El alma del océano
Publicado 15 mar. 2017 13:21 CET, Actualizado 24 abr. 2017 0:28 CEST

"La convivencia con las focas durante todo un día fue una experiencia inspiradora y adictiva como pocas han sido otras experiencias de vida salvaje. Cuanto más veía, más quería ver, al terminar un rollo de película empezaba otro. También me gustaba estar lejos de todo lo demás. Teníamos una radio en el barco y un teléfono de satélite que usaba de vez en cuando, pero en su mayor parte eramos el hielo, las focas y yo."
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Un Gobiodon okinawae imita el color naranja brillante del coral blando como defensa contra los depredadores.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Nadando a través de las aguas del arrecife de Kingman me encontré con un festín para los ojos: los jardines de almejas gigantes cubiertas por sus mantos de color neón brillandoe vibrante, y se yuxtaponen con los corales de setas de colores brillantes.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Las Bahamas es un lugar muy concurrido por los tiburones. A lo largo de las más de 700 islas existe un hábitat perfecto para toda clase de tiburones. Con agua clara, azul como telón de fondo, este escenario tropical es el ambiente ideal para que un fotógrafo submarino pueda captar la especial mezcla de poder y gracia que estos animales exudan.
Fotografía de Fotografía de Fotografía por Brian Skerry, National Geographic
La capacidad de recuperación de los océanos es evidente en muchas reservas marinas de Nueva Zelanda. Algunos de estos lugares están protegidos debido a que fueron extraordinarios, otros se convirtieron en extraordinarios gracias a la protección.
Fotografía de Fotografía por Brian Skerry, National Geographic
Lejos de la frenética actividad de las ciudades de Japón la isla principal de Japón, la vida marina que rodea las islas de Ogasawara se mueve a su propio ritmo. En estas aguas del océano también ha transformado los naufragios de las guerras pasadas en exuberantes jardines de la vida, y las cuevas oceánicas ocultan especies aún no descritas por la ciencia.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Bañada por una mezcla de corrientes ricas en nutrientes, las aguas templadas del centro de Japón tienen una impresionante variedad de vida silvestre. La piscina sobre las arenas volcánicas de la bahía de Suruga es como entrar en un cuento de hadas.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Una escena impresionante. Una ballena de 45 pies de largo y 70 toneladas a pocos metros de un buzo que se mantiene de pie en el fondo del mar.
“En algún momento me detuve y me arrodillé en la arena para recuperar el aliento. Estaba seguro de que la ballena seguiría nadando. Per en vez de seguir se detuvo frente a mí. A los pocos segundos ambos retomamos el paseo. Pude nadar junto a ella mientras iba tomando fotos.”
Fotografía de Fotografía por Brian Skerry, National Geographic
El horizonte de las aguas en las islas Line en el arrecife de Kingman apenas rompe la superficie del océano. Dentro de la laguna masiva de Kingman, la calidad del agua es excepcional, permitiendo a los sistemas de arrecifes a su pleno desarrollo y lleno de vida silvestre en cada rincón.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic
Brian Skerry ha sido fotógrafo colaborador de la revista National Geographic desde 1998. Su nuevo libro, Ocean Soul, cuenta con espectaculares imágenes de una carrera de 30 años en la fotografía submarina. Ver una selección de sus imágenes en esta galería. Aquí, Scorpis violácea (conocido también como blue maomao) nadar por encima de un lecho de algas marinas en Nueva Zelanda.
Fotografía de Fotografía de Brian Skerry, National Geographic