¿Son las dos nuevas variantes de Ómicron el inicio de una nueva ola?

Las subvariantes BA.4 y BA.5 serían capaces de esquivar la inmunidad, especialmente en las personas no vacunadas, lo que podría provocar un aumento de las infecciones en todo el mundo.

Por Sanjay Mishra
Publicado 10 may 2022, 10:20 CEST
Una mujer pasa junto a un mural del ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, en Katlehong, ...

Una mujer pasa junto a un mural del ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, en Katlehong, al este de Johannesburgo, Sudáfrica, el viernes 29 de abril de 2022. El ministro de salud de Sudáfrica dice que es probable que el país haya entrado en una nueva ola de COVID-19 antes de lo esperado, ya que las nuevas infecciones y hospitalizaciones han aumentado rápidamente en las últimas dos semanas.

Fotografía de Themba Hadebe, AP Photo

Dos nuevas versiones de Ómicron están causando de nuevo un aumento de los casos de COVID-19 en Sudáfrica, y los estudios muestran que estas nuevas subvariantes son tan diferentes de la versión original de Ómicron que la inmunidad generada por una infección anterior podría no proporcionar mucha protección.

Denominadas BA.4 y BA.5, las nuevas subvariantes son casi idénticas entre sí, y ambas son más transmisibles que la subvariante BA.2 de Ómicron. En Sudáfrica, sustituyeron a la cepa BA.2 en menos de un mes. Ahora son responsables de un pico en los casos de COVID-19 en el país africano, que se han triplicado desde mediados de abril.

"Si no te has vacunado, lo que tienes es casi ninguna inmunidad contra la BA.4 y la BA.5", dice Alex Sigal, virólogo del Instituto de Investigación Sanitaria de África y de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica). "Puede haber algo de inmunidad que podría ser suficiente para proteger contra la enfermedad grave, pero no suficiente para proteger contra la infección sintomática".

Sudáfrica es el país más afectado del continente, con más de 100 523 muertes oficiales por COVID-19, y es probable que se trate de una gran subestimación, según un estudio reciente publicado en The Lancet. Con las subvariantes BA.4 y BA.5 ahora en aumento, es probable que el número de muertes aumente, ya que sólo un tercio de la población sudafricana ha recibido la vacuna contra la COVID-19; la tasa de vacunación es incluso menor en el resto de África. Hace pocos días se detectaron los primeros casos de BA.5 en España.

Por el momento, la subvariante conocida como BA.2.12.1 sigue siendo la dominante en EE.UU., lo que ha provocado que las nuevas hospitalizaciones se hayan disparado en la última semana en más de un 17% a nivel nacional y hasta en un 28% en la zona de los Grandes Lagos y en Washington D.C. y sus alrededores. Pero las nuevas subvariantes se han extendido a más de 20 países de América del Norte, Asia y Europa, y ya se han identificado 19 casos de BA.4 y seis de BA.5 en los Estados Unidos.

(Relacionado: ¿Qué sabemos sobre la BA.2 Ómicron que está detrás de la nueva ola de COVID?)

¿En qué se diferencian la BA.4 y la BA.5 de otras variantes de Ómicron? 

Sudáfrica se ha convertido en una suerte de punto dorado dentro de África para la secuenciación de muestras de SARS-CoV-2. Esta rápida secuenciación fue fundamental para alertar al mundo en diciembre de 2021 sobre el descubrimiento y el aumento de la cepa Ómicron original, llamada BA.1. Ahora el mismo equipo ha descubierto la BA.4 y la BA.5.

"Las subvariantes BA.4 y BA.5 se identificaron porque Sudáfrica sigue haciendo la vital secuenciación genética que muchos otros países han dejado de hacer", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, en una conferencia de prensa el 4 de mayo. "En muchos países estamos esencialmente ciegos a la forma en que el virus está mutando. No sabemos lo que va a pasar".

Esa secuenciación ha revelado que, tanto para el BA.4 como para el BA.5, la proteína de la espícula es similar a la del BA.2, excepto por seis mutaciones. Dicha proteína es la parte del virus SARS-CoV-2 que se ancla a los receptores de las células respiratorias humanas y permite que el virus infecte la célula.

"Las tres modificaciones presentes en la espícula de BA.4 y BA.5, en comparación con BA.2, están muy probablemente asociadas a la evasión de anticuerpos y a la mejora de la aptitud viral y de la unión al receptor ACE2", afirma Olivier Schwartz, jefe de la Unidad de Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur de Francia.

Dos de los cambios en la espícula pueden hacer que estos virus sean más infecciosos, afirma Ravindra Gupta, inmunólogo y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), tal y como demuestran sus investigaciones anteriores. La ventaja es que estas mismas mutaciones permiten a los investigadores distinguir rápidamente las nuevas subvariantes de BA.2 en una prueba estándar de PCR.

