Esto es lo que el calor extremo le hace a tu cuerpo

El agotamiento por calor puede producirse en cuestión de horas. La insolación puede ser mortal. A continuación te explicamos cómo reconocer los efectos de la temperatura en tu cuerpo y qué hacer al respecto.

Por Meryl Davids Landau
Publicado 2 ago 2023, 12:58 CEST
El ser humano enfría su cuerpo mediante la evaporación del sudor

El ser humano enfría su cuerpo mediante la evaporación del sudor. Aunque esta técnica funciona bien en las secas sabanas africanas donde evolucionó el ser humano, es mucho menos eficaz en climas húmedos.

Fotografía de Atsushi Taketazu, The Yomiuri Shimbun, AP Images

En las últimas semanas se han batido récords de calor en tres continentes. Estados Unidos registró el mayor número de alertas por calor de la historia, algunas zonas de China se asaron simultáneamente y en Europa las temperaturas subieron tanto que los residentes bautizaron extraoficialmente las olas de calor como Cerberus, por el monstruo del Infierno de Dante y con Caronte, el barquero de Hades, dios griego del inframundo, anunciando su no menos aciaga llegada.

Debido al cambio climático, es probable que pronto se superen estos récords de calor (incluido el día más caluroso de la Tierra, el 3 de julio), por lo que es importante conocer las formas en que el calor daña el cuerpo humano y cómo prevenirlas, afirma Kurt Shickman, director de iniciativas sobre calor extremo del Centro de Resiliencia de la Fundación Adrienne Arsht-Rockefeller, en Washington D.C. (Estados Unidos). "El calor es extremadamente peligroso, y el cambio climático hará que haya más zonas propensas", afirma.

Que las temperaturas extremas puedan dañar (y a veces matar) implica numerosos factores. El termómetro es clave, por supuesto, pero la humedad también importa, porque los humanos enfriamos nuestro cuerpo principalmente mediante la evaporación del sudor. Aunque esta técnica funciona bien en las secas sabanas africanas donde evolucionó el ser humano, es mucho menos eficaz en las zonas pantanosas de Washington, D.C., el sur subtropical de Florida y muchas otras partes de EE.UU., afirma W. Jon Williams, experto en salud por calor del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (la humedad se tiene en cuenta en el índice de calor o la sensación térmica de las aplicaciones meteorológicas).

El calor no tarda mucho en dañar el cuerpo, por lo que reconocer los signos de un golpe de calor (y conocer las medidas que hay que tomar) puede salvar vidas.

El sarpullido por calor aparece en cuestión de horas en días húmedos

El sarpullido por calor, también conocido como miliaria cristalina o fiebre miliar, son pequeñas ampollas parecidas a granos que salen cuando el sudor atrapado bajo la ropa ajustada no puede evaporarse y los poros se obstruyen. El sarpullido suele aparecer en el pecho, el cuello y/o las axilas cuando la camisa aprieta, o alrededor de los pechos o la ingle si el sujetador, los pantalones cortos o la ropa interior aprietan.

El sarpullido por calor difiere de las quemaduras solares porque no es necesario exponerse al sol y las ampollas no suelen ser peligrosas.

En cuanto se detecten los sarpullidos, las personas deben trasladarse a un ambiente fresco y quitarse las prendas molestas. Colocar compresas frías sobre la piel puede acelerar la curación. La mayoría de los casos se resuelven en unas horas, pero si el enrojecimiento o el dolor persisten, o si aparece fiebre, la zona puede haberse infectado y requerir antibióticos.

(Relacionado: Cómo prepararnos para el aumento de las olas de calor)

Los calambres por calor se producen al realizar esfuerzos al aire libre

Los calambres por calor son espasmos dolorosos e involuntarios que se producen tras una actividad extenuante al aire libre. Son una señal temprana de que el cuerpo no está soportando bien el calor, dice Kristopher Paultre, médico especialista en medicina deportiva de la Universidad de Miami (Estados Unidos).

Los calambres se desencadenan cuando la sudoración intensa provoca la pérdida de electrolitos importantes; un descenso repentino de sodio, potasio y calcio puede desencadenar contracciones involuntarias. Los músculos más propensos a sufrir calambres son los que se activan durante la actividad de la persona. "Si se corre con calor, es más probable que se produzcan calambres en las piernas", dice Williams. Cada calambre dura varios minutos.

Para poner fin a los calambres (y asegurarse de que no se conviertan en golpes de calor más graves) es necesario detener el esfuerzo y trasladarse a un lugar fresco. El sodio perdido se recupera mejor comiendo alimentos salados como patatas fritas, pero no tomando pastillas de sal, un antiguo remedio popular. Según Williams, estas pastillas llevan los líquidos al intestino y los alejan del sistema cardiovascular, que ya está sometido a tensión por el calor.

