Los peligros de usar un medicamento adelgazante de imitación

Al comprar fármacos de imitación a través de apps y sitios web, los consumidores se arriesgan a consumir productos que no son seguros ni aptos para el consumo humano.

Por Meryl Davids Landau
Publicado 18 mar 2024, 12:19 CET
Primer plano de Ozempic, un suministrador de insulina que también se usa para adelgazar

Comprar medicamentos para adelgazar de una fuente dudosa, aunque el producto sea difícil de conseguir legítimamente, es un error. "El riesgo no merece la pena", afirma un experto.

Fotografía de Photoillustration by Jaap Arriens, NurPhoto, Getty Images

Los adelgazantes Wegovy y Zepbound son tan populares que decenas de millones de personas los toman en todo el mundo, al tiempo que las empresas farmacéuticas se están viendo incapaces de satisfacer su demanda. Esto ha llevado a la venta de medicamentos de imitación, de los que muchos pacientes no se dan cuenta de que no son las versiones aprobadas de los fármacos deseados.

Muchos de estos medicamentos, que son vendidos online, pueden conducir, en el peor de los casos, a una hospitalización, tal y como sucedió el año pasado en Austria cuando varias personas tuvieron que ser ingresadas tras administrarse dosis de un medicamento que supuestamente imitaba al popular Ozempic.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) han advertido a la población sobre el riesgo de adquirir medicamentos en webs ilegales y otras formas de venta online, y ponen a disposición de los usuarios un listado de farmacias que disponen de servicio de medicamentos a distancia.

En Estados Unidos, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) declara la escasez de un medicamento (como en el caso de Wegovy y Zepbound), la conocida como formulación magistral recibe luz verde para fabricar legalmente copias del mismo. Este nicho de la industria suele modificar medicamentos para pacientes individuales, por ejemplo eliminando un aditivo alérgico o convirtiendo una pastilla en líquido para alguien con un trastorno de deglución. Según Al Carter, farmacéutico y director ejecutivo de la National Association of Boards of Pharmacy, una organización sin ánimo de lucro, las farmacias legítimas cumplen estrictas normas de calidad estatales y federales de Estados Unidos.

Pero ahora, los fabricantes de compuestos más deshonestos han inundado el mercado con inyectables falsos que, en el mejor de los casos, son menos eficaces y, en el peor, peligrosos.

"El compuesto puede contener algo potencialmente nocivo. Puede que no sigan los mismos procedimientos de esterilización. O puede que el producto no tenga los ingredientes o la potencia que dicen que tiene", afirma Lydia Alexander, médico de San Mateo (California, EE. UU.) y presidenta electa de la Asociación de Medicina de la Obesidad.

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Preocupación por los ingredientes fraudulentos

Junto con los cambios en el estilo de vida, las inyecciones semanales del medicamento de marca (que imita la hormona péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) propia del organismo, que envía señales de saciedad al cerebro) ayudan a las personas con sobrepeso a deshacerse con éxito del 10% o más de su peso corporal en un año.

Las versiones de los medicamentos que se venden en centros de estética o a través de aplicaciones, sitios web o algunos proveedores de telesalud en Estados Unidos son especialmente problemáticas, según los médicos especializados en adelgazamiento. La gente recurre a estas fuentes porque la escasez ha dificultado encontrar los medicamentos de marca en sus farmacias locales. Además, los medicamentos de estas fuentes suelen ser más baratos, lo que resulta atractivo para las personas cuyo seguro no cubre los fármacos para adelgazar o cuyos planes de seguro están añadiendo obstáculos que dificultan cada vez más su aprobación, afirma Alexander.

Algunos de los medicamentos falsificados utilizan una forma salina de la semaglutida (el principio activo de Wegovy), como la semaglutida sódica o el acetato de semaglutida. A pesar de la similitud del nombre, no se trata de medicamentos aprobados por la FDA, por lo que la agencia ha enviado cartas de advertencia a varios sitios web que venden productos que contienen estas sales.

