Suben los casos de viruela del mono: esto es lo que se sabe hasta ahora

Un brote de viruela del mono, relacionado con la viruela común, tiene preocupados a los funcionarios de salud pública de varios países. El virus puede contenerse con vacunas que ya están almacenadas y disponibles en algunos países.

Por Priyanka Runwal
Publicado 26 may 2022, 16:51 CEST
Imagen de microscopio electrónico que muestra partículas del virus de la viruela del mono recogidas de ...

Esta imagen de microscopio electrónico muestra partículas del virus de la viruela del mono recogidas de una muestra de piel humana del brote de 2003. A la izquierda se observan partículas virales maduras de forma ovalada; a la derecha, virus inmaduros de forma semilunar y esférica.

Fotografía de CDC, Cynthia S. Goldsmith, Science Source

En España, el número de casos confirmados de personas con la llamada viruela del mono se aproxima ya al centenar. Cuando los expertos del Reino Unido confirmaron el primer caso de viruela del mono el 7 de mayo de este año, la epidemióloga Andrea McCollum y sus colegas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos mantuvieron una estrecha vigilancia.

Hay que remontarse a la República Democrática del Congo de la década de los 70 para ver los primeros casos de la viruela del mono (o viruela símica o monkeypox en inglés), según el Ministerio de Sanidad. Las infecciones de viruela del mono en humanos son raras, especialmente fuera de África central y occidental, donde el virus es endémico en los animales y circula principalmente en áreas muy boscosas. Desde 2018, solo se habían confirmado ocho casos en países no endémicos, como Israel, Singapur, el Reino Unido y Estados Unidos, y todos estaban asociados a viajes, al igual que ocurrió con el paciente del 7 de mayo, que había realizado un viaje a Nigeria.

Pero cuando aparecieron casos sin vínculos conocidos con África en varios países, se disparó la alarma, dice McCollum. "Nunca habíamos visto este tipo de observación de la viruela del mono", dice, "así que esto es particularmente preocupante".

Entre el 13 y el 24 de mayo, al menos 16 países de Europa y Norteamérica, así como Australia e Israel, notificaron más de 250 casos confirmados y sospechosos de viruela del mono. La cepa de África Occidental del virus parece ser la causante de estas infecciones. Provoca síntomas parecidos a los de la gripe, seguidos de una erupción en la cara que puede extenderse a otras partes del cuerpo. Esta erupción se transforma en manchas rojas y en ampollas llenas de pus que acaban formando costras y cayendo. La mayoría de las veces, estos síntomas desaparecen por sí solos en pocas semanas, pero son mortales en un 3% de los casos. Su contraparte, la cepa de viruela del mono de la cuenca del Congo, causa una enfermedad más grave y mata a casi el 10% de los infectados. El virus de la viruela, erradicado en 1979 y pariente cercano de la viruela del mono, era mucho más mortífero y mataba al 30% de los infectados.

"La viruela del mono es muy diferente de la COVID", ha declarado Maria Van Kerkhove, epidemióloga de enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud, en una entrevista pública digital celebrada este lunes. "La transmisión se produce realmente por el contacto físico cercano, el contacto piel con piel". La viruela del mono, a diferencia de la COVID-19 que circula a través de diminutas gotas en el aire, no se propaga tan fácilmente.

"Se trata de una situación contenible", ha afirmado Van Kerkhove. Existen posibles antivirales para los infectados y vacunas para las personas de mayor riesgo: las que están en contacto estrecho con individuos infectados. "Esto [la vacunación] no es algo que todo el mundo necesite", dijo.

Afortunadamente, hasta ahora no ha muerto nadie en este brote de viruela del mono que se está produciendo en varios países, pero aún se desconoce dónde empezó y qué está causando su propagación.

Por el momento, hay muchas preguntas abiertas, dice McCollum.

Esto es lo que sabemos hasta ahora.

Casos de viruela del mono hasta la fecha

Desde la identificación del paciente del 7 de mayo, el número de casos de viruela del mono en países no endémicos ha aumentado.

Los funcionarios de salud pública están rastreando los contactos y buscando conexiones entre los casos para encontrar pistas. Esto también podría ayudarles a localizar los casos no diagnosticados que podrían ser asintomáticos o tener síntomas leves.

Una gran parte de los casos confirmados actualmente se han notificado en Europa, especialmente en el Reino Unido, España y Portugal. La mayoría de estas infecciones se produjeron entre hombres, muchos de los cuales se identificaron como hombres que tenían relaciones sexuales con hombres. En una entrevista del 23 de mayo con The Associated Press, un asesor clave de la OMS dijo que la principal teoría para explicar el brote en curso era la actividad sexual en dos fiestas multitudinarias (o raves) recientes en España y Bélgica.

¿Cómo se transmite la viruela del mono? 

Aunque la viruela del mono puede propagarse por contacto sexual, no es una infección de transmisión sexual, dijo Andy Seale, asesor del programa de VIH, hepatitis e infecciones de transmisión sexual de la OMS, en una sesión de preguntas y respuestas públicas en línea el 23 de mayo. Para ello es necesario que el virus infeccioso se transmita a través del semen o los flujos vaginales, y actualmente no hay pruebas que lo sugieran.

