Maestros del camuflaje marino
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

El rape con borlas utiliza una pieza que sobresale de la espina dorsal en forma de vara, que finaliza en una bolita que brilla. Esto atrae a otros peces y cuando el animal está lo bastante cerca de la boca del rape este lo engulle sin contemplaciones.
Fotografía de Jason Edwards
También conocido como pez cocodrilo. El Cymbacephalus beauforti sabe camuflarse en las profundidades marinas y en los arrecifes, donde normalmente acechan a sus presas.
Fotografía de Darlyne A. Murawski
En los arrecifes, los peces trompeta cambia su color con frecuencia para poder cazar a sus presas por sorpresa. Este pez suele esconderse manteniendo una posición vertical para mezclarse con los corales. Luego poco a poco se acercan hasta sus víctimas.
Fotografía de Drew Perry, My Shot
El taenianotus triacanthus es un depredador formidable. Adopta la forma y el movimiento de las algas marinas.
Fotografía de Tim Lamán
El dragón marino foliado verde ha evolucionado hasta llegar a un extraño parecido con las algas marinas de la costa de Australia.
Fotografía de Armand Poblete, My Shot
El pez roca de arrecife ronda los arrecifes de coral de todo el Indo-Pacífico. No siempre es fácil de detectar, ya que logra camuflarse muy bien con las rocas y colares de su alrededor. El pez piedra tiene espinas venenosas en su aleta dorsal. El veneno es uno de los más tóxicos del mundo.
Fotografía de Fotografía de Jeff Rotman/Getty Images
El camarón Coleman ha desarrollado un camuflaje perfecto para vivir entre las espinas venenosas del erizo de fuego, como vemos en esta imagen del Parque Nacional de Komodo, en Indonesia. Las puntas azules de las espinas del erizo están llenas de veneno tóxico, pero el camarón es capaz de vivir cómodamente entre ellos sin sufrir lesiones.
Fotografía de Tim Lamán
El pez sapo croa igual que las ranas anfibios, pero su sonido se parece más al sonido del entorno marino donde se esconde mientras espera a sus presas.
Este pez también tiene una gran resistencia al amoníaco. Los científicos investigan cómo es capaz de soportar tal cantidad de toxinas. Los resultados que puedan obtener de tales investigaciones podrían ayudar a producir tratamientos médicos para ciertas enfermedades humanas como podría ser la hepatitis, derrames cerebrales o ataques de corazón.
Fotografía de Kristian Taylor, My Shot