Estos camarones pasean por tierra y ahora sabemos por qué

Vecinos y turistas adoran por igual a estos crustáceos, pero nadie había estudiado por qué este camarón tailandés sale del agua para pasear ni determinado a qué especie pertenecen.

Por Jake Buehler
fotografías de Watcharapong Hongjamrassilp
Publicado 2 dic 2020, 12:22 CET, Actualizado 2 dic 2020, 16:11 CET
Camarones que caminan

Los camarones, ahora identificados como M. dienbienphuense, viajan en masa cerca de los rápidos de Lamduan en la provincia tailandesa de Ubon Ratchathani.

Fotografía de Watcharapong Hongjamrassilp

A Watcharapong Hongjamrassilp, que creció en Bangkok, Tailandia, siempre le cautivaron las noticias sobre los camarones de agua dulce de la provincia de Ubon Ratchathani, que salen de sus arroyos durante la estación lluviosa anual para embarcarse en misteriosas marchas nocturnas.

Su interés inicial por el comportamiento de los animales se convirtió en una pasión académica y, tras obtener un grado en biología, Hongjamrassilp viajó a los Estados Unidos para realizar estudios de posgrado.

En 2017, Hongjamrassilp era un explorador de National Geographic que estudiaba la agresividad y la comunicación de los peces en la Universidad de California en Los Ángeles, pero aún pensaba en aquellos camarones que le habían causado impresión hacía décadas.

«Solo fueron cinco minutos, pero se me quedaron en el cerebro durante 20 años», afirma Hongjamrassilp.

Descubrió que, pese a la popularidad de los camarones entre los turistas y su importancia en el folclore local, nadie había estudiado por qué los animales del tamaño de una uña salen del agua ni se había identificado su especie. Por eso emprendió una misión científica: quería regresar a su país natal para estudiar a la fauna autóctona y sus vínculos con las comunidades humanas.

 

«Quería crear un proyecto que ayudara a las personas de Tailandia y, al mismo tiempo, al medioambiente», afirma.

Los secretos de los camarones

En 2018 y 2019, Hongjamrassilp recorrió el río Lamdom, en el nordeste de Tailandia, e identificó dos lugares donde cientos de miles de camarones de agua dulce salen de las aguas ensordecedoras durante los meses húmedos, de agosto a octubre. Sus colegas y él colocaron cámaras nocturnas de time-lapse para capturar sus movimientos.

Sus hallazgos, publicados recientemente en la revista Journal of Zoology, sugieren que es probable que los camarones se desvíen de las corrientes fuertes: cuanto más intensa sea la corriente, más probable es que los crustáceos caminen en tierra, río arriba y después vuelvan al agua en una zona donde las aguas son más tranquilas.

Los camarones, que son del tamaño de la uña del pulgar, son muy vulnerables a los depredadores durante sus paseos nocturnos.

Fotografía de Watcharapong Hongjamrassilp

Los camarones pasean por los rápidos de Lamduan, un fenómeno anual que dura de agosto a octubre.

Fotografía de Watcharapong Hongjamrassilp

Observaron que este desfile es una corriente continua de camarones que salen y se unen a la multitud, dependiendo del tiempo que hayan pasado fuera del agua. Algunos camarones recorren distancias de hasta 20 metros.

En tanques de laboratorio, Hongjamrassilp indujo a camarones salvajes capturados a que salieran del agua, pero solo dos años después de averiguar las condiciones perfectas. El truco consistía en utilizar agua del río y aumentar la velocidad del caudal.

Un solo camarón puede caminar hasta 20 metros antes de volver al agua.

Fotografía de Watcharapong Hongjamrassilp

«Grité de alegría cuando vi el primer camarón saliendo del agua. Pensé: “¡Madre mía, he descifrado [un] secreto de la naturaleza!”», cuenta.

Misteriosamente, las temperaturas frescas y la luz tenue parecen ser señales clave para que los camarones salgan del agua, añade Hongjamrassilp, que probó factores como el nivel de luz, la fuerza de la corriente y la temperatura del agua en sus experimentos de laboratorio.

En la etapa final de su estudio, realizó un análisis genético de los camarones, que reveló que la especie era la Macrobrachium dienbienphuense, identificada en los años setenta, pero que no se sabía que eran los camarones que pasean.

Un festín móvil

Los M. dienbienphuense corren riesgos al salir del agua, concretamente por la plétora de animales terrestres hambrientos. Ranas, lagartos y serpientes son depredadores habituales y Hongjamrassilp también ha visto cómo los devoraban tijeretas y arañas pescadoras.

Las arañas simplemente esperan junto al arroyo hasta que pasan los camarones, una estrategia que Hongjamrassilp compara con esperar una cinta transportadora de sushi.

Es probable que, cada estación lluviosa, este bufé móvil añada un aumento de proteína a la cadena trófica, algo que quiere explorar en profundidad. Con la migración de los camarones, «en realidad transfieren algo de energía del ecosistema acuático al ecosistema terrestre», afirma.

Peter Novak, ecólogo de agua dulce en el Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones de Australia Occidental, dice que resulta intrigante que los desfiles no parezcan formar parte de un hito, como la reproducción.

«[Los hallazgos] plantean incógnitas interesantes sobre por qué estos animales se mueven río arriba si no necesitan estar río abajo desde el principio», afirma Novak, que no participó en el estudio.

Algunos de los parientes más cercanos del M. dienbienphuense son anfídromos, es decir, que comienzan su vida en un estuario y migran a las cabeceras de los ríos para desovar. Aunque no se sabe si el M. dienbienphuense hace esto, Novak se pregunta si estos camarones van y vienen entre partes diferentes del río durante etapas diferentes de su ciclo vital. Por ejemplo, cuando el caudal es alto, los adultos preparados para reproducirse podrían ser arrastrados río abajo hasta hábitats favorables para los camarones jóvenes.

Aunque el M. dienbienphuense no se encuentra en peligro de extinción, Hongjamrassilp señala que el turismo puede tener repercusiones negativas. Cuando las personas iluminan a los camarones con linternas, los animalitos lo interpretan como una señal para volver al agua, donde son arrastrados rápidamente río abajo.

Cuenta que, en las últimas décadas, los camarones han atraído a más de 100 000 turistas cada año a esta región, algo que la provincia promociona como una experiencia única de ecoturismo.

Hacia la conservación

Hongjamrassilp espera que su investigación sobre los desfiles de camarones impulse la conservación de otros crustáceos de agua dulce que están disminuyendo.

Por ejemplo, las presas pueden bloquear los movimientos de otros camarones, como los parientes cercanos del M. dienbienphuense en Australia y África, fragmentando sus poblaciones y alterando su migración. Estos camarones podrían inspirar futuras «escaleras de camarones» para ayudar a sus parientes más raros, indica.

«Cada unidad de la naturaleza es importante y debemos entenderlas para poder conservarlas».

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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