Esta roca del espacio interestelar tiene una capa externa rica en carbono

El intruso interestelar ‘Oumuamua está cubierto de un material rojizo que probablemente se formó por la radiación.

Por Michael Greshko
Publicado 19 dic 2017, 12:35 CET
Objeto interestelar
El objeto interestelar ‘Oumuamua atraviesa el sistema solar en una ilustración.
Fotografía de Observatorio Europeo Austral, M. Kornmesser

El primer objeto del espacio interestelar que ha visitado nuestro sistema solar está escapándose de nuestro vecindario cósmico. Sin embargo, según los astrónomos que vigilan su salida, la superificie de esta roca espacial no está precisamente limpia.

Tras examinar la forma en que el objeto refleja la luz solar, los científicos han descubierto que esta extraña roca llamada ‘Oumuamua está probablemente cubierta de una capa rica en carbono de más de 30 centímetros de espesor. Es probable que este residuo se formase como producto de la radiación interestelar que bombardeó la superficie del objeto a medida que vagaba por el vacío.

Los resultados, publicados el lunes en Nature Astronomy, podrían ayudar a explicar por qué el objeto —probablemente una amalgama de roca, hielo y polvo— no expulsó columnas de vapor de agua a medida que pasaba frente al Sol, incluso después de que su superficie alcanzase altas temperaturas.

«Si tienes en cuenta los cometas ahí fuera, en el espacio interestelar, formarán estos objetos oscuros y ricos en carbono que se parecen a lo que hemos visto», explica el coautor del estudio Alan Fitzsimmons, astrónomo de la Queen's University Belfast. «No tenemos una imagen decisiva de este objeto; todo lo que podemos decir es que nuestras mediciones coinciden con esta idea».

‘Oumuamua, descubierto en octubre cuando pasó frente a la Tierra, es único: este objeto con forma de puro mide 400 metros de largo y se agita de punta a punta a medida que sale de nuestro sistema solar a aproximadamente 158.000 kilómetros por hora. Durante mucho tiempo, los astrónomos pensaron que otros sistemas estelares expulsaban restos planetarios como ese, ya que nuestro sistema solar hace lo mismo. Ahora, por primera vez, han observado uno en el acto.

Originalmente se creía que ‘Oumuamua era un cometa, pero la astrónoma de la Universidad de Hawái Karen Meech descartó esta clasificación poco después de su descubrimiento, ya que ‘Oumuamua no producía columnas de gas ni polvo, que son los indicadores de un cometa.

«Esta fue la primera gran sorpresa: esperábamos que estos objetos fueran helados y este le pareció un asteroide a todo el mundo», afirma Fitzsimmons.

Cuando Fitzsimmons se enteró del avistamiento, sus colegas y él se pusieron en marcha, usando telescopios de las islas Canarias y Chile para seguir al objeto y medir cómo reflejaba la longitud de onda de la luz visible. De forma independiente, un equipo dirigido por Michele Bannister y Meg Schwamb empleó el Observatorio Gemini de Hawái para ver el objeto en luz casi infrarroja. Los resultados de Gemini se publicarán en la próxima edición del Astronomical Journal.

«Fueron observaciones complicadas», afirma Bannister, coautora de ambos estudios y astrónoma de la Queen’s University Belfast. «Lo seguimos en el firmamento, haciendo que un telescopio de cien toneladas se moviese como una bailarina».

Los estudios demuestran que ‘Oumuamua refleja de forma más eficaz la luz rojiza que la luz azulada, una consecuencia indirecta de las partículas de altas energías que expulsó la «metralla» de cataclismos cósmicos como las supernovas. A lo largo de eones, la radiación interestelar puede hacer que se formen cortezas rojizas ricas en carbono sobre las superficies de cometas y asteroides.

Los datos de Gemini sugieren que, a diferencia de muchos de los cometas de nuestro sistema solar, la superficie del ‘Oumuamua está completamente seca y carece de hielo de agua. Las simulaciones térmicas de la capa rica en carbono sugieren que si esta capa tuviera unos 40 centímetros de espesor, podría aislar un interior rico en hielo frente al calor de las estrellas como nuestro Sol.

Casualmente, los nuevos estudios sobre ‘Oumuamua aparecen pocos días después del centésimo cumpleaños del visionario autor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, cuyo libro Cita con Rama describe el encuentro de la humanidad con un objeto interestelar alargado con una forma similar a la de ‘Oumuamua.

Contempla el viaje de las sondas Voyager más allá de los confines del sistema solar

«Como de costumbre, dio casi en el clavo», afirma Fitzsimmons, aunque a diferencia de la nave alienígena Rama, ‘Oumuamua parece tener un origen natural. Estos estudios, entre otros, echan por tierra la especulación de que ‘Oumuamua pudiera ser un artefacto extraterrestre: en el espectro casi infrarrojo, no se encontraron señales de superficies metálicas en el objeto.

Además, el proyecto Breakthrough Listen —que busca señales de radio extraterrestres— solo escuchó silencio cuando apuntó hacia ‘Oumuamua.

«Sabemos cómo son los espectros reflejados de una nave espacial», afirma Bannister. «Y este objeto no lo es».

La ventana para estudiar ‘Oumuamua desde la Tierra todavía no se ha cerrado. A medida que el objeto se aleja a toda velocidad de nosotros, refleja mucha menos luz solar hacia la Tierra. Pero una serie de telescopios seguirán vigilando a este objeto de otro mundo en busca de nuevas pistas.

«Es demasiado pequeño y está demasiado lejos, así que tenemos que sacar la artillería pesada», afirma Joe Masiero, científico planetario del Jet Propulsion Laboratory de la NASA que ha estudiado ‘Oumuamua y que no participó en ninguno de los nuevos estudios.

En noviembre, un equipo dirigido por el astrónomo David Trilling intentó observar ‘Oumuamua con la lente infrarroja del telescopio espacial Spitzer. Si lo lograran, podrían concretar el porcentaje de luz que refleja ‘Oumuamua, lo que ayudaría a esclarecer de qué está hecha la superficie.

Además, un equipo dirigido por Meech intentará seguir a ‘Oumuamua con el telescopio espacial Hubble en enero de 2018 para precisar su trayectoria. Bannister también señaló que la nave de la Agencia Espacial Europea Gaia, que está cartografiando la Vía Láctea en 3D –algo sin precedentes–, publicará más datos el año que viene, un golpe de suerte para los astrónomos que están rastreando el origen de ‘Oumuamua.

«¡Tenemos un objeto extraterrestre que hemos visto pasando por el sistema solar!», afirma Fitzsimmons. «Nunca crees que vas a tener la oportunidad de ver esto».

más popular

    ver más

    más popular

      ver más
      loading

      Descubre Nat Geo

      • Animales
      • Medio ambiente
      • Historia
      • Ciencia
      • Viajes y aventuras
      • Fotografía
      • Espacio

      Sobre nosotros

      Suscripción

      • Revista NatGeo
      • Revista NatGeo Kids
      • Disney+

      Síguenos

      Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2024 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved