Cañones
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

Escarpadas moles de basalto ancladas en gargantas que las inundaciones han esculpido caracterizan las montañas Simen en Etiopía. Este abrupto paisaje, en ocasiones denominado los Alpes africanos, es el único hábitat del babuino gelada, en peligro de extinción. Los primates encuentran en los escabrosos acantilados del cañón refugio frente a hienas, chacales y leopardos.
Fotografía de Michael Nichols
El agua salta entre las piedras mientras el río Colorado continua atravesando el Gran Cañón. Se tardan dos días a pie o en mulo para llegar al fondo del Gran Cañón y volver, y al menos dos semanas para atravesar el Cañón en canoa. En 1963 se completó la construcción de la presa de Glen Canyon río arriba del Gran Cañón, alterando por completo la corriente del río Colorado.
Fotografía de Wilbur E. Garrett
Con México a la izquierda y Estados Unidos a la derecha, el Río Grande forma una barrera natural entre los dos países. En el lado estadounidense, el río desciende por el Cañón de Santa Elena dentro del Parque Nacional Big Bend, en el estado de Texas. Acantilados de piedra caliza de más de 450 metros de altura delimitan este cañón.
Fotografía de Bruce Dale
Un cañón estrecho atraviesa el desierto de Arizona, uno de tantos diseminados por la frontera del estado con Utah. Los cañones estrechos son, en comparación, más pequeños y especialmente angostos que pueden llegar a tener varios cientos de metros de profundidad. Para que en una región aparezcan este tipo de cañones es necesario que la lluvia y determinadas características geográficas se combinen de modo especial. La lluvia y la nieve han ido tallando y desgastando las rojizas rocas de esta región durante miles de años hasta formar estos estrechos cañones.
Fotografía de Bill Hatcher
Una catarata desciende por la escarpada ladera del Gran Cañón en Arizona. Además del imponente río Colorado que atraviesa el cañón, el agua, un recurso vital en estas áridas tierras del sudoeste americano, se puede encontrar en forma de riachuelos, manantiales y fuentes.
Fotografía de Michael Nichols
Las formaciones rocosas sobresalen en la superficie del Gran Cañón del Parque Nacional Yellowstone. Las inundaciones provocadas por las últimas glaciaciones contribuyeron a tallar este cañón, haciéndolo más profundo al arrastrar la mayoría de su arena y tierra fina.
Fotografía de Norbert Rosing
Rocas talladas se extienden hasta donde alcanza la vista en el Monumento Nacional del Cañón de Chelly, en Arizona. Este cañón es especial entre todos los parques nacionales de Estados Unidos porque se encuentra situado dentro de una gran reserva de indios navajos, donde vive una de las tribus. Según las creencias navajas, una diosa llamada Mujer Araña vivía en lo alto de la Roca Araña, el monolito de piedra arenisca que se observa en primer plano. La diosa devoraba a los niños desobedientes y sus pálidos huesos hicieron que la cima de la Roca se volviera blanca.
Fotografía de Bill Hatcher
Las flores rojas de un cactus se abren en un valle del Gran Cañón. Tallado por el río Colorado a través de millones de años, el Gran Cañón está considerado uno de los ejemplos más admirables de erosión de un suelo árido del mundo. Este inmenso cañón tiene 446 kilómetros de longitud y una media de 1.200 metros de profundidad, pero tan sólo 24 kilómetros de diámetro en su punto más ancho.
Fotografía de Barry Tessman
La luz del sol penetra en las gritas del Antelope Canyon, (Arizona) pintando las ondulaciones creadas por años de riadas y otros procesos erosivos. Este cañón estrecho es uno de los más visitados del sudoeste americano.
Fotografía de Paul Nicklen