Cómo hacer compost casero (y por qué es bueno para el medio ambiente)

Te explicamos la ciencia detrás del reciclaje de restos de comida en casa y cómo ayuda a reducir las emisiones de los vertederos.

Por Sarah Gibbens
El compost se hace con una mezcla de restos de comida y residuos de jardín, como ...

El compost se hace con una mezcla de restos de comida y residuos de jardín, como las hojas rastrilladas. Cuando se añade a la tierra, ayuda a las plantas a prosperar.

Fotografía de Severin Wohlleben, laif/Redux

Este artículo se publicó el 31 de marzo de 2023 y ha sido actualizado el 28 de septiembre de 2023.

Alrededor de un tercio de los alimentos producidos en el planeta se desperdicia, y gran parte acaba en los vertederos, donde se convierte en una fuente de metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono. Eliminar los residuos es la solución definitiva, pero siempre quedarán algunos. Para remediar este problema existe una solución al alcance de prácticamente todo el mundo: el compostaje.

Hacer compost casero convierte la basura en descomposición en un valioso potenciador del suelo que ayuda a las plantas a crecer. Los agricultores lo llaman "oro negro". 

Y ya sea en tu patio trasero o en una instalación comunitaria, los expertos aseguran que hacer compost reduce tu producción de basura y que, aunque sea de forma colateral o reducida, ayuda a combatir el cambio climático.

En Estados Unidos, algunas ciudades están implantando un compostaje local para ayudarlas a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Nueva York está desarrollando un plan de compostaje obligatorio. Washington DC y Chicago tienen programas pilotos de compostaje, Seattle y San Francisco llevan años compostando los restos de comida de sus vecinos con éxito desde hace años.

"No hay que tener miedo. Es relativamente fácil. No está exento de errores, pero éstos se aprenden y se corrigen fácilmente", dice Bob Rynk, autor principal de The Composting Handbook y profesor emérito de la universidad SUNY Cobleskill en Nueva York (Estados Unidos).

¿Qué ocurre en una pila de compost?

Los alimentos se convierten en compost gracias al duro trabajo de pequeños microorganismos como bacterias, hongos y protozoos. 

"Cuando tienes una pila de compost, te conviertes en un agricultor de microbios. Estás gestionando microbios", dice Rhonda Sherman, experta en compostaje de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Estados Unidos). "¿Y qué necesitan los microbios? Necesitan lo mismo que nosotros. Que es aire, agua, comida y refugio".

A pequeña escala, en el patio trasero o en el vecindario, una pila de compostaje debe constar de tres cosas: restos de comida, agua y material seco y leñoso, como desperdicios del jardín u hojas rastrilladas.

Los desperdicios de jardín se denominan a menudo "residuos marrones" y tienen un alto contenido en carbono. Los restos de comida se denominan "residuos verdes" y tienen un alto contenido en nitrógeno. Una pila de compost debería tener el doble de residuos marrones que verdes. 

Además de evitar que la pila se convierta en un desastre, los marrones son más voluminosos y crean espacio para que el oxígeno se mueva por la pila. Ese oxígeno ayuda a los pequeños microbios a descomponer los residuos alimentarios mediante un proceso llamado digestión aeróbica. 

En los vertederos, los montones profundos de basura impiden que el oxígeno llegue a los alimentos en descomposición, y éstos son descompuestos por microbios que pueden sobrevivir sin aire. La digestión anaeróbica que practican esos microbios produce metano. 

En cambio, cuando los microbios aeróbicos descomponen los residuos ("primero, los compuestos azucarados más fáciles, y luego las proteínas y grasas, y finalmente las fibras", dice Rynk) emiten dióxido de carbono, que también es un gas de efecto invernadero, pero menos potente que el metano.

Los microbios también emiten calor, y en una pila grande y bien gestionada, ese calor puede alcanzar más de 54 grados celsius, lo suficiente para matar a los patógenos. 

El compost fresco que queda después de varios meses está en un estado de descomposición más lento; es rico en microorganismos y nutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio. 

(Relacionado: ¿Por qué la basura de reciclaje no siempre se recicla?)

Cómo hacer compost casero bien

En casa, debes remover o mezclar el montón periódicamente y mantenerlo húmedo. Ambos pasos acelerarán el proceso de descomposición. La agitación permite que el oxígeno llegue a todos los rincones, y la humedad asegura la supervivencia de los microorganismos, que necesitan humedad para vivir.

De hecho, la razón más común por la que los montones de compost hechos en el patio trasero no tienen éxito es porque están demasiado secos. Pero no hay que ahogar la pila: con añadir más verduras (que contienen humedad) puede ser suficiente. Si no es así, basta con rociar agua suavemente sobre la pila.

