Los animales más amenazados de España: diez reptiles y anfibios en peligro de extinción

La influencia del cambio climático impulsado por las actividades humanas acorrala a los reptiles y anfibios más singulares de España.

Por Manuel Moncada Lorén
Publicado 4 jul 2018, 16:53 CEST, Actualizado 5 oct 2021, 12:56 CEST
Con el objetivo de recuperar las poblaciones locales del galápago europeo, GREFA comenzó un proyecto de ...

Con el objetivo de recuperar las poblaciones locales del galápago europeo, GREFA comenzó un proyecto de cría en cautividad y puesta en libertad en el área de la Comunidad de Madrid.

Fotografía de Javier Lobón Rovira

Los reptiles y anfibios de España, la llamada herpetofauna, está estrechamente ligada a sus hábitats y áreas de reproducción debido a su escasa movilidad, lo que les hace especialmente sensibles a cualquier alteración local de su entorno que implique la destrucción, alteración o contaminación de los mismos.

Según el Catálogo Español de Especies Amenazadas, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico, ocho especies de reptiles y dos de anfibios figuran en la categoría ‘en peligro de extinción’. Dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial se encuentran actualmente 53 especies de reptiles y 20 anfibios. 

La actividad humana está acelerando el declive de la biodiversidad y el cambio climático, pero los anfibios y reptiles presentan algunas características que los hacen más vulnerables que otros grupos de vertebrados a las alteraciones ambientales.

Situación de la herpetofauna española

Los anfibios, por ejemplo, son considerados excelentes bioindicadores debido a sus características físicas, con pieles bastante permeables a los agentes químicos, ciclos biológicos que combinan fases terrestres y acuáticas e intrincadas relaciones con los ecosistemas que habitan.

Los problemas más graves para los anfibios y reptiles en España, son la destrucción, alteración y contaminación de sus hábitats naturales, en especial de los medios acuáticos en el caso de los anfibios.

La posición de anfibios y reptiles en la cadena trófica, según el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, hacen que su merma poblacional tenga una incidencia directa en el declive de otros grupos faunísticos, en especial aves y mamíferos.

La herpetofauna española ha sufrido sin duda un retroceso mayor en las zonas agrícolas debido a la pérdida de sus condiciones naturales como resultado de los monocultivos, mientras en las zonas forestales y montañosas las amenazas para estos animales son más leves.

La mayor parte de las zonas de montaña tienen algún grado de protección como espacio natural protegido, por lo que en principio las amenazas son menores o al menos, más controlables.

Reptiles

Tortuga mediterránea

Tortuga mediterránea

Sin abandonar el mundo de las tortugas, es necesario de nuevo poner el foco en España y su pobación de tortuga mediterráneas, un reptil herbívoro de hábitos diurnos que puede igualar al ser humano en longevidad. Se trata de la única tortuga terrestre de distribución íntegramente europea junto con la tortuga marginada.

La tortuga mediterránea tiene una de las distribuciones geográficas más exclusivas de Europa Occidental: solo pueden encontrarse ejemplares en Cataluña, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares. La única población natural que se conserva es la de L’Albera y la estrategia de conservación pasa por impulsar la inserción de nuevas poblaciones dentro del área de distribución histórica de esta especie gravemente amenazada.

La tortuga mediterránea avanza de forma veloz hacia su extinción por culpa de la captura de ejemplares destinados al tráfico ilegal de mascotas y a la progresiva eliminación de su hábitat, en riesgo por los incendios forestales.

Fotografía de PxHere

La tortuga mediterránea (Testudo hermanni) es un reptil herbívoro de hábitos diurnos que puede alcanzar en longevidad al ser humano. Junto a la tortuga marginada (Testudo marginata) es la única tortuga terrestre de distribución íntegramente europea.

Esta especie presenta una de las distribuciones geográficas más exclusivas de Europa Occidental, ya que en la actualidad sólo pueden encontrarse en Cataluña, Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.

En Cataluña, los ejemplares de esta especie en peligro de extinción están localizados en los parques naturales del Garraf, Delta del Ebro, la Sierra de Irta y Montsant; el Paraje natural de l’Albera y en la Sierra de Llaberia.

La única población natural que se conserva es la de L’Albera y la estrategia de conservación pasa por impulsar la inserción de nuevas poblaciones dentro del área de distribución histórica de esta especie gravemente amenazada.

La tortuga mediterránea avanza inexorablemente hacia su extinción por la destrucción de su hábitat, muy amenazado por los incendios forestales, y por la captura de ejemplares destinados al tráfico ilegal de mascotas.

Galápago europeo 

Catalogado como especie vulnerable, el galápago europeo, Emys orbicularis, continúa en grave declive en nuestro territorio. La destrucción de su hábitat, el aislamiento geográfico, las especies invasoras y el expolio se encuentran entre los principales motivos que hacen de esta especie el reptil más amenazado de la Comunidad de Madrid. 

