¿Cómo se formó el disco de hielo giratorio de Maine?

Los expertos tienen diversas teorías sobre la formación del disco de 91 metros de ancho, aunque el fenómeno no se comprende del todo.

Por Sarah Gibbens
Publicado 18 ene 2019, 12:12 CET
Maine
El pasado lunes 14 de enero de 2019, una imagen aérea sacada de un vídeo por dron y proporcionada por la ciudad de Westbrook, en Maine, muestra un disco de hielo natural que se ha formado en el río Presumpscot en Westbrook, Maine.
Fotografía de Tina Radel, City of Westbrook, via Ap

Un disco de hielo puede captar la atención y la imaginación del público: una tabla giratoria helada, un carrusel invernal, una rueca congelada.

El lunes, 14 de enero apareció un disco de hielo en la localidad de Westbrook, Maine, girando en el río Presumpscot, que atraviesa las urbanizaciones de la ciudad. El jueves, el disco seguía rodando intacto.

«Se parece un poco a un círculo en un cultivo», contó un residente al Portland Press Herald.

Parece que sigue en el mismo lugar, aunque supuestamente su opacidad varía según el momento del día y la nubosidad. El Herald estima que el disco de hielo mide 91 metros de ancho, siendo uno de los mayores de su clase, aunque no es el primero.

Los discos han aparecido por todas partes, de Rusia a Washington. Estas placas giratorias son un bonito accidente de la naturaleza y forman casi siempre un círculo perfecto.

Un estudio de 1997 publicado en Royal Meteorological Society proponía la teoría de que el agua del río generaba un efecto de remolino alrededor de un fragmento de hielo y lo erosionaba poco a poco hasta que sus bordes eran lisos y circulares.

Pero un estudio de 2016, publicado en Physical Review E, completó esta teoría. Los autores sostenían que era probable que las corrientes fluviales contribuyeran a la formación inicial de dichos discos, pero los cambios de temperatura hacían que siguieran girando. El agua caliente es menos densa que el agua fría, de forma que, conforme el hielo se derrite y se hunde, crea un torbellino bajo el disco que hace que rote. Determinaron que, cuanto más cálida está el agua, más rápido gira el disco.

Como demostraba el estudio, el efecto puede reproducirse en un fregadero. Coloca un disco de hielo circular en un recipiente con agua caliente y observarás el mismo efecto de vórtice conforme el hielo empiece a derretirse.

Paul Nakroshis, físico de la Universidad del Sur de Maine, habló con Maine Public Radio y declaró que le parecía improbable que un cambio de temperatura fuera el responsable del disco de hielo de Maine. Explicó que el radio Presumpscot no está lo bastante caliente como para crear un vórtice bajo el hielo roto.

«La causa más probable de la rotación es el agua del río que pasaba junto al disco, y una vez empieza a rotar en esa dirección, es probable que continúe», contó Nakroshis a la radio.

Según una publicación en la página de Facebook de la ciudad de Westbrook, los científicos locales esperan estudiar el disco antes de que se descomponga.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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