
Un niño afgano utiliza mantas para crear un espacio privado en un almacén abandonado en Belgrado, donde se cobijó junto a otros refugiados el pasado invierno.
Fotografía de Muhammed Muheisen, ApUn niño paquistaní de 14 años entra en calor. «La mayoría no quiere estar aquí, se sienten atrapados», dice Michel Saint-Lot, de UNICEF Serbia, sobre los miles de menores no acompañados que se han quedado en Serbia.
Fotografía de Muhammed Muheisen, ApUn chico cocina arroz. Él es uno de los casi 300.000 niños de todo el mundo que emprendieron viajes aciagos similares sin adultos en 2015 y 2016.
Fotografía de Muhammed Muheisen, National GeographicEn sus peligrosas travesías, los jóvenes como los de este grupo de Afganistán se arriesgan a caer en manos de ladrones, traficantes o depredadores sexuales.
Fotografía de Muhammed Muheisen, National GeographicUn chico de 16 años duerme en un coche abandonado en Belgrado. Las restricciones fronterizas desde marzo de 2016 y el endurecimiento de la denominada ruta de los Balcanes hacia la UE han dejado a miles de refugiados atrapados en Serbia.
Fotografía de Muhammed Muheisen, National GeographicEn primavera, hombres y niños empezaron a realizar actividades cotidianas como el rezo fuera de los almacenes en los que se quedaron durante el invierno.
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