Escurre una esponja húmeda y observa su textura, sólo ligeramente húmeda, como dice Sherman: "Ese es el aspecto y el tacto que debe tener tu pila de compost". "Puedes ver que está húmeda, pero no está goteando por todas partes". 

Sherman dice que anima a la gente a mantener cubos de compost de alrededor de un metro de altura para que puedan acumular suficiente calor, pero que los mantengan a la sombra, donde no se sequen.

"La gente cree que tiene que ponerlo al sol para que se caliente. Eso es un mito. La acción de los microorganismos calienta los materiales en el cubo", dice.

No todos los restos de comida son recomendables para una pila de compost de patio. Los restos de frutas y verduras suelen ser seguros, pero la carne y los productos lácteos que no se han comido son más propensos a oler y atraer plagas. También contienen niveles más altos de grasa, que tardan más en descomponerse. Aunque no es infrecuente ver roedores en un cubo de compostaje, dar la vuelta a la pila con regularidad evita que creen nidos, y el compost puede hacerse de forma eficaz en cubos cerrados. 

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos tiene una lista más detallada de los elementos que no deben tirarse en una pila de compost. Incluye artículos como los desperdicios de jardín tratados con pesticidas que podrían matar a los microorganismos. 

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    Los residuos de alimentos que se muestran aquí han sido recogidos entre los residentes de Lyon (Francia) y serán procesados en una instalación comercial de compostaje. Añadiendo la recogida de residuos alimentarios a los programas habituales de reciclaje y recogida de basura, las ciudades pueden reducir la cantidad total de basura que se envía a los vertederos.

    Fotografía de Nicolas Liponne, Hans Lucas/Redux

    Hace ya años que en España se ha extendido la separación entre basura orgánica, cartón y envases (aunque un reciente informe de Ecoembes ha puesto de manifiesto que cerca de un 30% de la basura que arrojamos al contenedor de envases está mal depositada). En Estados Unidos, en cambio, algunos municipios han empezado ahora a ofrecer contenedores de restos de comida junto a los de basura y reciclaje. Los restos de comida que se recogen en la ciudad suelen ir a un gran compostador industrial en el que a menudo se desmenuzan o cortan a su llegada y se procesan a altas temperaturas.

    El compostaje a este nivel puede hacerse en grandes pilas o en silos. Dado que envían los residuos de alimentos a las instalaciones industriales de compostaje, los municipios suelen aceptar una mayor variedad de restos que los que se pueden tirar en el patio trasero, y la normativa varía según la ciudad. 

    Si no tienes un patio trasero o jardín, ni acceso a un servicio municipal de recogida de restos de comida, o simplemente no quieres tener una pila de compost en casa, muchos huertos urbanos y mercados agrícolas aceptan el compost.

    Y si te preocupa el olor de mantener el compost en tu encimera o en tu cocina antes de moverlo a una pila de compost más grande, Sherman dice que poner los restos de comida en el congelador es una muy buena idea. Al congelar los restos de comida, pones en pausa el proceso de descomposición y evitas que se formen olores. 

    (Relacionado: ¿Es buena idea incinerar los residuos plásticos?)

    ¿Cómo se hace compost con lombrices?  

    El compostaje con lombrices, o vermicompostaje, produce un mejorador del suelo aún más valioso. Las lombrices digieren los desechos y excretan excrementos ricos en nutrientes para las plantas. Los investigadores también están descubriendo que los microorganismos vivos que se encuentran especialmente en el vermicompost pueden ayudar a proteger los cultivos de enfermedades comunes y reducir la necesidad de herbicidas y pesticidas. 

    Sin embargo, aunque las lombrices de tierra se encuentran a veces de forma natural en el fondo de una pila de compost, no deben añadirse a un contenedor de compost grande y caliente. 

    Las lombrices no tienen pulmones y respiran a través de su piel, que debe permanecer húmeda para evitar que se sequen y mueran. Aunque un cubo de compostaje debe estar húmedo, normalmente no lo está lo suficiente para que las lombrices sobrevivan. 

    En su lugar, dice Sherman, las lombrices deben estar en cubos más pequeños de menos de 60 centímetros de altura. Dado que prosperan en espacios más pequeños, las lombrices de tierra pueden ser contenidas fácilmente en un contenedor cerrado bajo el fregadero de la cocina o en el balcón de un apartamento, lo que hace que el vermicompostaje sea una opción potencial para las personas sin patios. El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de Estados Unidos tiene un tutorial que muestra cómo construir un contenedor de lombrices en casa. 