En una de las cartas, la FDA señalaba que el etiquetado del producto indica en realidad que se trata de "productos químicos de investigación exclusivamente" que "no son para consumo humano".

La FDA también ha advertido a los pacientes de que estos ingredientes "no han demostrado ser seguros y eficaces" y han provocado efectos adversos en personas que los han tomado.

"Los pacientes y los profesionales de la salud deben entender que la agencia no revisa las versiones compuestas de estos medicamentos en cuanto a seguridad, eficacia o calidad", señala la advertencia.

A principios de este año, la Asociación de Medicina de la Obesidad emitió un comunicado en el que no desaconseja los medicamentos compuestos contra la obesidad y advierte a los pacientes de que "si utilizan estas alternativas compuestas, puede que no estén obteniendo lo que esperaban".

Sin embargo, los defensores de la formulación magistral afirman que agrupar a los fabricantes legítimos con empresas más sospechosas no hace más que desconcertar a los clientes.

"No debemos confundir la preparación legítima de compuestos con la posibilidad de pedir semaglutida en línea sin receta o con empresas que utilizan semaglutida falsificada. Eso no es formulación magistral y eso no es farmacia", afirma Tenille Davis, directora de defensa de la Alliance for Pharmacy Compounding, una asociación comercial de farmaceúticos especializados en fórmula magistral.

Scott Bruner, director general de la Alliance for Pharmacy Compounding, afirma que Novo Nordisk y Eli Lilly, fabricantes de Wegovy y Zepbound, aumentan la confusión al afirmar que no venden sus principios activos a los farmacéuticos, lo que implica que ni siquiera los farmacéuticos legítimos pueden comprarlos con seguridad.

Pero Davis señala los más de 70 mayoristas farmacéuticos aprobados por la FDA que figuran en el sitio web de la FDA y que venden legalmente semaglutida y tirzepatida a granel, el principio activo de Zepbound.

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Ten cuidado al elegir una farmacia

Algunos médicos especialistas en obesidad evitan recomendar todas las farmacias de compuestos a sus pacientes porque les resulta difícil evaluar la calidad de su fabricación.

"Hay historias de terror de instalaciones de formula magistral que utilizan hornos tostadores para esterilizar y camas para mascotas cerca de las áreas de compuestos", dice Nate Wood, médico especialista en medicina de la obesidad de Yale Medicine. Además de los problemas de seguridad, los productos elaborados por farmacias dudosas pueden no dar resultados. Alexander señala a pacientes que compraron productos online sin su conocimiento: "Me dicen que ahora tienen hambre o que han recuperado peso".

Los centros de estética, que pueden vender productos elaborados por fórmula magistral, podrían no examinar adecuadamente a los pacientes para comprobar su idoneidad, dice Andrew Kraftson, endocrinólogo y director del programa de navegación de peso de la Universidad de Michigan.

"Si prescribo Wegovy, no recibo ningún dinero", afirma Kraftson, que contrasta esta situación con la de los centros de estética, que prescriben el medicamento y lo venden. También le preocupa que estos puntos de venta no incluyan consejos importantes sobre el estilo de vida ni hagan un seguimiento a largo plazo de los progresos de las personas, dos condiciones necesarias para perder peso con éxito.

Carter recomienda recurrir a la fórmula magistral sólo si los pacientes o sus médicos se sienten cómodos con la farmacia, hablando directamente con el farmacéutico para conocer los ingredientes que utilizan y su experiencia en la fabricación de medicamentos estériles.

Cuando se trata de perder peso, los fármacos GLP-1 pueden ser una herramienta importante para algunos pacientes, afirma Wood: "Atacan la raíz de la obesidad, por eso son tan eficaces".

Pero comprar de una fuente dudosa, incluso si el producto es difícil de conseguir legítimamente, es un error, dice Kraftson: "El riesgo no merece la pena".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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