Una hidratación adecuada puede prevenir los calambres por calor. Beber agua sola es suficiente si las actividades al aire libre están previstas para dos horas o menos, ya que el cuerpo autorregula los electrolitos durante ese tiempo (entre otras cosas, captando los minerales secretados en el sudor y devolviéndolos a la sangre). Después, deben consumirse bebidas deportivas con electrolitos que contengan estos minerales.

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El agotamiento por calor puede aparecer en cuestión de horas

El agotamiento por calor se produce cuando los esfuerzos del cuerpo por mantener su temperatura estándar de 36°C empiezan a flaquear. Durante un episodio de agotamiento por calor, la temperatura corporal puede llegar a los 38 °C, y los síntomas son mucho más graves que los calambres musculares.

Algunos síntomas del agotamiento por calor se derivan del esfuerzo cada vez más frenético del organismo por bajar la temperatura: se intensifica la sudoración y disminuye la producción de orina para acumular líquidos. Se produce fatiga intensa o incluso desmayos, para forzar el reposo. "Si estás trabajando duro en un ambiente caluroso, estás generando mucho calor metabólico además del elevado calor ambiental. Si te libras de uno de los elementos que calienta, tu cuerpo no se calentará tanto", explica Williams.

Además, los electrolitos se agotan cada vez más (provocando dolores de cabeza y vértigo) y la mayor temperatura corporal favorece las náuseas y la irritabilidad.

Para tratar el agotamiento por calor hay que trasladarse inmediatamente a un lugar fresco (idealmente con aire acondicionado), beber agua y bajar rápidamente la temperatura corporal dándose una ducha o un baño tibios o colocándose compresas de hielo en el torso. Durante muchos torneos atléticos universitarios en Florida, hay tinas de hielo preparadas en caso de que los jugadores sobrecalentados necesiten refrecarse, dice Paultre.

Una vez recuperada la temperatura corporal, la mayoría de la gente no necesita atención médica. Sin embargo, las personas con cardiopatías deben acudir a urgencias para asegurarse de que no han sufrido daños, aconseja Williams.

Para una de cada 10 personas que lo sufren, ya sea porque continúan con su actividad física o porque las circunstancias les impiden aliviarse, su estado se convierte rápidamente en un golpe de calor, afirma Williams.

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El golpe de calor sigue inmediatamente al agotamiento por calor

El golpe de calor se produce cuando el cuerpo ya no puede controlar su temperatura corporal interna, que se eleva a 40 °C o más. La piel se pone roja y caliente al tacto, y cesa la sudoración. "En este punto, el cuerpo ha dejado de intentar enfriarse. Se ha rendido", dice Paultre.

Esta afección es tan grave que mata hasta al 65% de las personas que llegan a este estado. Los casos clásicos son una persona mayor sin aire acondicionado que muere tras días de calor y humedad incesantes, o un niño abandonado en un coche cerrado que perece en cuestión de minutos.

Los trabajadores al aire libre y los deportistas sufren un golpe de calor por esfuerzo. En este caso, un organismo obligado a elegir entre mantener el corazón y los músculos en funcionamiento o reducir la elevada temperatura corporal suele dar prioridad a lo primero. Los hombres, que es más habitual que trabajen al aire libre, representan más de dos tercios de las muertes por calor en EE.UU. La ola de calor europea del verano pasado mató a 61 000 personas, en su mayoría hombres jóvenes y mujeres mayores, según concluyeron recientemente los científicos. Italia encabezó este triste ranking con 18 010 muertes, seguida de España con 11 324 y Alemania con 8173.

Las altas temperaturas corporales afectan al sistema nervioso central, provocando delirios, convulsiones y, a menudo, pérdida de conciencia. Se forman coágulos en el sistema cardiovascular y la inflamación se extiende por todo el cuerpo, dañando los riñones, el corazón y otros órganos.

Una persona que sufre un golpe de calor es incapaz de ayudarse a sí misma. Sólo sobrevive cuando los que están a su alrededor llaman al 911, la alejan del calor y le rocían el cuerpo con hielo y/o agua fría. Obligarles a beber no es aconsejable, dice Williams, ya que los niveles de líquidos deben ser evaluados por profesionales.

Los que se recuperan suelen sufrir daños permanentes en los órganos.

"Alguien que sufra un golpe de calor pasará mucho tiempo en el hospital", dice Williams. Es más, es probable que su cuerpo tenga dificultades para regular la temperatura durante meses o más, lo que hace que las medidas de protección frente al calor futuro sean aún más importantes.

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Estrategias generales para mantenerse a salvo

Las personas pueden protegerse del calor extremo pasando al menos una parte de los días abrasadores en un entorno con aire acondicionado; permaneciendo a la sombra cuando estén al aire libre; evitando realizar esfuerzos (ya sea por trabajo o por deporte) en las horas más calurosas del día; y asegurándose una hidratación adecuada.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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