Momias de animales egipcias
La gacela de una reina se preparó para la eternidad con los mismos cuidados que proporcionarían a un miembro de la familia real. Con vendajes finos con encaje azul y un ataúd de madera hecho a medida, acompañó a su dueña a la tumba en el 945 a.C.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionEs probable que este perro de caza preservado con esmero y cuyos vendajes se cayeron hace mucho tiempo perteneciera a un faraón. Como mascota real, «habría sido alimentado a bocados pequeños y habría estado muy malcriado», afirma la egiptóloga Salima Ikram. Cuando murió, lo enterraron en una tumba especial en el Valle de los Reyes.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionLas momias votivas, enterradas con una plegaria, son muy variadas, pero no siempre son lo que parecen. Este cocodrilo es falso: no tiene nada dentro.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionLa santidad de los tres toros se extendía a sus madres, preparadas para el más allá como esta vaca vendada cuidadosamente.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionEste babuino contiene un secreto que ayuda a identificarlo como mascota: una radiografía reveló que le faltaba un canino y es probable que se lo extrajeran para impedir que mordiera a la realeza.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionEsta carcasa con detalles de oro y pintados contiene un carnero sagrado. Como encarnación viva del dios creador Jnum, el animal vivió en un templo donde los sacerdotes lo cuidaron hasta que murió por causas naturales en el siglo II o III d.C.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionLas vendas dobladas parecen el collar de un gato, pero el animal que contienen estas envolturas elaboradas no era una mascota. Lo mataron partiéndole el cuello —una radiografía reveló la causa de la muerte— para poder momificarlo y ofrecerlo junto a la plegaria de un peregrino en un templo.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionLa insólita cubierta de una momia votiva de ibis —una cáscara de lino y yeso— reproduce el pico largo y la cabeza del animal con cuentas de cristal por ojos. En Egipto se dedicaron millones de momias de ibis votivas durante el primer milenio a.C.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionUna musaraña en un diminuto ataúd de piedra identifica su contenido.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionUn ave raptora con una cara hecha de appliqué contiene solo unos cuantos huesos.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionLos papiros y el lino trazan el contorno de una gacela.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image CollectionUn fardo de lino artesonado oculta un ibis.
Fotografía de Richard Barnes, Nat Geo Image Collection