    (Relacionado: La basura que flota en nuestos océanos)

    ¿Qué hacer con los envases de alimentos biodegradables/compostables?

    Los productos etiquetados como "compostables" o "biodegradables", como el material de embalaje o los utensilios, son cada vez más populares, pero están destinados a ser procesados en una instalación de compostaje industrial. 

    Ian Jacobson, presidente de Eco-Products, un fabricante de productos compostables, dice que su empresa vendió 200 productos distintos en 2010, y ahora ofrece más de 450. Los envases con etiqueta compostable pueden ser de todo tipo, desde papel y bagazo de caña de azúcar hasta bioplástico, que es un plástico fabricado a partir de plantas como el maíz. Algunos, pero no todos, están certificados por el Instituto de Productos Biodegradables (BPI), el mayor certificador de materiales compostables, que prueba los productos compostables para garantizar que puedan ser procesados en instalaciones comerciales. 

    Los envases de comida para llevar suelen ser de papel compostable. Pero si "simplemente tiras el envase en tu cubo de compostaje, se quedará ahí", dice Sherman. Triturar el envase en trozos pequeños, de no más de cinco centímetros, dará a los microbios una mejor oportunidad de descomponerlo. 

    Incluso así, puede que no se descomponga fácilmente. Aunque una pila de compostaje bien gestionada en el patio trasero puede alcanzar altas temperaturas, las temperaturas más altas de una instalación industrial descomponen el material de forma más eficaz. Sherman también señala que los productos de papel compostable, como el periódico o las toallas de papel, pueden volverse "blandos" y compactarse en una pila de compost, impidiendo la aireación.

    Los envases de alimentos fabricados con bioplásticos no son compostables en un contenedor doméstico porque suelen tener fuertes enlaces poliméricos que sólo pueden descomponerse en una instalación industrial. Sin embargo, no todos los bioplásticos pueden ser procesados por los compostadores comerciales porque algunos bioplásticos contienen aditivos químicos tóxicos para impermeabilizarlos o darles fuerza. 

    Además, un estudio preliminar publicado en septiembre de 2023 por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España mostró mayor toxicidad en bolsas compostables que en las de plástico convencional. Según la nota de prensa difundida por el CSIC, el estudio demuestra que la toxicidad observada en las bolsas compostables se traslada al abono durante el proceso de biodegradación, lo que repercute en la acumulación de contaminantes, que pueden afectar al medioambiente e impactar negativamente en la salud de la población.

    (Relacionado: Todo lo que necesitas saber sobre los bioplásticos)

    ¿Cómo ayuda el compostaje al medio ambiente? 

    En 2018, Estados Unidos produjo casi 300 millones de toneladas de basura. Después de los productos de papel, los alimentos fueron la segunda categoría más alta de residuos, que comprende alrededor del 21% de lo que tiramos y aumenta el tamaño de los vertederos, la fuente del 34% de las emisiones de metano. Ese mismo año, España generó unos 137 millones de toneladas de residuos (basura y otros deshechos), según el INE.

    Cuando se realiza a gran escala, el compostaje puede hacer mella en las emisiones. La ciudad estadounidense de San Francisco, que estableció la obligatoriedad del compostaje en toda la ciudad en 2009, ha sido capaz de desviar el 80% de sus residuos de los vertederos cada año, más de 2,5 millones de toneladas en total.

    Según una estimación del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de Estados Unidos, las leyes de compostaje de San Francisco redujeron el equivalente a 90 000 toneladas métricas de dióxido de carbono cada año, el mismo número de emisiones que unos 20 000 coches.

    Además de reducir las emisiones de los vertederos, el compost hace que el suelo sea más sano. Cuando se coloca en capas sobre el suelo de un jardín o una granja, la materia orgánica del compost mejora los suelos poco saludables. También ayuda a unir las partículas del suelo y a retener más agua. Un suelo mejor contribuye al crecimiento de las plantas, lo que puede ayudar a secuestrar el carbono de la atmósfera. Un suelo más fuerte y rico en nutrientes también reduce la necesidad de fertilizantes y pesticidas, que son contaminantes en sí mismos y a menudo se producen con prácticas mineras destructivas y con una alta huella de carbono. 

    De hecho, el único inconveniente del compostaje puede ser el "factor asqueroso". Sobre este punto, Sherman dice que no hay que preocuparse. 

    "No apesta, no es asqueroso. Y una vez a la semana voy a mi cubo de compostaje del patio trasero. Tardo tres minutos en compostar. Trato de animar a la gente. Trato de decirle a la gente que es muy fácil de hacer".

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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