El futuro de los safaris africanos (2)

Los elefantes macho del área de conservación Mara Naboisho, en Kenia, combaten con sus colmillos de marfil afilados, que también atraen a los cazadores furtivos. Una de las metas de este área de conservación es erradicar la caza furtiva y la posesión ilegal de productos de fauna silvestre.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
El área de conservación Mara Naboisho es un refugio para grandes felinos, entre ellos los guepardos.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
Las áreas de conservación ofrecen unas de las mejores experiencias de safari.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
El área de conservación Mara Naboisho dice albergar una de las mayores densidades de leones de África.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
Como las áreas de conservación limitan la cantidad de vehículos que pueden participar en los safaris, los visitantes consiguen una experiencia más íntima con la fauna salvaje.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
A diferencia de los parques nacionales, las áreas de conservación no se limitan a paseos en coche diurnos. Otras actividades incluyen safaris a pie y paseos en coche nocturnos para buscar animales nocturnos esquivos.
Fotografía de Anne Farrar, National Geographic
Un órice vaga por Sossusvlei, Namibia, donde las dunas de arena pueden medir hasta 400 metros de altura.
Fotografía de Pere Soler Isern/@pere.soler.photographer