Otra mutación presente en BA.4 y BA.5 también se encuentra en otras variantes preocupantes, como Delta, Kappa y Epsilon. Aumenta la infectividad y debilita la inmunidad de los anticuerpos existentes, según un estudio preliminar de China.

El estudio chino también muestra que un cambio poco frecuente, visto sólo 54 veces entre 10 millones de secuencias virales, ayuda a BA.4 y BA.5 a evadir los anticuerpos específicos de BA.1. Esta misma mutación también permitió al SARS-CoV-2 infectar a visones y hurones durante los brotes de abril de 2020 en granjas de visones.

Además de estas mutaciones de la proteína espicular, BA.4 y BA.5 también tienen pequeños cambios en las proteínas virales cuya función exacta no se conoce bien.

(Relacionado: El drama silencioso de los millones de niños huérfanos que nos deja la COVID-19)

¿Dónde evolucionaron BA.4 y BA.5? 

Un análisis genético preliminar estima que las nuevas subvariantes pueden haberse originado en Sudáfrica aproximadamente al mismo tiempo que otras variantes de Ómicron, a mediados de diciembre de 2021 y principios de enero de 2022, respectivamente. Pero los científicos aún no saben con certeza su origen.

"Es posible que BA.4 y BA.5 se hayan originado a partir del mismo tipo de fuente común que BA.1, BA.2 y BA.3, pero no es seguro", afirma Richard Lessells, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de KwaZulu-Natal en Durban (Sudáfrica). Forma parte del equipo nacional de secuenciación que descubrió todas estas variantes de Ómicron.

Las posibles vías de evolución pueden haber sido un huésped animal, como un ratón; o puede haberse gestado en algunos pacientes inmunodeprimidos, como ha demostrado Gupta que ocurre por acumulación de mutaciones durante una infección crónica.

"La alternativa es que BA.4 y BA.5 pueden haber evolucionado a partir de BA.2", dice Lessells.

BA.4 y BA.5 esquivan la inmunidad previa 

En el primer estudio sobre la inmunidad de BA.4 y BA.5, que aún no ha sido revisado por pares, los científicos dirigidos por Sigal, del Instituto de Investigación Sanitaria de África, aislaron virus vivos de hisopos nasales. A continuación, los científicos realizaron pruebas para comprobar si los anticuerpos de las personas vacunadas y no vacunadas que habían sido infectadas por la cepa original Ómicron BA.1 hace apenas unos meses eran capaces de neutralizar estas nuevas variantes. El equipo de Sigal descubrió que estos anticuerpos no eran capaces de proteger contra la infección sintomática.

Esto es preocupante, porque en los países de ingresos bajos y medios menos de una de cada seis personas ha recibido aún una sola dosis de cualquier vacuna contra la COVID-19. Incluso en Estados Unidos, casi el 23% de la población sigue sin vacunarse.

"Los datos de BA.4/5 son interesantes y algo sorprendentes", dice Gupta, refiriéndose a la fuerte disminución de la inmunidad observada en los estudios hasta ahora. "Es mayor de lo que yo hubiera predicho", afirma. "Puede ser que [la] biología de este virus haya cambiado completamente en cuanto a la rapidez con la que es capaz de evolucionar".

El estudio sudafricano tiene algunas buenas noticias para las personas vacunadas: "Descubrimos que se obtiene mucha protección de las vacunas, incluso si te infectas con Ómicron a pesar de estar vacunado; existe mucha más protección que si no te vacunaras", dice Sigal.

El estudio de Sigal también sugiere que BA.4 y BA.5 pueden causar una enfermedad menos grave, especialmente entre las personas vacunadas, en comparación con las variantes anteriores de Ómicron. Esto podría explicar por qué parece que menos personas contraen la enfermedad grave a pesar del aumento de las hospitalizaciones por COVID-19 en Sudáfrica. La duración media de la hospitalización también parece ser más corta, pero las muertes debidas a COVID-19 están aumentando más rápidamente en los pacientes de mayor edad.

"Los datos de BA.4/5 refuerzan la necesidad de realizar refuerzos en personas vulnerables para mantener los niveles de anticuerpos elevados", afirma Gupta.

Mientras tanto, Moderna ha publicado datos sobre su nueva vacuna de refuerzo candidata de ARNm-1273.211, que mezcla la proteína ancestral de la espícula con una imitación de la variante Beta de la espícula. Aunque todavía no han sido revisados por pares, los resultados parecen mostrar una protección superior durante hasta seis meses, incluso contra la variante Ómicron.

"Las vacunas están diseñadas para prevenir enfermedades graves, para mantenernos fuera del hospital y del respirador", dice Lessells. "Y siguen haciéndolo extremadamente bien, frente a todas estas variantes diferentes".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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