La crisis humanitaria de Siria

Un niño sirio de unos 3 años abraza a su madre mientras esperan a que los transporten al campamento de Al Hol en la gobernación de Hasaka tras haberse rendido junto a otras mujeres y niños a las afueras de Baghuz. El niño recibió un disparo en el ojo durante un combate en Baghuz y fue uno de los muchos que huyó herido de la batalla en curso entre los Estados Unidos y las Fuerzas Armadas de Siria respaldadas por la coalición y el Dáesh.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicMujeres y niños emparentados, que en general expresaron su apoyo inquebrantable al Estado Islámico, aguardan a que los registren en el campo de refugiados de Al Hol durante los últimos días del EI en Baghuz, en la provincia de Deir ez-Zor. Miles de mujeres y niños llegaron a la zona de registro del campo en marzo de 2019.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicUn trabajador humanitario sostiene a un niño perdido mientras miles de mujeres y niños de Siria, Irak, Rusia, Bosnia, Finlandia y otros países llegan al campo de refugiados de Al Hol.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicMohammed Khalaf, de siete años, sostiene a su hermano pequeño Diyab en el campo de refugiados de Al Hol.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicFatima, de un año, mira a su madre mientras saca un trozo de pan. Fatima, que sufre desnutrición grave, está junto a sus dos hermanos y su madre, Mariam, a la derecha, de Cáucaso, Rusia, poco después de llegar al campo de refugiados de Al Hol en marzo.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicVarios miles de mujeres y niños llegaron a la zona de registro del campo de refugiados de Al Hol en marzo.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicNoor, de siete años, besa a su hermano pequeño, Abdullah, de un mes, mientras lo vigila en la zona de recepción del campo de refugiados de Al Hol tras haber llegado de Baghuz con su madre en los últimos días del EI.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicMujeres y niños que forman parte de una de las últimas olas de familias y simpatizantes de los soldados del Dáesh aguardan en el corredor humanitario a que los transporten a camionetas tras haber sido registrados por mujeres combatientes que forman parte de las Fuerzas Armadas Sirias a las afueras de Baghuz.
Fotografía de Lynsey Addario, National GeographicLos combatientes de las Fuerzas Armadas Sirias caminan por el campamento de tiendas abandonado por el Dáesh días antes en Baghuz.
Fotografía de Lynsey Addario, National Geographic