¿Quién quiere aterrizar en la Luna en la próxima década?

Desde gobiernos hasta empresas emergentes: estos son algunos de los actores más prometedores que han anunciado misiones lunares para los próximos años.

Por Michael Greshko
Publicado 10 may 2019, 15:30 CEST
El cohete New Shepherd de Blue Origin se despega de su torre de lanzamiento durante un vuelo de prueba en enero.
Fotografía de NASA

Cincuenta años después de que Neil Armstrong se convirtiera en el primer ser humano en pisar la Luna, National Geographic conmemora este hito histórico con una espectacular programación dedicada a la exploración espacial y al programa Apolo, que se podrá disfrutar cada domingo de julio, con maratones durante todo el día y estrenos a las 16:00 y a las 21:30 horas.

Casi 50 años después de que Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins completasen el primer viaje humano que pisó otro mundo, Jeff Bezos, consejero delegado de Amazon, y su empresa aeroespacial Blue Origin han anunciado una nueva meta: volver a la Luna, pero esta vez para quedarse.

En una presentación en el Centro de Convenciones Walter E. Washington a la que solo se podía asistir con invitación, Bezos afirmó que, para ofrecer a la humanidad una oportunidad de crecimiento sostenible, la industria pesada debe desplazarse de la superficie de la Tierra y depender de los recursos del resto del sistema solar, como los minerales y el hielo de agua del cráter Shackleton del polo sur lunar.

«Conseguiremos preservar esta singular joya que tenemos por planeta... No hay Plan B», afirma Bezos. «Debemos salvar este planeta, pero no debemos abandonar un futuro de dinamismo y crecimiento para los nietos de nuestros nietos. Podemos tener ambas cosas».

A corto plazo, Bezos afirma que las empresas tendrán que construir la infraestructura espacial necesaria, por eso Blue Origin está trabajando en un aterrizador lunar robótico denominado Blue Moon, según reveló sobre el escenario mientras se retiraba un telón negro para revelar un prototipo a tamaño real del aterrizador.

Según Bezos, Blue Moon está propulsado por hidrógeno líquido y puede aterrizar de forma precisa hasta 6,5 toneladas de carga en la superficie lunar en su configuración más pesada. Un sistema de carga de inspiración naval permitirá que el aterrizador transporte hasta cuatro rovers a la vez. La empresa ya ha firmado acuerdos con grupos como el MIT, la empresa aeroespacial alemana OHB y Airbus para desarrollar el proyecto.

Bezos y Blue Origin no han especificado la posible fecha de lanzamiento de Blue Moon. Se prevé que su vehículo de lanzamiento, el nuevo cohete New Glenn de la empresa, emprenda sus primeros vuelos en 2021. Pero, según Bezos, la versión extendida del aterrizador podría transportar astronautas a la Luna para 2024, el objetivo actual de la NASA.

«Me encanta; es lo que hay que hacer», afirma Bezos. «Podemos contribuir a cumplir el plazo, pero solo porque empezamos hace tres años».

La empresa no es ni de lejos el único grupo dispuesto a explorar —o explotar— la superficie lunar. Estos son unos de los actores principales que intentarán llegar a la Luna en los próximos años:

Estados Unidos

Una ilustración muestra la cápsula Orión, la nave que la NASA está probando para enviar humanos a la luna y más allá.
Fotografía de NASA

La NASA hizo historia con los aterrizajes lunares Apolo entre 1969 y 1972 y actualmente sigue trabajando para regresar a la superficie lunar. A finales de 2018, la agencia aprobó nueve empresas para que pujaran por contratos para enviar instrumental de la NASA la Luna. La NASA también está liderando los llamamientos mundiales para establecer un puesto en el espacio exterior en la órbita lunar, denominado Gateway. Al mismo tiempo, el gobierno de Trump aboga por un alunizaje tripulado cerca del polo sur lunar para finales de 2024, un plan que atravesará un camino cuesta arriba ante los problemas presupuestarios.

China

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    El rover chino Yutu-2 captó esta imagen panorámica del aterrizador Chang'e-4 en la superficie lunar.
    Fotografía de Administración Espacial Nacional China

    La Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés) lleva más de una década trabajando en su ambicioso Programa de Exploración Lunar, una estrategia por fases para colocar robots —y finalmente humanos— en la superficie lunar. En 2018, su aterrizador Chang'e-4 se convirtió en la primera nave que ha logrado aterrizar en la cara oculta de la Luna. Su siguiente misión, Chang'e-5, pretende convertirse en la primera en devolver muestras de la Luna en más de 40 años. Y el 24 de abril, Zhang Kejian, director de la CNSA, anunció que China construiría una estación de investigación científica en el polo sur de la Luna en los próximos 10 años.

