El Manzanares a su paso por Madrid, una autopista de la biodiversidad

El proceso de renaturalización del río Manzanares ha logrado atraer a una gran cantidad de aves que pueblan las nuevas isletas cubiertas de vegetación en este tramo del río al sur de la ciudad.

Por Manuel Moncada Lorén
Publicado 9 may 2018, 16:48 CEST
Garceta común
Una garceta común menudea entre el barro en busca de presas de las que alimentarse.
Fotografía de Alberto Fanego

Las aves reconquistan el río Manzanares

Con motivo de la celebración a lo largo de 2018 del Año de las Aves, iniciativa que según la organización conservacionista SEO/BirdLife pretende “unificar nuestras voces para la conservación de las aves”, National Geographic ha visitado Madrid Río, un lugar donde la avifauna se ha extendido notablemente.

La remodelación del cauce del río Manzanares ha convertido el entorno de este río a su paso por Madrid en un corredor ecológico en el que garcetas, ánades, gallinetas o lavanderas blancas, entre otras muchas especies, han decidido repoblar este tramo del río al que se le ha devuelto la vitalidad perdida.

El regreso de la avifauna al sur de la ciudad es una de las primeras consecuencias de la libre circulación del agua, que desde 1955 hasta 2016 había permanecido estancada por tramos, pero que hoy fluye sin barreras en la nueva arteria verde de Madrid.

La apertura de las compuertas ha provocado un descenso notable del nivel del agua, lo que ha permitido la formación de islas en el cauce del Manzanares e impulsado el florecimiento de la fauna asociada al río gracias a que éste fluye ahora de manera natural.

Otra de las consecuencias de la apertura de las compuertas es la  abundante presencia de peces pequeños, que hoy crían en las aguas del Manzanares, lo que explica también el rápido aumento de las aves asociadas al río.

2018 ha sido designado por las organizaciones conservacionistas como el Año de las Aves, que este fin de semana centrará su atención sobre las aves migratorias, que celebran su Día Mundial con el foco puesto en lograr ciudades con más zonas verdes como Madrid Río, donde las aves puedan gozar de buenas “estaciones de servicio” que garanticen su conservación.

“Extraño como un pato en el Manzanares”

Como ya dijo Joaquín Sabina, la presencia de aves en el río que surca la capital de España ha sido algo bastante insólito tradicionalmente, pero desde que el río corre libremente a los pies del estadio Vicente Calderón, llama la atención la cantidad de aves que el observador curioso puede identificar fácilmente.

El ganso del Nilo

Un grupo de gansos del Nilo alimentándose en el río Manzanares.
Fotografía de Alberto Fanego

Los gansos de Nilo (Alopochen aegyptiaca) son aves de paso en nuestro país, pero estos seres de hábitos migratorios han encontrado en el río Manzanares un lugar a la altura de sus necesidades y parece que algunos han decidido quedarse.

Los gansos del Nilo son aves ocasionales, de tamaño intermedio entre un ánsar y un ánade. Estas aves presentan un plumaje pardo con unas características manchas castañas en torno a los ojos en los ejemplares adultos.

De dieta vegetariana y de origen subsahariano, estos gansos africanos ocupan ríos, lagos y charcas para anidar en el suelo, donde ocultan sus huevos entre hierbas y carrizos.

Tradicionalmente, esta especie realizaba migraciones desde su zona de distribución subsahariana hacia al norte de África durante la estación lluviosa.

Este carácter migratorio parecen haberlo recuperado las poblaciones asilvestradas del oeste europeo (Países Bajos, Reino Unido y Francia) que parecen migrar al menos parcialmente hacía el Sur de Francia y la Península Ibérica durante el invierno.

En Madrid Río, la presencia de los gansos del Nilo se documentó por primera vez en 2013 por la zona de Puente de Toledo. A este primer avistamiento se sumó en 2017 la presencia de un área de reproducción en el Parque Juan Carlos I.

La garceta común

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    Un ejemplar de garceta común cruzando el río Manzanares.
    Fotografía de Manuel Moncada Lorén

    Entre las aves que menudean entre el barro en busca de gusanos e insectos, se distinguen estas garzas estilizadas y totalmente blancas que van dando zancadas entre los juncos de las aguas someras removiendo el limo con las patas en busca de alimento.

