Autorizan cortar el Titanic por primera vez para recuperar uno de sus tesoros perdidos

Un fallo judicial permitirá que una empresa privada recupere el telégrafo inalámbrico que transmitió las últimas súplicas de ayuda del barco antes del hundimiento.

Por Kristin Romey
Publicado 21 may 2020, 11:17 CEST

La noche del 14 al 15 de abril de 1912, a lo largo de tres horas, los mensajes transmitidos por el operador del telégrafo a bordo del R.M.S. Titanic pasaron de lo frívolo (en nombre de un pasajero a un amigo de Nueva York: «Hola, amigo. Esta noche ceno contigo en espíritu») a lo desesperado (Titanic a R.M.S. Carpathia: «Hemos chocado con un iceberg»), y terminaron con un «Ven rápido. Sala de máquinas inundada».

Ahora, una jueza federal estadounidense ha decidido que la empresa privada que tiene los derechos de rescate del Titanic podría recuperar el telégrafo de dentro del pecio, un acto que según el tribunal «contribuirá al legado que ha dejado la pérdida indeleble del Titanic, por quienes sobrevivieron y por quienes dieron sus vidas en el hundimiento».

El fallo, emitido el lunes por Rebecca Beach Smith del tribunal del Distrito Este de Virginia, modifica una sentencia del año 2000 del mismo tribunal que prohibía a la empresa de recuperación RMS Titanic, Inc. (RMST) cortar y sustraer fragmentos del barco naufragado. La extracción del telégrafo, ubicado en el cuartel de los oficiales del barco, podría requerir cortar o ampliar los agujeros del casco y separar el equipo de las paredes interiores.

Muchos arqueólogos y representantes de patrimonio cultural se han opuesto a la retirada de objetos del Titanic, que es el lugar de descanso final de más de 1500 personas.

«Al igual que un león se aprecia mucho mejor en estado silvestre en las sabanas africanas (sic) que disecado en un museo, el aparato de Marconi cuenta mejor su historia y comparte su valor donde está», escribió David Conlin, jefe del Centro de Recursos Sumergidos del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, en un documento judicial.

La voz del Titanic

El telégrafo a bordo del Titanic era un aparato avanzado para su época: un dispositivo de comunicación inalámbrica desarrollado por Guillermo Marconi, un pionero en el campo. El dispositivo se encontraba en la «Suite Marconi», un conjunto de tres salas a babor en el cuartel de los operadores que incluía un camarote con litera, la sala del operador del telégrafo y una «sala silenciosa» donde se encontraba el transmisor principal del telégrafo.

Guillermo Marconi (1874-1937) fue un pionero de la comunicación inalámbrica y el Titanic fue uno de los grandes trasatlánticos que usaron su tecnología puntera. Aquí lo vemos trabajando en la sala inalámbrica del yate Electra.

Fotografía de Hulton-Deutsch Collection, Corbis, Getty

La historia de los acontecimientos que ocurrieron en la Suite Marconi (como la heroicidad del telégrafo jefe, Jack Philips, que transmitió llamadas de emergencia a los buques cercanos mientras las aguas gélidas del Atlántico le rodeaban las piernas) se hizo famosa gracias al ayudante de Philips, Harold Bride. Aunque Philips se hundió con el barco, Bride fue rescatado y compartiría un relato angustioso sobre aquella noche en las páginas del New York Times.

Un documento judicial de RMST especula que, si se recuperaran el grupo convertidor y el descargador de la sala silenciosa, «es concebible que pueda restaurarse a una condición operable» y con nuevos componentes «la radio del Titanic (la voz del Titanic) podría escucharse de nuevo, ahora y para siempre».

La batalla legal

La sentencia es la última novedad en una batalla legal de varios años sobre el destino del trasatlántico legendario, descubierto por el explorador de National Geographic Robert Ballard en 1985. La entidad que finalmente se convertiría en RMST consiguió los derechos de recuperación en 1994; dichos derechos se conservaron en 2011 conforme a unos términos y condiciones específicos.

Entre 1993 y 2004, la empresa privada recuperó más de 5000 artefactos del campo de escombros que rodea los restos principales del naufragio. Muchos de los objetos se han exhibido en museos y exposiciones de todo el mundo.

Como el Titanic descansa a casi 4000 metros de profundidad en el Atlántico Norte, para recuperar objetos del sitio se necesita un vehículo teledirigido (ROV, por sus siglas en inglés) unido a un buque de investigación.

Según un documento judicial de enero de 2020, RMST pretende usar un ROV para entrar en el Titanic, bien por la claraboya que hay sobre la Suite Marconi, bien cortando un agujero en el casco. El ROV entraría en la sala silenciosa, donde un operador en cubierta manipularía los brazos robóticos del vehículo para separar los componentes del telégrafo.

En el juzgado, los representantes de RMST argumentaron que había «nuevas pruebas» (la supuesta aceleración del deterioro del barco) que eran suficientes para solicitar una modificación de la orden de no cortar del año 2000.

El documento de enero también indica que los componentes principales del telégrafo Marconi que pretenden recuperar son el grupo convertidor y el descargador (montados en una consola y atornillados a la cubierta de acero) y un par de cuadros eléctricos y reguladores empotrados. Ambos se encuentran en la sala silenciosa.

Sin embargo, el documento también señala que los objetivos primarios «presentan graves retos para la recuperación». También se identificaron tres «objetivos secundarios», los componentes más pequeños y ligeros del telégrafo Marconi, para recuperarlos de la sala silenciosa.

Con todo, según un documento judicial de principios de mes, RMST preveía que «según la información actual, no se intentará recuperar el grupo convertidor de la sala silenciosa porque será demasiado inaccesible y arriesgado».

En el fallo, emitido el lunes, la jueza Smith señala que la orden del año 2000 no queda anulada, sino que la modifica en este momento y solo para la «oportunidad única» de extraer objetos asociados al telégrafo Marconi del Titanic. Asimismo, cualquier intento de entrar en el Titanic y sacar el telégrafo se verá condicionado por la aprobación judicial de un plan de financiación para garantizar que el RMST tenga dinero para recuperar los artefactos, conservarlos y documentarlos.

Actualmente, RMST está planificando una expedición al Titanic este verano para recuperar el telégrafo Marconi.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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