La enfermedad no se limita a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. "Cualquiera puede contraer la viruela del mono a través de un contacto estrecho", dijo Seale.

La enfermedad se propaga a través de los fluidos corporales de una persona infectada (saliva o pus) que pueden albergar el virus. Sábanas o ropa contaminada con estos fluidos cargados de virus también pueden ser una fuente potencial de infección.

Dado el carácter generalizado del brote actual, los epidemiólogos y virólogos están tratando de entender si hay una mayor transmisión de persona a persona de este virus. Algunos expertos están estudiando las secuencias genéticas del virus obtenidas de pacientes infectados para ver si hay alguna mutación que pueda hacer que el virus que circula actualmente sea potencialmente más transmisible que cualquier versión anterior. También están comprobando si el virus de la mononucleosis está presente en el semen o en los fluidos vaginales, y si es infeccioso, para confirmar que no se trata de una enfermedad de transmisión sexual.

¿Existen vacunas y tratamientos para la viruela del mono?

No todos los pacientes con viruela del mono son hospitalizados; muchos mejoran por sí solos sin tratamiento mientras se aíslan en casa durante tres semanas. Algunos países, entre ellos el Reino Unido, aconsejan que quienes hayan tenido un contacto estrecho con el individuo infectado estén en cuarentena durante 21 días. En EE.UU., el presidente Biden dijo que esa cuarentena no es necesaria ya que hay vacunas disponibles para los expuestos al virus. En España, el protocolo publicado por Sanidad recomienda que el paciente se quede en "una habitación o área separada de otros convivientes hasta que todas las lesiones hayan desaparecido".

En 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la vacuna contra la viruela del mono de la farmacéutica Bavarian Nordic, llamada Jynneos, que puede prevenir la enfermedad o hacerla menos grave. España confirmó ayer la compra, a través de la UE, de dichas vacunas. También podría utilizarse otra vacuna llamada ACAM2000 que está aprobada para la viruela. Los Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, están ofreciendo la vacuna Jynneos a los trabajadores sanitarios que tratan a pacientes infectados o pueden haber estado expuestos a ellos. Los CDC sugieren que se aplique la vacuna de dos dosis en los cuatro días siguientes a la exposición.

Sin embargo, no se ha aprobado ningún medicamento para tratar la viruela del mono. Un medicamento antiviral oral llamado Tecovirimat fue aprobado por la FDA en 2018 para el tratamiento de la viruela, pero no hay datos que demuestren que sea efectivo en humanos para cualquiera de estas infecciones. Para la enfermedad grave de la viruela del mono, se pueden utilizar otros dos fármacos, un antiviral cidofovir y un anticuerpo monoclonal llamado inmunoglobulina vaccinia.

¿En qué se diferencia la viruela del mono del SARS-CoV-2?

A diferencia del SARS-CoV-2, el virus de ARN que causa la COVID-19, el virus de la viruela del mono es un virus de ADN. Su genoma está codificado con unas 200 000 unidades genéticas, mientras que el genoma del SARS-CoV-2 es mucho más pequeño: unas 30 000 unidades. Este tipo de virus de ADN tiende a no mutar, dijo Rosamund Lewis, jefa de la Secretaría de la Viruela de la OMS, en una pregunta pública digital el 23 de mayo, y tienden a ser bastante estables y menos propensos a generar variantes.

Los dos virus también se transmiten de forma algo diferente. El SARS-CoV-2 se propaga rápidamente por el aire en pequeñas gotas cuando las personas infectadas hablan, estornudan o tosen. La viruela del mono no se propaga tan fácilmente por el aire y suele requerir un contacto físico estrecho con una persona infectada o con su ropa o ropa de cama contaminada.

Breve historia de la viruela del mono

El virus se descubrió por primera vez en 1958 en Dinamarca, cuando los investigadores observaron erupciones cutáneas similares a la viruela en monos cynomolgus procedentes de Singapur y alojados en un centro de investigación animal, de ahí el nombre de viruela del mono. En la década siguiente, se registraron más brotes en Estados Unidos en monos cautivos importados de Asia, donde la viruela del mono no se había identificado. Estos primates se consideraron huéspedes accidentales del virus.

La primera infección humana por viruela del mono se documentó en 1970 en la provincia de Équateur, en el Congo, en un bebé de nueve meses que inicialmente se pensó que tenía viruela, una enfermedad que estaba a punto de ser erradicada y que se parecía a la viruela del mono. En 1985, la Organización Mundial de la Salud ya había registrado 310 casos de viruela del mono en zonas rurales de África Occidental y Central, la mayoría en el Congo.

Esto impulsó la búsqueda de la fuente primaria del virus de la viruela del mono. Un estudio realizado en 1985 sobre 383 animales salvajes, entre ellos monos, roedores y murciélagos, en el norte del Congo, reveló la presencia de anticuerpos específicos de la viruela del mono en las muestras de sangre de dos ardillas de la cuerda de Thomas, un roedor diurno que probablemente se caza y consume por su carne. Una de las ardillas tenía erupciones cutáneas y los investigadores lograron aislar en los tejidos del animal un virus de la viruela del mono idéntico al observado en los seres humanos.

