuando descubrió la imagen del cerdo en una cueva conocida como Leang Tedongnge.

Según Adam Brumm, autor principal del nuevo estudio y arqueólogo de la Universidad Griffith de Australia, la pintura del cerdo antiguo podría representar el trofeo de una cacería importante.

«Son cerdos muy, muy, pequeños, pero estos artistas antiguos los retrataron con una gordura espléndida, que imagino que tenía que ver con su interés por matar a los cerdos más grandes y gordos que pudieran encontrar, ya que daban la mayor cantidad de carne y proteínas», afirma.

Aunque la imagen es la pintura rupestre figurativa más antigua del mundo, no es necesariamente la obra de arte más antigua. «Depende de la definición de “arte” que utilices», afirma Maxime Aubert, coautor del estudio y arqueólogo de la Universidad Griffith. Recientemente se han identificado algunos ejemplos de creatividad muy antiguos, como un garabato de Sudáfrica parecido a una almohadilla que tiene 73 000 años de antigüedad y que algunos consideran el dibujo más antiguo conocido.

Pero las nuevas pinturas se suman a una tradición cada vez más rica de arte rupestre hallado por toda Indonesia. Solo en Célebes, los científicos han identificado pinturas en unas 300 cuevas en los últimos 70 años. Esto incluye la siguiente pintura rupestre figurativa más antigua: una viñeta de al menos 44 000 años que representa la emoción de una cacería antigua en la que de dos a cuatro figuras humanoides persiguen cerdos y parientes diminutos del búfalo de agua.

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    El arte rupestre podría representar una escena en la que interactúan varios cerdos. Con todo, la erosión ha borrado la mayor parte de los cuerpos de dos —o posiblemente tres— de las criaturas, por lo que es difícil determinar qué representaba exactamente la imagen original.

    Fotografía de AA Oktaviana

    Aubert señala que el conjunto de descubrimientos en Indonesia ha empezado a cambiar la comprensión científica de cuándo, dónde y cómo saltaron las primeras chispas de la creatividad humana, alejándose de la «visión eurocentrista del mundo» de que las pinturas sofisticadas solo comenzaron cuando los humanos llegaron a Europa.

    Los primeros destellos de arte

    Para determinar cuándo se creó la pintura del cerdo, un equipo internacional de investigadores recurrió al uranio radiactivo, que se forma de manera natural en la piedra caliza. A medida que el agua se filtra por la cueva, disuelve trocitos de caliza y su uranio, depositándolos en finas capas en las paredes de la cueva. Como el uranio se degrada en torio a un ritmo conocido, los científicos pueden estimar la antigüedad mínima del arte analizando las cantidades relativas de los dos elementos.

    Los investigadores utilizaron un pequeño cincel para eliminar un cúmulo nudoso de minerales depositados en la pata trasera de la figura de un cerdo más completa para la datación uranio-torio, y los resultados indicaron que la pintura tenía al menos 45 500 años. También es posible que las pinturas sean aún más antiguas, ya que este método solo data los depósitos minerales encima de la obra y no la pintura en sí.

    Sin la datación del resto de los elementos de la escena, los autores aún no pueden confirmar si todo el mural se realizó al mismo tiempo. Uno de los cerdos parciales tiene dos pigmentos de colores diferentes, que según los autores podría reflejar varios periodos de creación.

    El coautor del estudio Adhi Agus Oktaviana, investigador del Pusat Penelitian Arkeologi Nasional en Yakarta, Indonesia, dice que ahora siente más respeto por los artistas antiguos, ya que trazó digitalmente las fotografías de las figuras para el estudio.

    Leang Tedongnge, la cueva donde se halló la pintura de un cerdo más antigua, se encuentra al borde de un exuberante valle rodeado de barrancos imponentes.

    Fotografía de AA Oktaviana

    Los científicos descubrieron la obra de arte en la pared trasera de la cueva, bastante elevada respecto al suelo.

