Cómo reducir el consumo energético durante tus vacaciones

Las escapadas estivales son uno de nuestros momentos favoritos del año cuando llegan las ansiadas vacaciones, pero ¿podemos evitar el gasto energético del hogar durante nuestra ausencia?

Por Cristina Crespo Garay
Publicado 5 ago 2021, 13:04 CEST
Reducir consumo energético durante vacaciones

A menudo las soluciones más eficaces son aquellas que logran optimizar nuestras posibilidades a la vez que las alineamos con la mejora de nuestro entorno. 

Fotografía de Anete Lusina Pexels

Cuando partimos de viaje, muchos elementos influyen en el consumo energético de nuestro hogar más allá del llamado consumo fantasma, es decir, aquel que se deriva de los aparatos eléctricos que están permanentemente enchufados a la red. Dicho de otro modo, el consumo cuando están en stand by, listos para ser utilizados en un instante al pulsar cualquier botón.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) afirma que este gasto oscila entre el 5 y el 10% de la energía eléctrica total de nuestro hogar. Pero, ¿por qué sucede y cómo podemos reducirlo? Los aparatos electrónicos que dejamos enchufados a la corriente cuentan con un transformador que adapta el voltaje que utilizan a través de dos bobinas que, a pesar de estar en desuso, se mantienen activas. La luz roja o blanca que muestran aparatos como la televisión o el ordenador cuando se suspenden delatan este consumo fantasma.

Según los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios, se estima que el consumo medio de un aparato en stand by es de unos 5W, aunque hay mucha disparidad entre los diferentes tipos y modelos. Para evitar este gasto, podemos informarnos sobre cada aparato a la hora de comprarlo, incluyendo así el consumo en reposo en el proceso de decisión compra.

Sin embargo, evitar este derroche energético en nuestro hogar es algo sencillo si ponemos en marcha una serie de gestos que darán un respiro al planeta y a nuestra factura. El primer paso y  la base de la sostenibilidad energética sería obtener la luz de una fuente de energía renovable que almacene el excedente que pueda generarse durante las vacaciones, como utilizar placas de luz solar.

Consejos para un día a día más ecológico

 

Más allá de la fuente de energía, parece evidente pensar que desenchufar todo aquello que no estemos utilizando, o bien utilizar regletas con interruptor que podamos apagar, podría ayudarnos a atajar el problema de raíz. Hoy en día ya existen regletas especiales con eliminador de stand by, que detectan esa bajada de consumo y lo eliminan, o bien se desconectan de la red cuando el aparato está en suspensión.

Cuando nos vamos de vacaciones, una opción sería apagar el cuadro eléctrico de la vivienda por completo. Sin embargo, a veces queremos dejar la nevera o la alarma en marcha. También podemos utilizar temporizadores que desconecten automáticamente todos los aparatos que no utilicemos de noche.

Como ocurre con el gran peso de nuestras decisiones al elegir qué comprar o cómo movernos, cada elección en nuestro hogar reflejará también un día a día más o menos sostenible.  

Fotografía de Eric Anada, Pexels

A menudo las soluciones más eficaces son aquellas que logran optimizar nuestras posibilidades a la vez que las alineamos con la mejora de nuestro entorno. Tanto en el interior de nuestro hogar durante nuestra ausencia, como fuera de él durante las vacaciones, hay pequeños gestos imprescindibles si queremos remar a favor de un día a día más ecológico.

En vacaciones se vuelve especialmente importante el uso consciente del aire acondicionado y la regulación de la temperatura. La ideal oscila entre los veinte y los veintitrés grados durante el día y, por la noche, entre los quince y los diecisiete, según las recomendaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Hoy en día y gracias a la tecnología es especialmente fácil programar una  temperatura constante combinada con el uso de la ropa adecuada para no abusar del aire acondicionado, como ocurre habitualmente en oficinas y tiendas durante el verano.

Tal y como ocurre con el gran peso de nuestras decisiones al elegir qué comprar o cómo movernos, cada elección en nuestro hogar reflejará también un día a día más o menos sostenible.  A la hora de elegir la temperatura del agua al hacer la colada, por ejemplo, lavar la ropa a 40º en lugar de a 60º puede suponer un ahorro del 55% de la luz.

Además, elegir electrodomésticos eficientes en términos de consumo, utilizar bombillas de bajo consumo, que ahorran hasta un 80% de energía, o bien aprovechar la luz del sol pueden parecer detalles insignificantes, pero a nivel global suponen un giro de 180º en las cifras del derroche energético.

Estos pequeños gestos, sumados a un uso consciente y responsable de la energía, pueden ayudarnos a mantener el consumo energético a raya, tanto dentro de nuestro hogar como en el lugar al que acudamos durante vacaciones.

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