Descubriendo la batalla más antigua de Europa a través de unas puntas de flechas de 3000 años

Unas puntas de flecha metálicas halladas en el valle alemán del río Tollense arrojan luz sobre quién pudo haber luchado en el antiguo conflicto en torno al año 1250 a.C.

Por Tom Metcalfe
Publicado 23 sept 2024, 15:07 CEST, Actualizado 30 sept 2024, 14:14 CEST
Segmento de cráneo con una punta de flecha de la batalla más antigua de Europa

Este segmento de cráneo contiene incrustada una punta de flecha de la batalla más antigua de Europa. Las puntas de flecha de la Edad de Bronce procedentes del campo de batalla han ayudado a los arqueólogos a rastrear los orígenes de algunos de los antiguos combatientes.

Fotografía de Volker Minkus

Hace más de 3000 años, dos antiguos ejércitos se enfrentaron en un valle fluvial de lo que hoy es el norte de Alemania.

Nadie sabe a ciencia cierta quién participó en el conflicto, ni tampoco el desacuerdo que provocó el derramamiento de sangre: la batalla más antigua conocida de Europa y la mayor de la época. Ahora, un nuevo estudio sugiere que algunas de las flechas desenterradas en el antiguo campo de batalla se fabricaron lejos, en el sur de Europa Central, por lo que se supone que fueron utilizadas por guerreros de esa región.

Algunos estudios anteriores habían sugerido que sólo participaron lugareños. Pero la nueva investigación, publicada hoy en Antiquity, indica que algunos combatientes eran guerreros extranjeros, quizá incluso parte de un ejército invasor.

"Tal vez se tratara de algún señor de la guerra o de algún líder carismático con su séquito, trabajando como mercenarios", afirma el arqueólogo Leif Inselmann, estudiante de doctorado en la Universidad de Berlín y autor principal del estudio. "¿O tendríamos ya algún tipo de reino, con una dinastía? ¿O hubo una coalición de muchas tribus?", se pregunta.

Inselmann y sus colegas examinaron 54 puntas de flecha de bronce y sílex desenterradas en el yacimiento arqueológico del valle del río Tollense, a unos 130 kilómetros al norte de Berlín.

El lugar es ahora un plácido campo ribereño, pero en 2011 los investigadores reconocieron el emplazamiento como un antiguo campo de batalla en el que lucharon hasta 2000 personas por bando en torno al año 1250 a.C.

Un número tan elevado de combatientes era inesperado, y no se han encontrado rastros de batallas de tamaño similar de esta época en Europa.

Los arqueólogos creen ahora que el número de muertos osciló entre 750 y 1000 personas. A partir de miles de huesos humanos, han identificado los restos de al menos 150 personas, en su mayoría hombres jóvenes de entre 20 y 40 años, pero también dos mujeres.

Aunque en las excavaciones han aparecido porras de madera y puntas de flecha, no se han encontrado espadas, aunque algunos cráneos presentan marcas de corte que sugieren que se utilizaron espadas.

Incluso se encontró una punta de flecha incrustada en un cráneo. Y la presencia de huesos de al menos cinco caballos indica que algunos guerreros también pudieron haber cabalgado en la batalla.

Las puntas de flecha han sido clave para saber qué ocurrió en el yacimiento del valle del río Tollense casi desde el principio. Desde la década de 1980, en este emplazamiento se han estado encontrando restos humanos y piezas de armas antiguas, como puntas de lanza, puntas de flecha y hojas de cuchillos de bronce. Pero los primeros investigadores no habían estado seguros de que se tratara de un antiguo campo de batalla hasta que un miembro de su equipo que usa un detector de metales les mostró una caja de puntas de flecha de bronce, recuerda el arqueólogo Thomas Terberger, de la Universidad Georg August de Gotinga (Alemania), que realizó excavaciones allí hace casi 20 años y es coautor del nuevo estudio.

"Para mí estaba claro que este era el gran avance, la pistola humeante. Hoy sabemos que el arco y la flecha fueron las armas más importantes en el conflicto", afirma.

Una excavación denominada yacimiento Weltzin 20 (en la imagen) en el campo de batalla del valle del Tollense arrojó los restos de 90 individuos.

Fotografía de S. Sauer

Las últimas investigaciones han comparado las puntas de flecha del yacimiento del valle del río Tollense con más de 4700 puntas de flecha de yacimientos contemporáneos de toda Europa.

La mayoría se parecen a otras halladas en la región, que ahora pertenece al estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Pero algunas de las puntas de flecha tienen formas distintivas (incluidas bases "rómbicas" y púas) que indican que probablemente se fabricaron más al sur, en Baviera (la actual Alemania) o en Moravia, en la actual Chequia.