    Son garcetas comunes (Egretta garzetta), una especie que se reproduce en una gran variedad de ambientes acuáticos, siempre de aguas tranquilas, como marismas y lagunas con abundante vegetación.

    A la hora de comer, esta ave frecuenta todo tipo de humedales naturales o artificiales, pero siente predilección por los arrozales, donde encuentra más fácilmente las pequeñas presas que consume.

    Ánade azulón

    Un ejemplar de ánade azulón en el río Manzanares.
    Fotografía de Manuel Moncada Lorén

    El rasgo más característico de estos anátidos es el plumaje de color verde brillante que presenta el macho en cabeza y cuello.

    El ánade azulón (Anas platyrhynchos) frecuenta zonas húmedas como cursos lentos de agua, marismas, lagunas, embalses e incluso charcas estacionales o estanques en parques y jardines. Es un ave de hábitos gregarios, por lo que se concentra en grupos de tamaño variable.

    Esta especie presenta un gran dimorfismo sexual que provoca que las hembras luzcan un plumaje parduzco y moteado además de un menor tamaño, rasgos que aumentan las posibilidades de que las hembras pasen inadvertidas entre los juncos durante la época de cría.

    Los ánades azulones no discriminan presas a la hora de alimentarse: aunque la base de su dieta son las plantas acuáticas, no duda en ingerir insectos, gusanos, moluscos o pequeños peces cuando se le presenta la ocasión.

    Pato Criollo

    Un pato criollo, o pato de muskovy, en la orilla del río Manzanares a su paso por Madrid.
    Fotografía de Manuel Moncada Lorén

    El pato criollo (Cairina moschata domestica) o pato de Muskovy, es una subespecie de su pariente silvestre, el pato real (Cairina moschata sylvestris), cuyo origen se remonta a los tiempos precolombinos al ser las culturas anteriores a la llegada de los españoles los responsables de su aparición.

    Una de las características definitorias de estas aves son los gránulos o carúnculas rojas que poseen en torno al pico, que recuerdan a los de un pavo. El primo domesticado del pato real ha perdido la necesidad de volar grandes distancias como sus parientes silvestres, por lo que se han hecho más pesados.

    Los patos criollos suelen habitar las orillas de arroyos o ríos de corriente lenta con suficiente vegetación, por lo que el río Manzanares a su paso por Madrid es una buena opción para ellos.

    Lavandera blanca

    Una pareja de lavanderas blancas en una de las isletas que han aflorado en el lecho del río Manzanares.
    Fotografía de Manuel Moncada Lorén

    Otro de los habitantes de Madrid Río es la lavandera blanca (Motacilla alba), una pequeña y estilizada ave de larga cola que debe su nombre al hábito de frecuentar las orillas de los cursos de agua.

    En España habita principalmente la subespecie alba, que en época de cría ocupa ambientes acuáticos muy variados, incluso lugares con influencia humana como es el caso del río Manzanares.

    En la dieta de las lavanderas blancas se incluyen gran cantidad de insectos, aunque muestra preferencia por las larvas y ejemplares adultos de moscas y mosquitos.

    Gallineta común

    Una gallineta común peinando la orilla del río en busca de algo que llevarse al pico.
    Fotografía de Manuel Moncada Lorén

    La gallineta común (Gallinula chloropus), o polla de agua, es el rálido más abundante del planeta, presente en prácticamente en cualquier zona húmeda. Esta ave posee una gran capacidad de adaptación y una dieta flexible, que incluye desde plantas acuáticas a carroña.

    Las gallinetas son aves muy cosmopolitas, están presentes en todo el mundo como habitantes sedentarios, aunque en España se han avistado regularmente ejemplares procedentes del norte de Europa que usan nuestros humedales como área de invernada.

    Este rálido es una especie muy versátil que se instala sin dificultad en cualquier zona con un curso de agua independientemente de su estado de conservación o de su extensión.

    No obstante, si les preguntaran donde prefieren vivir, las gallinetas mostrarían predilección por las aguas tranquilas, con fondos arenosos y rodeadas de espesos cinturones de vegetación o bosques de ribera. Es por esta razón que se han asentado en Madrid Río.

    Día Mundial de las Aves Migratorias

    Las aves migratorias gozarán este fin de semana del reconocimiento que merecen estas viajeras incansables, con el objetivo de fortalecer su valor ecológico y la necesidad urgente afrontar su declive, ya que a día de hoy el 15 por ciento de sus especies están en peligro crítico de extinción.

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