¿Por qué han aumentado los ataques de rayas en California?

Los socorristas de una playa californiana llegaron a tratar más de 70 heridas por ataques de rayas en un solo día.

Por Sarah Gibbens
Publicado 5 ene 2018, 14:26 CET
Rayas redondas
Las rayas redondas (Urobatis halleri) son una de las especies más comunes en la costa de California.
Fotografía de Norbert Wu, Minden Pictures

A las rayas les encantan las aguas cálidas. Lo que no les gusta tanto es la aparición repentina de pies humanos.

Recientemente, dicha combinación ha dejado un número récord de lesiones por ataques de raya en Huntington Beach, al sur de Los Ángeles: al menos 73 personas recibieron tratamiento el viernes pasado.

El teniente Claude Panis, de la unidad de seguridad de la playa, cree que más víctimas decidieron tratarse las heridas en casa.

Las rayas pueden provocar lesiones bastante dolorosas, pero en la mayoría de los casos el dolor es el síntoma principal. Además del pinchazo con el aguijón, las toxinas de la raya provocan un dolor intenso alrededor de la herida. Es raro que las víctimas sufran una reacción alérgica al aguijón, y son escasas las muertes a causa de uno de estos ataques.

Para tratar las heridas, los socorristas sumergen los pies (el lugar más habitual donde pican) en agua caliente, que descompone las enzimas de la toxina.

«Nunca he visto tantas en un solo día», dijo Panis, que lleva cuatro décadas trabajando en esta playa. «Nunca había visto ni 45 en un día. Ver 73 [heridas de] rayas es muy inusual».

En general, fue una muy mala semana para los turistas en esta playa del sur de California. El miércoles, el equipo de socorrismo trató 38 heridas, 45 el jueves y otras 38 el sábado.

«Hemos observado un aumento en los dos últimos años», explica Panis. «Las rayas se han disparado en nuestra playa».

Panis describe una tormenta perfecta de circunstancias que ha provocado el gran número de heridas de la semana pasada.

Con las vacaciones de Año Nuevo, hubo más gente en la playa y gracias al tiempo atípicamente cálido, se bañaron más personas. La marea baja también empujó a la gente a aventurarse a más distancia en del océano.

Al igual que las personas, las rayas prefieren climas más cálidos. Durante los meses de invierno suelen alejarse de la orilla en busca de lugares más cálidos, pero el agua más caliente del viernes las atrajo hacia la orilla.

Los socorristas recomendaron a los valientes que se adentraron en el agua una técnica que consiste en arrastrar los pies por la arena para ahuyentar a los peces. Las rayas son asustadizas y solo atacan cuando las sorprenden o las pisan.

«Creo que esta técnica es bastante efectiva», afirma Panis. «Pero la gente arrastró los pies directamente sobre una raya. Mucha gente, desde surfistas experimentados a nadadores primerizos, ha resultado herida. Las rayas no discriminan».

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Playas cambiantes

Las 73 lesiones del pasado viernes suponen un número récord de heridas provocadas por rayas registradas en un solo día en la playa, pero no es la primera vez que ha aparecido este problema.

En agosto del año pasado, en Newport Beach, California, se produjeron 127 heridas por ataques de rayas en el transcurso de un mes, comparadas con las 20 registradas durante la misma época el año anterior. Un mes después, en Huntington Beach se informó de 33 en un periodo de tres días, cifra inusualmente alta en un mes de otoño.

En 2014 y 2012 se especuló que las poblaciones de rayas habían aumentado.

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¿Crecimiento demográfico?

Los socorristas llevan algún tiempo informando de más avistamientos de rayas en la costa sur de California, pero escasean datos fidedignos sobre las poblaciones de estos animales.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que supervisa la situación de las especies, cita investigaciones de 2007 para llegar a la conclusión de que las poblaciones de rayas redondas en el sur de California (la especie más común) son estables.

«Desafortunadamente, no contamos con información nueva sobre ellas», afirma Chris Lowe, director del Long Beach Shark Lab de la Universidad estatal de California e investigador principal de las poblaciones de rayas de la región.

Sin embargo, los científicos sí saben que las alteraciones en la costa de California y el desplome histórico del número de depredadores, como los tiburones, han contribuido al crecimiento de las poblaciones de rayas durante los últimos 50 años.

En los últimos 15 años aproximadamente, los tiburones blancos —uno de los depredadores más activos de las rayas— han aumentado, pero las poblaciones de rayas no parecen haber disminuido.

Además, también está el Pacífico o el calentamiento de sus aguas, para ser exactos. La parte este del vasto océano ha registrado un calentamiento récord entre 2014 y 2016, algo que se conoce como «la mancha» (the blob) y que tiene consecuencias medioambientales desastrosas.

Según Nicholas Bond, meteorólogo e investigador de la Universidad de Washington, este año el sur de California registra aguas costeras más calientes que la media.

«Desde mi punto de vista, el calentamiento reciente no se debe tanto a una ola de calor marina como la infame "mancha" de 2014-16, sino que es una señal del calentamiento continuo de los océanos del planeta», explicó. «Este calentamiento es cualquier lugar en particular ocurre a trompicones; si tenemos en cuenta el planeta como un todo, y la columna de agua total, la tendencia sube de forma constante y está acelerándose».

Todavía está por ver cuánto afectará este calentamiento regular a las rayas.

«No puedo decir con seguridad que esté relacionado con el cambio climático, pero estos cambios inusuales de los patrones están empezando a apuntar en esa dirección», afirma Lowe.

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