
Un buceador contempla a un pingüino emperador mientras nada. Las zonas marrones de la superficie son microalgas, que se adhieren al hielo marino y hacen la fotosíntesis durante la primavera.
Fotografía de Laurent BallestaDurante inmersiones casi cinco horas, los buceadores documentaron la vida animal y vegetal a 70 metros bajo la superficie.
Fotografía de Laurent BallestaUna de las 16 especies de pulpo de la Antártida descansa en el lecho oceánico. Todos los pulpos de la Antártida cuentan con un pigmento especializado en su sangre que la vuelve azul para ayudarles a sobrevivir a temperaturas bajo cero.
Fotografía de Laurent BallestaUna foca de Weddell, el mamífero que se reproduce más al sur en el mundo, nada bajo el hielo. Las focas se quedan cerca de la costa y respiran a través de los agujeros en el hielo.
Fotografía de Laurent BallestaUn buceador nada a más de 60 metros bajo la superficie, donde la luz es tenue y las temperaturas caen por debajo de -1ºC.
Fotografía de Laurent BallestaUna foca de Weddell joven en una grieta en el hielo. Este joven ejemplar alcanzará los 3 metros de largo y media tonelada de peso una vez alcance su madurez.
Fotografía de Laurent BallestaLas aguas heladas bajo la Antártida son también el hogar de una gran variedad de invertebrados marinos.
Fotografía de Laurent BallestaUna foca nada bajo el hielo marino cerca de la Base Dumont d'Urville, al este de la Antártida.
Fotografía de Laurent BallestaUn buceador nada bajo varios metros de hielo antártico. La cuerda que vemos en el agua ayuda a los buceadores a encontrar el camino de vuelta a la superficie.
Fotografía de Laurent Ballesta