    Fotografía de AA Oktaviana

    «Me parece increíble. Creo que sabían exactamente cómo utilizar las herramientas para dibujar, cómo gestionar la composición para los paneles», afirma Oktaviana, que también es estudiante de doctorado en la Universidad Griffith.

    Estos primeros destellos de arte reflejan un cambio fundamental en la forma en que nuestros antepasados se relacionaban con su entorno y el paisaje que los rodeaba, señala April Nowell, arqueóloga del Paleolítico en la Universidad de Victoria, en la Columbia Británica, que no formó parte del equipo de estudio. «Están imbuyendo su lugar de significado, tal vez de una dimensión simbólica», afirma.

    El nuevo estudio de Science Advances también documenta la antigüedad de otra pintura de un cerdo en una cueva cercana —Leang Balangajia 1— descubierta por el equipo en una expedición de 2018 y que data de hace al menos 32 000 años. Y la antigüedad de la actividad humana en la isla de Célebes se había confirmado mediante la presencia de herramientas utilizadas para el procesamiento de ocre en el yacimiento cercano de Leang Bulu Bettue, enterradas en estratos de sedimentos que datan de hace al menos 40 000 años.

    «Es posible que emplearan ese pigmento para crear el arte rupestre, pero no hemos podido establecer un vínculo directo entre las [herramientas] y el propio arte rupestre», afirma Brumm. Con todo, con la cantidad de descubrimientos de arte rupestre de antigüedad similar en la región, Brumm cree que el vínculo es probable.

    Un cambio en la conversación

    Hasta hace poco, gran parte de la conversación académica sobre las pinturas rupestres sofisticadas se ha centrado en Europa. El bestiario representado en las paredes de la cueva Chauvet-Pont-d’Arc del sur de Francia data de hace unos 36 000 años. La manada de bisontes que danza en el techo de Altamira, en Cantabria, data del mismo periodo. Y la multitud de manos extendidas y discos rojos en la cuerva de El Castillo, también en Cantabria, datan de hace más de 40 800 años.

    Pero en 2014, un equipo en el que figuraban Aubert y Brumm cambió el guion cuando anunció el descubrimiento de pinturas rupestres de al menos 39 900 años en Célebes. Hasta entonces, se presuponía que las obras de arte no tenían más de 12 000 años..

     «Socava la idea de que Europa es la escuela final de la evolución humana», afirma Nowell. Si bien la criatura recién descubierta es solo un poco más antigua que la anterior plusmarquista, su descubrimiento añade más profundidad al arte de la región.

    «Algunas personas podrían decir que es solo un cerdo más», dice Nowell. «Pero esa no es la cuestión, más bien revela un cambio de comportamiento grande y constante».

    El mayor número de descubrimientos en Indonesia sugiere la posibilidad de que el arte complejo se desarrollara de forma independiente en Europa y Asia, señala Aubert. O quizá los seres humanos ya tenían la capacidad de crear obras de arte como esas cuando salieron de África «y ahora empezamos a encontrar restos de ello allí donde fueron».

    La antigüedad del arte recién descubierto también empieza a llenar un hueco de 20 000 años en el registro arqueológico, cuando los antiguos humanos saltaron de isla en isla por la actual Indonesia y hasta Australia. Las excavaciones recientes en el norte de Australia han revelado la presencia de humanos modernos hace al menos 65 000 años, mientras que la evidencia de actividad humana en Indonesia parece comenzar 20 milenios después.

    Sin embargo, incluso con este nuevo hallazgo, aún queda un vacío cronológico. Aubert indica que no hay motivo para pensar que los habitantes de Célebes empezaron a pintar de repente hace unos 45 000 años y añade que es probable que haya obras más antiguas.

    Hay una cosa segura, según Brumm: el futuro nos depara más sorpresas. «Demuestra la cantidad de obras de arte que esperan ser descubiertas en esta isla», afirma. «Están ocultas a plena vista».

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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