Los licaones recurren a una nueva presa para sobrevivir: los babuinos

Las asombrosas fotografías de un naturalista que lleva años siguiendo a los licaones muestran por primera vez cómo los animales se alimentan de los primates.

Por Nicholas Dyer
fotografías de Nicholas Dyer
Publicado 18 oct 2018, 12:41 CEST
Licaones
Lo extraño es que la reacción natural de los babuinos es bajar de un árbol ante el ataque de un licaón. Pero algunos están aprendiendo que es más seguro quedarse en los árboles.
Fotografía de Nicholas Dyer

Los licaones son unas de las criaturas más enigmáticas de África, poco comprendidas y muy perseguidas. Para mí, son de lejos las más entrañables, aunque se alimenten de primates.

Solo quedan 6.600 en el mundo y estos depredadores, también conocidos como perros salvajes africanos, han sido perseguidos hasta el borde de la extinción. Durante más de un siglo, se les consideraba sabandijas, y las cazas y matanzas han reducido su población a solo el uno por ciento de su tamaño original.

Desde 2013, he seguido y fotografiado tres manadas de licaones solo, a pie, por el valle del Zambeze, en Zimbabue. Los conozco bien porque los he visto cazar, descansar y jugar.

Un par de cachorros de licaón juegan con la macabra cabeza de un babuino, los restos de su desayuno. Esta foto fue «muy elogiada» en los premios Wildlife Photographer of the Year 2018.
Fotografía de Nicholas Dyer

Me obsesioné, leí todos los libros y artículos científicos sobre estos animales, cuyo nombre científico es Lycaon pictus (procedente del lexema griego que significa lobo, lykos, y la palabra latina que significa pintado, pictus).

Tienen la reputación de ser los depredadores más eficientes de África, con un porcentaje de éxito en sus cacerías de hasta el 80 por ciento. Se alimentan principalmente de animales como impalas y kudus. Pensé que me estaba convirtiendo en un experto hasta que presencié algo que nunca había documentado: una espeluznante emboscada tendida a los babuinos.

Hasta la fecha, en la literatura científica no se había documentado un caso de licaones alimentándose de babuinos o cualquier otro primate.

La matanza

Observé esto por primera vez hace varios años tras fotografiar a una hembra alfa llamada Blacktip y a su manada de 25 licaones, que jugaban ruidosamente junto a un abrevadero.

Cuando el grupo partió para cazar, decidí no seguirlos, ya que estaba oscureciendo. Mi coche estaba a casi dos kilómetros y durante la noche los leones se vuelven agresivos. No tenía tiempo de estar en el bosque solo.

De repente, escuché a un grupo de babuinos aterrorizados que corría hacia mí. En el aire del atardecer se escuchaba el eco de ladridos de advertencia. Salí disparado entre los arbustos en dirección al ajetreo y pude ver a un licaón abalanzándose sobre la cola de un enorme macho.

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    La velocidad del licaón al hincar los dientes en el oído del babuino fue impresionante, lo que provocó al animal un dolor inmenso y lo inmovilizó, una técnica de caza habitual. Apenas unas décimas de segundo después, otros dos miembros de la manada agarraron partes diferentes del babuino con los dientes y lo despedazaron, literalmente. Fue una escena macabra, pero al analizar las fotografías posteriores pude observar que el calvario del babuino duró menos de cinco segundos.

    En relación con otros superdepredadores, los licaones matan a sus víctimas con rapidez, algo que parece más «humano». Otros cazadores como los grandes felinos pueden tardar bastante en acabar con ellas.

    El equilibrio del ecosistema

    Unos pocos meses después, estaba sentado sobre un nido de termitas, observando cómo los cachorros de Blacktip devoraban los restos de otro babuino al que habían matado recientemente mientras los adultos vigilaban. Estos cánidos siempre dejan que sus crías coman primero.

    Los licaones suelen ser atacados por hienas que intentan matar a sus cachorros y robarles sus presas. Los licaones siempre exhiben una defensa impresionante, aunque las hienas son mucho más grandes.
    Fotografía de Nicholas Dyer

    Estoy con mi buen amigo Peter Blinston, director de Painted Dog Conservation que ha dedicado los últimos 20 años de su vida a seguir, comprender y luchar por proteger a este animal en grave peligro. Él cree que esta nueva conducta de caza es una novedad positiva para los licaones y el ecosistema.