Según Inselmann, este tipo de puntas de flecha no se encuentran como ofrendas en las tumbas locales, lo que indica que la población local no las adquirió a través del comercio; en su lugar, los guerreros del sur probablemente trajeron consigo flechas para luchar en la batalla.

Los primeros intentos de averiguar la procedencia de los combatientes se basaron en los isótopos de sus huesos, unas firmas químicas que pueden revelar dónde vivía una persona y qué comía.

Los resultados de las puntas de flecha concuerdan con un estudio de 2016 que relacionaba los isótopos de algunos de los restos humanos del yacimiento del valle del Tollense con orígenes más al sur.

Un estudio de isótopos de 2020, sin embargo, sugirió que sólo los lugareños habían participado en la batalla.

Pero ese estudio puede haber sido engañoso porque sólo tomó muestras de un pequeño número de los restos, dice Joachim Burger, antropólogo y genetista de poblaciones de la Universidad de Maguncia que dirigió el análisis; y describe la última investigación como "emocionante".

Algunos de los artefactos de bronce desenterrados del lecho del río en el yacimiento del valle del Tollense coinciden con objetos de la misma época en el sur de Alemania y el este de Francia, lo que complica aún más la historia.

El arqueólogo Barry Molloy, del University College de Dublín (Irlanda), un experto en guerra antigua que no participó en el estudio, está impresionado por la atención que han prestado los investigadores a los detalles.

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    Las flechas eran un arma importante en las batallas de la Edad de Bronce. Este astil de flecha se descubrió en las excavaciones de Weltzin 28, en el valle del Tollense.

    Fotografía de Joachim Krüger

    “La mayoría de las veces, la gente intenta abordar grandes cuestiones utilizando enfoques de moda como la genética o los isótopos; pero este es un trabajo arqueológico a la antigua usanza, y para mí presenta una narrativa realmente convincente”, afirma.

    Para Terberger, el creciente número de pruebas de que guerreros del sur participaron en la batalla indica la naturaleza del conflicto, que pudo implicar a potencias regionales. También le interesa saber cómo unos ejércitos tan numerosos pudieron reflejarse en la organización de sus sociedades. Las evidencias de enterramientos en otros lugares de Alemania indican que los “guerreros” ya estaban establecidos como clase social en esta época, y la construcción de muchos castros en esta época puede ser una señal de que estas sociedades más estratificadas tenían cada vez una mayor tendencia hacia la guerra, afirma.

    (Relacionado: Nueve mujeres guerreras que pasaron a la historia)

    Conflictos en la Edad del Bronce

    Hasta el descubrimiento del antiguo campo de batalla, muchos estudiosos habían dado por sentado que la Edad del Bronce fue principalmente pacífica y que el comercio fue el factor más importante para el desarrollo cultural.

    Pero los descubrimientos del yacimiento del valle del Tollense demuestran que “los grandes conflictos violentos formaban parte de la vida de la Edad del Bronce”, afirma Terberger.

    Europa estaba experimentando importantes cambios culturales en esta época, lo que probablemente contribuyó a tales conflictos, y Terberger ve indicios de ello en los estudios sobre la Cultura de Urnfield, que ocupaba gran parte de Europa Central en esta época y pudo ser el origen de los guerreros extranjeros.

    “La transición a la llamada Cultura de Urnfield en el siglo XIII a.C. fue testigo de importantes cambios religiosos y políticos, y la transformación de la sociedad en esa época fue más violenta de lo esperado”, afirma.

    Inselmann añade que otros yacimientos arqueológicos de esta época en Alemania muestran un mayor número de puntas de flecha que antes, lo que también sugiere que los conflictos violentos se habían hecho más frecuentes.

    Aunque se desconocen los motivos, Inselmann señala que esta época coincidió aproximadamente con el “colapso de la Edad de Bronce tardía”, cuando los imperios se desmoronaron en el Mediterráneo, posiblemente debido al clima, las enfermedades y otras presiones.

    Muchos arqueólogos creen que en la Europa de la Edad del Bronce hubo guerras porque en esta época se construyeron muchas fortificaciones, a menudo en lo alto de colinas en Alemania y Gran Bretaña, que necesitaban ejércitos relativamente grandes para defenderlas.

    “Parece haber un patrón creciente de construcción de sitios que requieren grandes ejércitos y al mismo tiempo surge tecnología [militar] que permite luchar a grandes ejércitos”, dice Molloy.

    La fosa de Tollense: un antes y un después en la historia bélica
    Hasta 4000 guerreros se concentraron en este valle alemán de manera premeditada en lo que fue posiblemente el primer conflicto organizado de Europa.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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