¿Quieres sacar fotografías de ensueño en invierno? Los drones son tu mejor aliado

Los fotógrafos utilizan cámaras voladoras para crear imágenes sobrenaturales de la nieve y el hielo. Así puedes conseguir efectos similares.

Por Jennifer Barger, Caleb Kenna
Publicado 10 feb 2021, 12:09 CET

Volando a 30 metros de altura o más, la cámara de un dron captura imágenes a vista de pájaro y patrones abstractos que normalmente es imposible inmortalizar desde el suelo. Gracias a una amplia gama de precios y niveles de habilidad, los fotógrafos profesionales y aficionados pueden emplear cámaras voladoras (o drones con cámara) para conseguir resultados igual de fascinantes.

El fotógrafo de Middlebury, Vermont, Caleb Kenna utiliza los superpoderes de su dron con cámara DJI Mavic-2 para convertir las bucólicas tierras de cultivo, los ríos serpenteantes y los bosques salvajes del estado en paisajes en los que mezcla el impresionismo y el cubismo durante todo el año. El invierno es su estación favorita para volar el dron. «La nieve es un lienzo maravilloso donde puedes encontrar sombras de árboles y edificios», afirma Kenna. «Añade la luz del sol y conseguirás unos azules preciosos».

Una vez conozcas los aspectos básicos —cómo pilotarlos y dónde no debes utilizarlos—, los drones ofrecen amplias oportunidades para dar rienda suelta a la creatividad.

Consejo: Infórmate sobre la normativa de drones

«Hace unos años, me compré un dron pequeño de gama media, me descargué la aplicación, lo cargué y lo encendí», cuenta Brendan McCabe, editor de fotografía de National Geographic. «Las hélices giraban, las luces parpadeaban y despegó poco a poco, volando a unos centímetros del suelo. ¡Magia! Mis hijos aplaudieron de emoción ante la posibilidad de tener nuestra propia máquina voladora».

McCabe vive en Washington D.C., que tiene uno de los espacios aéreos más restringidos de Estados Unidos. «En cuanto empecé, el GPS de la aplicación detectó nuestra ubicación y el dron aterrizó y se apagó», cuenta. «Aquí los drones están prohibidos».

En España, la entidad ENAIRE, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tiene una página web donde detalla los usos y zonas permitidos y no permitidos. Debes saber que si utilizas los drones para usos profesionales, tendrás que estar habilitado en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), entre otros requisitos. En general, evita volar en espacio aéreo controlado y sobre edificios y personas, nunca pierdas el dron de vista y no superes los 120 metros de altura.

Consejo: No vayas siempre a lo más alto

«Como fotógrafo, siempre buscas una perspectiva nueva, ya sea subiéndote a una escalera o poniéndote de rodillas. Así que ser capaz de subir cinco, diez o 120 metros es muy emocionante», afirma Kenna. «Con un dron con cámara, quizá tu instinto sea subir todo lo que puedas. Pero a mí me gusta quedarme a menos altura —a unos 15 metros, no a 120— y tomar una foto a vista de pájaro y en línea recta».

Kenna cree que estas altitudes inferiores producen imágenes abstractas más interesantes. «Me ayuda a descubrir cosas mientras estoy en el aire», afirma. «En Vermont tenemos muchos ríos, bosques y tierras de cultivo, y el dron puede convertirlos en algo totalmente diferente».

Consejo: Prueba la exposición automática

Puede ser difícil juzgar la exposición desde un dron con cámara. «Con el brillo y el resplandor del cielo, cuesta mucho ver la imagen lo bastante bien para juzgar la exposición», afirma Mark Thiessen, fotógrafo en plantilla de la revista National Geographic. «La mayoría de los drones modernos tienen una función llamada horquillado de exposición automática (AEB, por sus siglas en inglés) que puede garantizar una exposición precisa».

Con el AEB encendido, la cámara saca automáticamente tres fotos o más con exposiciones diferentes, explica Thiessen. «Más adelante, puedes elegir una de las imágenes con la exposición más deseable o puedes utilizar un software especial para combinarlas en una sola imagen. Esto puede resultar muy útil cuando trabajas con escenas de contraste alto, como una puesta de sol brillante o un paisaje ensombrecido».

Consejo: Fotografía en la «hora dorada»

Los rayos del mediodía que provocan quemaduras también pueden sobreexponer las fotografías, ya se saquen con un dron o un teléfono. Por eso Kenna aconseja salir durante la denominada «hora dorada», los momentos en torno al amanecer o el atardecer.

«Fotografiar a primera hora del día suele significar que capturarás las mejores sombras», afirma. «También fotografío al anochecer y utilizo una exposición más larga para capturar el balance de la luz solar y de la noche entrante. Puedes inmortalizar los faros de los coches difuminados y esa preciosa “hora azul”».

Consejo: Usa la regla de los tercios

«Las fotografías panorámicas con el horizonte colocado en medio del encuadre son aburridas», dice Thiessen. Como muchos fotógrafos, él utiliza la «regla de los tercios» para no sacar imágenes tan centradas. «Imagínate una cuadrícula de líneas a lo tres en raya superpuesta sobre la imagen en el visor. Un tercio desde arriba, un tercio desde abajo y un tercio desde ambos lados», afirma. «Algunos drones tienen una función que superpone una cuadrícula en la imagen».

Para crear fotografías más atractivas, «deja que la parte más importante e interesante [del sujeto] ocupe una proporción mayor del encuadre», afirma. «Dispón la composición de forma que el objeto más importante esté colocado en una de las cuatro zonas donde se entrecruzan las líneas verticales y horizontales. Eso te ayudará a conseguir el equilibrio».

Jennifer Barger es editora en National Geographic Travel. Síguela en Instagram.
Caleb Kenna es un fotógrafo y piloto de drones de Vermont. Síguelo en Instagram.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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