    India

    La Agencia India de Investigación Espacial (ISRO, por sus siglas en inglés) lanzó su primera misión al espacio exterior, Chandrayaan-1, a la Luna en octubre de 2008. El orbitador lunar aportó pruebas cruciales de la presencia de agua en los minerales lunares. Actualmente, la ISRO tiene previsto poner en marcha la misión Chandrayaan-2 —un orbitador combinado con un aterrizador y un rover— en julio de 2019, con un intento de lanzamiento previsto para el 6 de septiembre. De lograrlo, la Chandrayaan-2 será la primera misión que llevará a cabo un aterrizaje suave en las latitudes más altas de la Luna.

    Rusia

    Roscosmos, la agencia espacial rusa, y sus predecesores soviéticos fueron los primeros en llevar a cabo un aterrizaje suave en la superficie lunar en 1966, pero el país no ha vuelto a la Luna desde 1976. A pesar de los problemas presupuestarios y un reciente historial de retrasos y cancelaciones, Roscosmos se toma en serio la carrera lunar. La agencia tiene varios aterrizadores robóticos previstos para la década de 2020. Y en enero, Dmitry Rogozin, director de la agencia, anunció la intención de Rusia de construir un nuevo cohete «superpesado» llamado Yenisei para 2028. El cohete propuesto es tan grande que probablemente está siendo diseñado con la Luna en mente.

    Japón

    La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) ha ido dos veces a la Luna: en 1990, con su sonda Hiten, y en 2007, con el orbitador lunar Kaguya (SELENE). Su misión SLIM, que se lanzará en 2020 como muy pronto, pretende probar nuevas tecnologías de aterrizaje y descender a solo 100 metros de su objetivo, un punto aún por determinar cerca de uno de los polos de la Luna. La agencia también está considerando una misión de «prospección de recursos» a un polo lunar que se lanzaría en la década de 2020.

    Corea del Sur

    El Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI) está preparándose para su primera misión lunar, el Korea Pathfinder Lunar Orbiter (KPLO). El satélite transportará diversos instrumentos, como la «ShadowCam», altamente sensible y construida por la NASA. Se prevé que SpaceX lance el orbitador a finales de 2020, como muy pronto.

    Europa

    En 2016, Jan Woerner, director general de la Agencia Espacial Europea, aprobó el concepto de una «aldea lunar»: un grupo global y diverso de exploradores lunares, públicos y privados, que acuerden mecanismos de coordinación y estándares comunes. La ESA y otros socios de la Estación Espacial Internacional, como la Agencia Espacial Canadiense, Roscosmos y JAXA, han declarado su apoyo al concepto del Gateway lunar promovido por la NASA. Y es probable que, a finales de 2019, la ESA finalice un plan de futuras misiones lunares robóticas.

    Un cohete Falcon 9 de SpaceX despega desde el Centro Espacial Kennedy en febrero de 2018.
    Fotografía de John Raoux, Ap

    SpaceX

    La empresa espacial privada lleva mucho tiempo con las miras puestas en Marte, pero la Luna también figura en su lista de metas. En 2023 como muy pronto, el proyecto dearMoon —fundado y financiado por el milmillonario japonés Yusaku Maezawa— pretende llevar a un grupo de artistas internacionales a bordo del cohete Starship de SpaceX y los enviará en un sobrevuelo lunar de seis días.

    Otras empresas emergentes privadas

    Los exfinalistas del Google Lunar Xprize y otras empresas emergentes también están dando pasos hacia la Luna. En febrero de 2019, el cohete Falcon 9 de SpaceX lanzó Beresheet, el aterrizador lunar fallido construido por la organización israelí sin ánimo de lucro SpaceIL, que actualmente prepara la construcción del Beresheet 2.0. La empresa privada estadounidense Moon Express ha fijado los «picos de luz eterna» del polo sur lunar como lugares de aterrizaje. Y la empresa emergente alemana PTScientists —que se ha asociado con Audi y Vodafone para construir rovers aterrizadores lunares— anunció el 8 de mayo que ha firmado un acuerdo a largo plazo con la empresa aeroespacial europea ArianeGroup, que construye los cohetes Ariane utilizados frecuentemente por la Agencia Espacial Europea. El pacto de la empresa cuenta con la bendición de la ESA.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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