    «Para empezar, amplía la base de presas de los licaones, dándoles más opciones de caza. No es solo bueno para los licaones, sino que quita presión a los impalas, su alimento principal en este parque», explica.

    También explica que muchos ecólogos han expresado preocupación por la creciente población de babuinos de la zona, que podría haber provocado una disminución de las aves debido a la tendencia de los primates a asaltar los nidos. Al reducir los babuinos, los licaones podrían estar ayudando a las aves de manera indirecta.

    «Esta nueva conducta podría restaurar parte del equilibrio del ecosistema».

    Un sistema defensivo

    Al principio, los babuinos parecían quedarse paralizados ante este nuevo enemigo, pero hace poco que han empezado a adaptarse cambiando su propio comportamiento.

    Una mañana, observé un feroz contraataque de los babuinos. El grupo entero se unió y yo me quedé asombrado al observar la eficacia con la que usaban sus largos incisivos, cargando contra los licaones mientras intentaban morderlos.

    Los licaones se retiraron cuando un macho llamado Patrick sufrió heridas graves en el cuello y el costado. No estaba seguro de que fuera a sobrevivir, pero estos licaones son duros. Se recuperó tras pocos días de convalecencia y cuidados del resto de la manada, que le lamió las heridas para mantenerlas limpias.

    Mientras juega, un cachorro de licaón se da cuenta de que su hermano está creciendo... y que sus dientes crecen con él.
    Fotografía de Nicholas Dyer
    Los licaones cuidan de los enfermos y los débiles. En esta imagen, uno de ellos comparte un cadáver con su hermano herido.
    Fotografía de Nicholas Dyer

    Aunque capturar un babuino puede requerir menos energía que perseguir a un impala, sin duda se ha convertido en una empresa peligrosa. Los babuinos no todavía no han matado a ningún licaón, que yo sepa, pero deberían figurar en la lista de sospechosos cuando uno desaparece.

    Con frecuencia, cuando los licaones se acercan, los babuinos bajan de los árboles donde se cobijan. Aunque puede parecer absurdo, un famoso guía llamado Herny Bandure me contó que cree que se debe a que están acostumbrados a que los cacen leopardos, que pueden trepar a los árboles y los sonidos de alarma que emiten los babuinos todavía no pueden distinguir la amenaza que plantean los licaones.

    Juegos de sobremesa

    Mientras hablo de este nuevo fenómeno con Peter, un cachorro coge la cabeza desmembrada de un babuino. Acuden más licaones y comienza un tira y afloja.

    La escena es bastante macabra. Como colega primate, me siento más implicado emocionalmente con el destino del babuino que con el de un impala, pero no estoy seguro de si sentirme horrorizado o entretenido, ya que los cachorros claramente disfrutan de este momento.

    Hay quien puede considerar que esta conducta es cruel, pero muchos de nosotros comemos carne. Lo que pasa es que nosotros, los humanos, ocultamos las partes espeluznantes lejos de los pasillos del supermercado.

    Lo que llevamos presenciando durante los últimos años es una «evolución» gradual de la conducta de los licaones, que coincide con un auge demográfico de los babuinos. Es fascinante observar cómo la naturaleza se autoequilibra, un proceso que todavía se está desarrollando.

    No es la evolución en el sentido darwiniano más estricto, ya que no se ha producido ninguna mutación genética. Sin embargo, quizá este sea un ejemplo del «efecto Baldwin», según el que la capacidad de un animal para modificar comportamientos establecidos puede mejorar las posibilidades de supervivencia de la especie a medida que los aprenden y los transmiten.

    Los licaones tienen dificultades para sobrevivir en este mundo, tras haber sufrido un exterminio casi total a manos de los humanos. Se aferran a la supervivencia pendiendo de un hilo. En mi opinión, es un pequeño consuelo que la naturaleza les haya ofrecido una nueva fuente de alimento, inclinando la balanza ligeramente a favor de estas criaturas.

    Tras acechar a sus presas, los licaones atacan. Aunque los licaones son el depredador más eficaz de África, no todas las persecuciones tienen éxito y, a menudo, sus presas huyen.
    Fotografía de Nicholas Dyer
    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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