A pesar de que esta especie de agua dulce está catalogada como ‘casi amenazada’ por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), que celebró el pasado septiembre el Congreso Mundial de la Conservación 2021, las organizaciones medioambientales luchan para lograr su inclusión en el grupo ‘en peligro crítico’ porque prácticamente ha desaparecido de muchas de las regiones que formaban parte de su distribución natural. Por su situación especialmente grave en la Comunidad de Madrid, el catálogo regional etiqueta al galápago europeo como una especie en peligro crítico de extinción.

Lagarto gigante de La Gomera

Lagarto gigante de la Gomera
Fotografía de Cabildo de la Gomera

El lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana) es un reptil exclusivo de esta isla canaria en peligro de extinción. Este gran saurio endémico de La Gomera se consideraba extinto hasta 1999.

El redescubrimiento de una población muy pequeña en los acantilados de La Mérica (Valle Gran Rey) confirmó que la especie vivió en la zona central e inferior de la isla de La Gomera en un pasado muy reciente.

Además de la población del risco de Mérica, actualmente en el centro de recuperación de la especie trabaja en su reinserción bajo la supervisión del Cabildo Insular de La Gomera.

El lagarto de Gran Canaria

Lagarto gigante de Gran Canaria.
Fotografía de Juane

El mayor entre los reptiles del archipiélago, el lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) es una reliquia biológica que conoció a los dinosaurios y que puede alcanzar los 80 centímetros de longitud.

A pesar de que se han documentado osamentas de ejemplares extintos de la familia Gallotia que han llegado a superar el metro de longitud en Tenerife y El Hierro, el lagarto de Gran Canaria es el más notable en tamaño, un reptil digno de reconocimiento.

El ‘Gallotia stehlini’, es de ámbito exclusivamente grancanario, con presencia por casi toda la isla. Sus únicos depredadores son los gatos asilvestrados y la invasora serpiente Real de California.

Lagarto gigante de El Hierro

Lagarto gigante del Hierro.
Fotografía de Medioambiente.es

La reserva natural integral de los Roques de Salmor (Isla del Hierro) está incluida en una de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y acoge vegetación exclusiva de la Macaronesia (nombre que reciben los cinco archipiélagos del Atlántico Norte; Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e Islas Salvajes) resistente a la salinidad.

Estos peñascos solían ser el refugio del Lagarto Gigante de El Hierro (Gallotia Simonyi), reptiles gigantes que desaparecieron y de los que tan sólo se conservan algunos ejemplares disecados en museos.

A pesar de la desaparición de su pariente, los Roques de Salmor pueden ser ahora el hogar para el nuevo Lagarto gigante de El Hierro (Gallotia Simonyi Subespecie Machadoi), ya que el Cabildo herreño ha reintroducido decenas de ejemplares criados en el centro de recuperación de esta especie única en el mundo y catalogada en peligro de extinción.

El lagarto gigante de El Hierro es de color oscuro, con dos series laterales de ocelos (manchas con fines miméticos) de color amarillo limón que se vuelven más llamativos en el periodo reproductor. Mide unos 60 centímetros y puede alcanzar un peso de casi medio kilogramo.

El plan de conservación sobre reptiles más representativo hasta la fecha es el realizado con este lagarto, que ha sido financiado con fondos LIFE (El único instrumento financiero de la Unión Europea dedicado de forma exclusiva al medio ambiente).

Lagartija aranesa

Lagartija aranesa
Fotografía de O.Arribas, Csic

Este pequeño reptil (Iberolacerta aranica) habita las zonas por encima del nivel natural del arbolado en áreas de montaña, entre los 1.940 metros a los 2.540 metros. Muestra preferencia por los sustratos rocosos y áreas dispersas caracterizadas por un periodo libre de nieve muy corto y condicionado por las horas de luz. Habitan vertientes de solana (orientación sur).

Como especie adaptada a la vida en la alta montaña, estos animales están muy expuestos a las modificaciones propias del cambio climático. La influencia del ser humano y los cambios que este provoca en el clima, pueden condicionar el comportamiento de estos animales, ya que debido a la altura, las precipitaciones en forma de nieve pueden caer de forma esporádica en cualquier momento del año, incluyendo los meses de julio y agosto.

El proceso conocido como calentamiento global derivado del cambio climático, traerá como consecuencia eventos de tiempo extremadamente cálido y extremadamente frío, por lo que la influencia de esta transición climática en la que se halla inmerso nuestro planeta afecta especialmente a estos ecosistemas tan exclusivos.

Como consecuencia del cambio climático, la lagartija aranesa irá retrocediendo cada vez más hacia las cumbres pirenaicas, reduciendo la superficie que ocupan y aumentando el aislamiento conforme se estos animales se retiren hacia los picos más altos.

Otras lagartijas de alta montaña en peligro de extinción en España, también de ámbito pirenaico, son la Lagartija pallaresa (Iberolacerta aurelioi) y el lagarto ágil (Lacerta agilis).

