7 descubrimientos arqueológicos a los que ha contribuido National Geographic
Publicado 3 nov 2017, 12:41 CET, Actualizado 7 nov 2018, 20:13 CET

El Doctor Robert Ballard descubrió el RMS Titanic en 1985 con la ayuda de tecnologías de imagen diseñadas por la National Geographic Society. Durante más de un siglo, un porcentaje de los beneficios de las suscripciones de National Geographic ha financiado exploraciones alrededor del mundo.
Fotografía de Emory Kristof, National Geographic CreativeEntre 1912 y 1915, una joven National Geographic Society financió la excavación de Hiram Bingham de una ciudad inca «perdida» en los Andes. El cartógrafo de Bingham se convirtió en el primero de la División Cartográfica de la NGS.
Fotografía de Hiram Bingham, National Geographic CreativeUno de los esqueletos humanos más antiguos y completos descubiertos en el Nuevo Mundo fue localizado por buzos en una cueva de Yucatán en 2007. National Geographic contribuyó a financiar la formación arqueológica de los buzos, que recuperaron los restos de 12.000 años de antigüedad en los años siguientes.
Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic CreativeNational Geographic se asoció con el Smithsonian en la década de 1920 para una excavación plurianual en Pueblo Bonito, la ruina más importante del cañón del Chaco.
Fotografía de Neil M. Judd, National Geographic CreativeLos restos momificados de la Momia Juanita, víctima de un sacrificio humano hace 500 años, fueron descubiertos en una montaña peruana por el explorador de National Geographic Johan Reinhard en 1995.
Fotografía de Johan Reinhard, National Geographic CreativeLa antigua ciudad grecorromana de Afrodisias, Turquía, actualmente Patrimonio de la Humanidad, ha sido el centro de excavaciones arqueológicas desde los 60. Las becas concedidas por National Geographic financiaron investigaciones científicas en Afrodisias durante más de dos décadas, entre 1966 y 1988.
Fotografía de Joanthan Blair, National Geographic CreativeEl increíble descubrimiento en 1987 de la tumba real de Sipán se produjo por saqueadores, pero National Geographic financió las excavaciones científicas durante los siguientes cuatro años.
Fotografía de Bill Ballenberg, National Geographic Creative