¿Sirven para algo las apps que avisan de terremotos?

Tu teléfono puede avisarte segundos antes de que se produzca un terremoto destructivo, pero su eficacia depende del lugar del mundo en el que vivas.

Por Robin George Andrews
Publicado 22 sept 2023, 12:13 CEST
Un coche pasa junto a edificios derrumbados en Antakya, Turquía, en febrero de 2023

Un coche pasa junto a edificios derrumbados en Antakya, Turquía, en febrero de 2023. Un terremoto de magnitud 7,8 causó destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria. A pesar de las emisiones del sistema de alerta de terremotos Android de Google, la advertencia no llegó a la mayoría de la población de la región.

Fotografía de Yasin Akgul, AFP, Getty Images

El santo grial de la sismología, la capacidad de predecir el lugar exacto, la magnitud, la fecha y la hora del próximo terremoto, puede que algún día se encuentre oculto en las sinfonías de las ondas sísmicas. Pero por ahora, cualquiera que afirme poseer esa capacidad preternatural es un iluso o un charlatán. Sin embargo, las aplicaciones y los programas informáticos capaces de avisar de la inminencia de un terremoto son reales y pueden llegar a salvar vidas.

Los terremotos se producen rápidamente, pero las ondas sísmicas "viajan más despacio que las señales de nuestros teléfonos móviles", afirma Judith Hubbard, científica especializada en terremotos de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Eso significa que si estás lo suficientemente lejos del inicio de la ruptura, un sistema de alerta basado en una red autónoma de instrumentos de detección de terremotos podría enviarte un mensaje para que te cubras antes de que se produzca la sacudida más violenta.

Sólo tendrás unos instantes para reaccionar. "En la inmensa mayoría de los casos, lo más probable es que pasen segundos" antes de que llegue el terremoto, afirma Robert de Groot, Coordinador Nacional de ShakeAlert para Comunicación, Educación y Divulgación del Servicio Geológico de Estados Unidos. Pero tener segundos es preferible a no tener ninguna advertencia.

No todos los sistemas de alerta temprana de terremotos son iguales. La eficacia de estas aplicaciones y sistemas depende de muchos factores, desde la tecnología en la que se basan hasta el país en el que te encuentras.

Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre estos sistemas: cómo funcionan, por qué pueden protegerte de posibles daños y por qué no bastan por sí solos para evitar una tragedia.

La sala de operaciones del Observatorio Etneo para el control de terremotos y erupciones en Sicilia, 2022. Los avances en el control sísmico siguen desarrollándose, pero aún no han logrado prevenir eficazmente a las poblaciones de la actividad sísmica inminente.

Fotografía de Massimo Siragusa, Agence VU, Redux

Un oído algorítmico en el suelo

El sistema de alerta temprana de terremotos ShakeAlert, gestionado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), funciona en California, Oregón y Washington, tres estados bajo la amenaza constante de un temblor importante y potencialmente devastador. "Ahora estamos plenamente operativos en tres estados, dando apoyo a unos 55 millones de personas", dice de Groot.

El sistema ShakeAlert se basa en una densa red terrestre de sismómetros a lo largo de la costa oeste. Esta red, complementada con instrumentos en Columbia Británica (Canadá), México, Idaho y Nevada (Estados Unidos), registra los datos de cualquier sacudida del suelo. Los algoritmos escuchan continuamente esta cacofonía sísmica, determinando rápidamente qué es un temblor auténtico y qué es ruido natural o artificial irrelevante.

Estos datos se envían a varios servidores, que en un abrir y cerrar de ojos calculan las características aproximadas de un terremoto, incluida su magnitud (el tamaño del seísmo) y su intensidad (el grado de sacudida que causará a lo largo de la trayectoria de la ruptura en desarrollo). Si un seísmo alcanza un determinado umbral, el USGS generará una alerta de seísmo inminente.

Este umbral varía. Es de magnitud 4,5 para las aplicaciones de teléfono móvil activadas por ShakeAlert y el sistema operativo Android. Para el sistema de Alertas Inalámbricas de Emergencia, un sistema gestionado por el Gobierno federal que emite un mensaje a todos los dispositivos móviles compatibles, es un terremoto de magnitud 5,0, ligeramente superior, ya que una alerta tan generalizada requiere una mayor probabilidad de daños relacionados con el terremoto.

"Hay mucho debate sobre dónde deben fijarse exactamente esos umbrales", dice Harold Tobin, director de la Red Sísmica del Noroeste del Pacífico. Algunos abogan por valores más bajos para que la gente se acostumbre a las alertas periódicas, pero otros recelan de que parezca que están poniendo el grito en el cielo: "Ése es el equilibrio".

Cuando se genera una alerta de terremoto inminente, los afiliados del USGS, como las compañías de telefonía móvil conectadas al flujo de datos de ShakeAlert, envían la alerta a todos los dispositivos compatibles, idealmente decenas de segundos antes de que lleguen los tipos dañinos de ondas sísmicas, dando tiempo a la gente para agacharse, cubrirse y aguantar hasta que el temblor se detenga.

