El entrenamiento para la expedición MOSAiC

Los integrantes de la expedición MOSAiC pueden ofrecerse voluntarios para participar en un curso de supervivencia de 55 horas llamado «Polar Code Survival Training». En la foto, vemos cómo llegan al barco de rescate tras terminar el entrenamiento en Svalbard. Dos de los tres entrenadores, Simon Kraus (izquierda) y Markus Breck forman a los participantes a bordo del buque Billefjord.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic
El campamento de entrenamiento polar en Svalbard, un archipiélago noruego y uno de los lugares habitados más septentrionales del mundo.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic
Thomas Wolf Wunderlich es uno de los capitanes del Polarstern, un rompehielos alemán en el que se llevarán a a cabo la mayor parte de las investigaciones del MOSAiC. En la foto, se toma un descanso para dormir durante el entrenamiento en Svalbard.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic
Cada balsa salvavidas cuenta con barritas compuestas de grasa, trigo y vitaminas. Para obtener suficientes nutrientes a diario, se recomienda comer nueve barritas. Esther Horvath, fotógrafa de National Geographic, participó en el curso de supervivencia. Según ella, las barritas llenan tanto que cuesta comerse más de dos.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic
Sebastian Brück (sentado a la derecha), Felix Kentges (sentado a la izquierda), Lutz Peine (de pie a la izquierda) y Ralf Neumann (de pie a la derecha) hierven agua para bebérsela. En el curso debían encontrar agua potable, recogida de los glaciares. El agua se hierve para hacerla potable y porque las bebidas calientes ayudan a combatir el frío.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic
Eran las 10 de la noche y se notificó a los participantes que los rescatarían. Les indicaron que no dejaran ninguna señal de su campamento, es decir, que tenían que desmantelar la barrera de piedras que habían construido para bloquear el viento y recoger toda la basura. Como habían llegado a la orilla en una balsa salvavidas, tenían que abandonar el campamento zarpando en su barco flotante. En la foto, vemos cómo se preparan para subir a bordo del barco de rescate.
Fotografía de Esther Horvath, National Geographic