
Un pulpo rojo del pacífico, Octopus rubescens (arriba), muestra sus ventosas, cada una de las cuales controla de forma independiente: puede doblarse y retorcerse para proporcionar no solo succión, sino también una fuerza formidable y una destreza sorprendente.
Un pulpo capricornio se impulsa utilizando los músculos de su manto para forzar el agua a través del hiponome, o sifón, un embudo tubular visible debajo del ojo, que al expulsar el agua hace que se desplace con gran rapidez.
Muchos pulpos jóvenes, como este gran pulpo azul en estadio juvenil, Octopus cyanea, crecen con enorme rapidez
Una extraordinaria diversidad de pulpos habita en nuestros océanos, desde los trópicos hasta los polos. Wunderpus photogenicus, el pulpo maravilla, vive en las aguas cálidas y someras del Indo-Pacífico.
Fotografía de Laboratorio De Caldwell