ANFIBIOS

Tritón del Montseny

Tritón del Montseny.
Fotografía de Benny Trapp

Las primeras poblaciones del Tritón del Montseny (Calotriton arnoldi) fueron descubiertas en 1979, pero no fue hasta 2005 cuando se confirmó que se trataba de una especie nueva, con dos subespecies -la oriental y la occidental-, lo que convierte a este pariente de la salamandra en el único vertebrado endémico de Cataluña.

En los últimos años la población de tritones autóctonos ha disminuido rápidamente convirtiéndose en el anfibio más amenazado de Europa Occidental, siendo una de las especies que figura en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie en peligro crítico de extinción.

Actualmente, existen tres centros de cría de esta especie en Cataluña, en Pont de Suert, Torreferrussa y el Zoo de Barcelona.

A finales del mes de junio, el Zoo de Barcelona abrió al público un centro para la conservación del tritón del Montseny que es a la vez una sala educativa dedicada a la divulgación ambiental.

Sapillo balear

Sapillo balear.
Fotografía de Wikipedia

El sapillo balear o ferreret (Alytes muletensis) es un pequeño anfibio endémico de las Baleares y exclusivo de la isla de Mallorca.

La ciencia supo de la existencia de este animal a través de paleontólogos. En 1977, se describió este anfibio mediante el estudio de unos restos óseos del Plioceno-Holoceno descubiertos en una cueva de Establiments y en otra denominada de Muleta en Sóller.

Extinguido en la isla de Menorca desde la colonización romana, sólo se han encontrado restos óseos, ya que durante la conquista de lo que más tarde se llamaría Hispania, los romanos introdujeron depredadores que lo exterminaron.

Dado su descubrimiento en la cueva de Muleta se le nombró como Baleaphryne muletensis en consecuencia. Sin embargo, los payeses de la Sierra de Tramuntana tenían ya conocimiento de un pequeño anfibio conocido popularmente como 'ferreret', ya que su canto se asemejaba a los golpes de un herrero trabajando el metal.

La sabiduría popular motivó la búsqueda de un animal que se pensaba extinto y que culminó en 1980 con la descripción para la ciencia de ejemplares localizados en los torrentes montañosos del norte mallorquín.

Por diversos motivos, el sapillo balear siempre ha estado en peligro; un hongo que parasita su piel y responsable de una enfermedad denominada quitridiomicosis, fue la última amenaza para la especie.

Amenazas de los reptiles y anfibios españoles

Las tortugas se cuentan entre los reptiles más codiciados por los coleccionistas.
Fotografía de WWF

Los motivos por los que estas especies figuran en el Catálogo Español de Especies Amenazadas son muy diversos, pero todas ellas tienen al ser humano como denominador común.

Tráfico ilegal de especies

Especialmente en el caso de las tortugas, el tráfico ilegal de estos animales ha ido diezmando sus poblaciones, que en la actualidad se encuentran seriamente amenazadas. Dada su baja densidad de población, la eficacia reproductiva de las tortugas desciende en gran medida dada la baja posibilidad de encuentros ocasionales entre individuos de ambos sexos.

Especies como la tortuga mediterránea (Testudo hermanni), que presenta hábitos errantes, sufren especialmente este fenómeno. Dado el bajo número de efectivos, existe además la amenaza de la disminución de la fertilidad fruto de la consanguinidad.

La calidad del hábitat y el fraccionamiento de las poblaciones es otro de los factores de declive. Este podría ser el caso de muchas de las especies actualmente amenazadas por la progresiva destrucción de su hábitat, quedando cada vez más aisladas sus poblaciones.

Aunque en España este motivo sea una excepción, existen especies como el lagarto de El Hierro (Gallotia simonyi) que por razones aparentemente naturales avanza inexorablemente a su extinción. La intervención humana directa es la única alternativa para invertir esta tendencia natural.

Introducción de especies invasoras

Cangrejo de río americano, una especie invasora.
Fotografía de Javier País

En algunos casos el declive de determinadas especies se debe principalmente a la introducción de especies foráneas en el sistema, en general por parte del hombre, bien sea de forma voluntaria o involuntaria. Este fenómeno afecta también a la herpetofauna ibérica.

Un caso muy conocido de la expansión de especies exóticas lo constituye la invasión del cangrejo de río americano (Procambarus clarkii) por toda la Península.

El avance de este invasor por los ríos de España está rompiendo el equilibrio de los ecosistemas acuáticos, con la introducción de enfermedades para el autóctono cangrejo de río europeo (Austropotamobius pallipes), que resiste sólo en las cabeceras de unos pocos ríos. Además, estos voraces crustáceos se alimentan de todo tipo de invertebrados, huevos, larvas, anfibios jóvenes y en ocasiones adultos, en especial tritones.

El cangrejo americano fue uno de los beneficiados de la reciente aprobación en el Congreso de la modificación de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad que indulta a algunas especies invasoras con un importante interés económico para el sector cinegético o piscícola

Por su parte, los ecologistas ponen en duda una medida que en su opinión no ha tenido en cuenta el impacto ecológico y el consenso científico ante la expansión de una especie invasora frente a la actividad económica que genera la caza y pesca de estas especies foráneas.

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