En marzo de 2012, otro equipo de investigadores aisló el virus en una especie de mono llamada mangabey de hollín en el Parque Nacional Taï de Costa de Marfil y en 2020 en chimpancés occidentales. Recientemente, otro estudio que aún no ha sido revisado por pares ha encontrado pruebas del virus en musarañas y algunos roedores que viven en la cuenca del Congo.

Aunque se sospecha que los roedores son los principales reservorios de la viruela del mono, no hay pruebas directas que demuestren que estos animales, cazados por su carne o mantenidos como mascotas, transmitan el virus a los humanos, afirma Joachim Mariën, ecologista especializado en enfermedades de la Universidad belga de Amberes (Bélgica). 

Sin embargo, el conocido brote de viruela del mono de 2003 en EE.UU. (el primero fuera de África) permite vislumbrar cómo se produce la transmisión de este virus de animal a humano. Al menos 37 personas de seis estados: Illinois, Indiana, Kansas, Missouri, Ohio y Wisconsin, enfermaron tras manipular o acariciar perros de la pradera infectados. Estos roedores se contagiaron muy probablemente del virus de la viruela del mono al estar alojados junto a lirones y ratas gigantes de Gambia que un distribuidor de animales de Illinois importó de Ghana.

¿Por qué están aumentando los casos de viruela del mono?

En algunas partes de África Central y Occidental, donde el virus es endémico, los casos de viruela del mono en humanos han aumentado desde la década de 1970. Un estudio realizado en 2022 estimó que el número de casos confirmados, probables y posibles en todo el mundo se ha multiplicado como mínimo por 10 en las últimas cinco décadas. Ese aumento es más dramático en el Congo, que registró más de 28 000 casos entre 2000 y 2019, y en Nigeria, donde la enfermedad reapareció en 2017 después de 40 años.

Una de las principales razones del aumento de los casos de viruela del mono es la eliminación de la viruela. En 1980, la Organización Mundial de la Salud declaró erradicada la viruela y se puso fin a la vacunación contra el virus. Sin embargo, los investigadores han demostrado que esta vacuna contra la viruela, que puede tener efectos secundarios, ha dejado de aplicarse y proporciona un 85% de protección contra la viruela del mono. Un estudio realizado en 2010 en el Congo Central reveló que las personas vacunadas tenían un riesgo casi cinco veces menor de contraer la viruela del mono que las no vacunadas. 

La creciente deforestación también puede exponer a más personas al virus. Es probable que la tala de bosques para dar paso a las plantaciones y la agricultura acerque a los seres humanos a los animales salvajes infectados, aumentando las oportunidades de que el virus salte de especie, como se sugiere para el ébola.

Además, un estudio de 2014 documentó una versión de la cepa del virus de la viruela del mono de la cuenca del Congo con un gen eliminado que podría estar asociado a una adaptación para la transmisión entre humanos.

"Sabíamos que la viruela del mono era una enfermedad que debíamos vigilar de cerca por su potencial epidémico", afirma Laurens Liesenborghs, especialista en enfermedades infecciosas que estudia el virus en el Instituto de Medicina Tropical de Bélgica. "Sin embargo, lo que está ocurriendo ahora es algo bastante peculiar".

¿Está este brote de viruela del mono causado por un virus más transmisible?

Otra pregunta persistente es si el virus evolucionó para propagarse más fácilmente entre los humanos. En el caso de los virus de la viruela, que son virus de ADN, eso suele significar que pierden o ganan genes que los hacen más transmisibles, dice Gustavo Palacios, virólogo de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos).

Según las secuencias del genoma del virus tomadas de tres pacientes de viruela del mono recientemente infectados en Portugal, Bélgica y Estados Unidos, no hay pruebas de que se hayan eliminado o añadido genes, afirma. De hecho, el borrador de la secuencia del genoma de Portugal presenta una estrecha coincidencia con la del virus exportado desde Nigeria a Israel, Singapur y el Reino Unido en 2018 y 2019. El borrador de la secuencia genética de Bélgica es muy similar a la obtenida del paciente portugués, lo que tiene sentido, dice Philippe Selhorst, virólogo del Instituto de Medicina Tropical de Bélgica, dado que el belga había viajado recientemente a Portugal.

Pero para identificar cambios sutiles en la composición genética de la viruela del mono, los investigadores necesitan secuenciar el ADN viral de más pacientes y comparar regiones del genoma que puedan ser diferentes a las secuencias de brotes anteriores. La cuestión es si esas variaciones, en caso de que se encuentren, suponen la forma en que el virus infecta a los humanos.

La preocupación de Selhorst, sin embargo, es que incluso si el virus no ha cambiado todavía, este pueda tener más oportunidades de mutar cuanto más tiempo continúe este brote en curso.

Aunque la viruela del mono no es tan contagiosa como la COVID-19, Selhorst dice que "nunca es bueno que un virus que ha estado en un reservorio animal circule ahora cada vez más en las personas".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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