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Página del fotógrafo
Anand Varma
Un investigador de la Universidad California-Davis (Estados Unidos) comprueba las colmenas de abejas melíferas en un huerto de almendros. La abejas recogen muchas sustancias de su entorno, incluidos muchos tipos de microbios.
La avispa joya (Ampulex compressa) caza cucarachas y se apodera de sus procesos de toma de decisiones.
Bajo el control de una larva parasitaria, la araña Leucauge argyra teje un "capullo de telaraña" que servirá de incubadora para la larva de la avispa hasta que se desarrolle.
Estados Unidos, 2016 Científicos utilizan una fina niebla creada por nebulizadores ultrasónicos para visualizar el flujo de aire alrededor del ala de un colibrí de Ana en vuelo. Al final de cada media batida, sus alas giran más de 90 grados e invierten su curso. Los colibríes son las únicas aves que pueden volar realmente hacia atrás.
Un colibrí de Anna, llamado así por la duquesa de Rivoli Anna Masséna, se posa en una rama bajo una lluvia simulada en una imagen inédita.
Una abeja obrera adulta, Apis mellifera, recoge néctar en la flor de un almendro. Los científicos están utilizando las abejas para medir los microplásticos presentes en el aire.
Un tipo de crustáceo acuático diminuto llamado anfípodo ha sido invadido por larvas de acantocéfalo. El fin último del gusano es introducirse en las aves marinas, así que provoca cambios en el cerebro del anfípodo que lo conducen hacia la luz y espacios abiertos, convirtiéndolo en presa fácil.
El gusano trematodo Ribeiroia se ha vinculado a deformaciones en las extremidades de las ranas, como esta rana toro. El gusano parásito vive en varios tipos de anfitriones animales, como los renacuajos, durante su ciclo vital.
Las larvas de un gusano nematomorfo se infiltran en los grillos y crecen en su interior. Los gusanos necesitan agua para aparearse, así que hacen que los insectos salten en arroyos, donde se convierten en una fuente de alimento importante para los peces.
Estas semillas de maíz han sido tratadas con el plaguicida neonicotinoide clotianidina. Los neonicotinoides, que están vinculados a la disminución de las poblaciones de insectos, también se han encontrado en animales más grandes, como los ciervos y las aves.