Imágenes del April Fool’s Day: Siete leyendas urbanas sobre animales
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

La gente no puede parir conejos, pese a que Mary Toft lo hiciera en 1726.
Esta sirvienta inglesa de 25 años dio a luz a una camada de conejos, aunque no todos nacieron vivos. Su médico, John Howard, envió cartas a toda la élite de médicos ingleses ante el aparente milagro. Llegó a escribir incluso al mismísimo rey George I.
La historia se propagó como la pólvora, convirtiendo a la familia Toft en una de las más famosas del siglo XVIII según la Universidad de Glasgow. Exámenes posteriores de los cadáveres de los conejos demostraron que no llegaron del vientre de Mary Toft, y se fue desacreditada y acusada de inventar la historia para hacer dinero con ella.
Fotografía de Illustration by William Hogarth via WikiPaintings
La “Operación Abejas Asesinas” generó gran revuelo como broma del April Fools 'Day de 1994. Los residente de Gleandale y Peoria, en Arizona, encontraron panfletos informativos en sus barrios advirtiéndoles de un eminente ataque de abejas asesinas.
Los carteles instaban a la gente a quedarse en sus casas, y mientras un batallón aéreo fumigaría la zona con el fin de matar al enjambre asesino.
En la vida real existe una “abeja asesina”, es la Apis Mellifera, conocida como scutellata, una subespecie de abeja africana (en la foto) que fue introducida en Brasil en 1956. Estos insectos han matado al menos a un millar de personas, pues ofrecen a sus víctimas picaduras diez veces más numerosas que las abejas europeas, de acuerdo con la Universidad de Columbia.
Fotografía de Chris Alleaume, My Shot
Tom Biscardi, director y fundador de BIGFOOT Inc., muestra la fotografía de lo que él consideró ser la boca de un Bigfoot. Esto sucedió durante una conferencia de prensa en Palo Alto, California, el 15 de agosto de 2008.
Por desgracia, no hay evidencia real sobre este hecho. Las primeras personas que afirmaron haber visto al Bigfoot fueron dos hombres que encontraron el cadáver de una extraña criatura de dos metros de alto en los bosques de Giorgia.
Los científicos lo consideraron una broma, ya que los dos hombres siempre se negaron a enseñar el cuerpo. Las análisis genéticos revelaron que las pruebas presentadas correspondían a ADN de ser humano y de zarigüeya, según informó National Geographic News informó en 2008.
Fotografía de Kimberly White, Reuters
“La mascota perfecta” se convirtió en broma perfecta en el April Fools 'Day de 1984, cuando el periódico Orlando Sentinel publicó un artículo ensalzando los méritos de la morsa de Tasmania, incluyendo una fotografía en la que en realidad aparecía una rata topo lampiña o rata topo desnuda (heterocéfalo) (en la foto).
Según el documento, este animal parecía una morsa, ronroneaba como un gato, y era tan dócil como un hámster. Esta mascota, traída supuestamente de contrabando desde Tasmania, no necesitaba ser lavada, utilizaba una caja de arena, y comía cucarachas. La mascota perfecta.
Por desgracia, en la vida real las ratas topo desnudas no a la altura de bombo del periódico.
Fotografía de Robert Clark- National Geographic
Uno de los grandes engaños del siglo 20 es la leyenda del monstruo del Lago Ness, y se dice que data de hace más de 1.400 años, cuando San Columba se encontró con una extraña bestia del agua en la región escocesa.
Pero la bestia no volvió armar mucho revuelo hasta 1933, cuando se construyó una nueva carretera que hizo el lago más accesible, y le dio una visión clara de su costa norte.
Ese mismo año se publicó la imagen más famosa de Nessie, con su cuello y cabeza emergiendo entre las turbias aguas del lago (en la foto). Fue tomada por ginecólogo respetado, el coronel Robert Wilson, así que el monstruo se convirtió en una auténtica sensación.
En 1994 la fotografía de Wilson volvió a las primeras páginas de nuevo, cuando un socio de Wilson llamado Christian Spurling confesó poco antes de su muerte que la imagen realmente mostraba un pedazo de plástico unido a un submarino de juguete.
Fotografía de Photograph from Keystone/Getty Images
Contar ovejas se convirtió en un tema de importancia global en el Día de los Inocentes de 2007, cuando un sitio web especializado en meteorología, RealClimate.org, anunció que el calentamiento global no es causado por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino por una disminución constante de la población ovina de Nueva Zelanda (en la foto se pueden observar las ovejas en la Isla Sur).
El científico Ewe Noh-Watt, del New Zealand Institute of Veterinary Climatology (Agencia ficticia inventada por RealClimate.org) afirmó que era extremadamente necesario que un país tuviera gran cantidad de ovejas blancas, pues éstas reflectaban el sol hacia el espacio. Sin población suficiente de ovejas blancas, la luz del sol se quedaría atrapada en la atmósfera terrestre, provocando calentamiento global.
Además, Noh-Watt consideró que todo esto conduciría a una desestabilización de la industria textil: “A medida que la tierra se calienta hay menos demanda de suéteres y jerséis de lana, así como de ropa interior de lana”, informó RealClimate.org.
Fotografía por Paul Chesley, National Geographic
Una mujer examina "A Young Family", una escultura de un humano-cerdo y sus retoños, creada por la artista australiana Patricia Piccinini, en la 50 edición del Venice Biennale of Arten junio de 2003.
Las fotografías de la escultura circularon por Internet años después, acompañadas de mensajes que sugerían, entre otras cosas, que las fotos representan un híbrido humano-perro creado en un experimento fallido, según el sitio web de rumores Snopes.com.
Resultó que había realmente parte de humano en la escultura: Piccinini utilizó cabello humano junto con silicona, acrílico, cuero y madera como materiales para la obra, de acuerdo con su sitio web.
En la vida real, los científicos ya están desdibujando la línea que separa a los humanos de algunos animales mediante la producción de quimeras, criaturas híbridas con partes de ser humano y partes de animal, según informó National Geographic News en 2005. Por ejemplo, en 2003 científicos de la Shanghai Second Medical Universityfusionaron células humanas con las células reproductoras del conejo. Según informaron, las primeras quimeras humano-animales se crearon correctamente.
Fotografía de Gabriel Bouys, AFP/Getty Images