Este modelo de alerta temprana de terremotos tiene varias ventajas, como ocurre no sólo en Estados Unidos, sino también en México, Japón, Taiwán y otros países. Un denso conjunto de sismómetros en tierra, algoritmos entrenados con abundantes datos del mundo real y un sistema bien integrado en la vida pública contribuyen a su eficacia. Las alertas también pueden desencadenar acciones automatizadas, desde la ralentización de los trenes hasta el cierre de procesos industriales, el tipo de acciones que "tendrán un impacto decisivo en la recuperación", dice de Groot.

Sin embargo, no es la panacea: las personas que se encuentren cerca del origen del seísmo no recibirán prácticamente ninguna advertencia. Y si el seísmo comienza en alta mar o en el subsuelo, la alerta sólo puede generarse cuando los sismómetros lo detectan por primera vez, y los sismómetros suelen estar situados donde hay mucha gente.

Las rupturas también pueden evolucionar de forma impredecible. Lo que en un principio puede ser de magnitud moderada puede aumentar drásticamente si un terremoto atraviesa barreras geológicas y desencadena rupturas en otras fallas, explica Zhe Jia, geofísico del Instituto Oceanográfico Scripps.

(Relacionado: ¿Cómo se miden los terremotos?)

Catástrofe colectiva

Sistemas como ShakeAlert pueden hacer maravillas, pero no todos los países disponen de una red sísmica completa en la que basarse. Google está probando otro modelo: el crowdsourcing de datos sísmicos.

Todos los teléfonos inteligentes actuales, incluidos los que utilizan el sistema operativo Android de la empresa, tienen acelerómetros que detectan el movimiento, incluidas las sacudidas sísmicas. Si un número suficiente de personas en una zona experimenta el inicio de un seísmo, sus teléfonos registrarán colectivamente ese inicio y transmitirán una alerta a los que estén más lejos.

El Sistema de Alertas de Terremotos para Android de Google utiliza redes sísmicas terrestres donde puede (como en California; Estados Unidos), pero la idea es ofrecer una alternativa que salve vidas en otras partes del mundo. "Es una forma muy interesante, potencialmente útil e importante de emitir alertas tempranas", afirma Tobin. "Todos llevamos sensores bastante sofisticados encima cada día, y el hecho de que haya miles de millones de esos dispositivos en el mundo (literalmente) significa que [habrá] suficientes de ellos aparcados en algún lugar estable, en un momento dado, para ser un detector fiable".

Pero Tobin añadió: "Me preocupa". El sistema de alerta de terremotos Android estaba en funcionamiento cuando un par de seísmos notablemente destructivos sacudieron Turquía y Siria en febrero de 2023, matando al menos a 55 000 personas. Aunque aparentemente se emitieron alertas a millones de personas en las regiones afectadas, no llegaron a la mayoría. El fallo es sorprendente: la mayoría de los habitantes de la región tienen teléfonos con Android y el seísmo se produjo por la noche, cuando están parados y son más sensibles al registro de ondas sísmicas.

Preguntado al respecto, un portavoz de Google dijo a National Geographic por correo electrónico: "Nuestro sistema detectó y envió alertas tanto de grandes terremotos como de muchas réplicas en Turquía". Tras señalar que el sistema de alertas de Google "no está diseñado para sustituir a ningún sistema de alerta oficial ni a otros sistemas de alerta pública", añadieron que "numerosos factores pueden afectar al hecho de que los usuarios reciban una alerta suplementaria, se percaten de ella o actúen en consecuencia", entre ellos la disponibilidad de Internet y el hecho de que la gente viera las alertas en mitad de la noche.

Sin embargo, sigue sin estar claro por qué tantas personas declararon no haber recibido estas alertas.

"El concepto es muy bueno", dice Tobin, "es prometedor, y hay una clara necesidad de este tipo de sistema en zonas como Turquía, que tiene un sistema sísmico terrestre decente, pero nada tan sofisticado como ShakeAlert": "Pero es muy importante decir que no se trata de una tecnología probada".

A investigadores como Tobin les preocupa que la gente pueda creer que el método de crowdsourcing a través del teléfono móvil es equivalente al modelo de matriz terrestre, lo que actualmente no es. Les preocupa especialmente que los gobiernos con poco dinero o poco caritativos acaben confiando en los teléfonos móviles en lugar de financiar y desarrollar su propio sistema al estilo de ShakeAlert.

Ambos modelos de sistemas de alerta temprana de terremotos se están mejorando, y ShakeAlert recibe un flujo casi continuo de actualizaciones de software y hardware. Sin embargo, incluso en sus mejores condiciones, siguen siendo "una herramienta más", afirma de Groot. Hay que cumplir las normas de construcción antisísmica y los ciudadanos deben saber cómo protegerse en los segundos que se les concedan.

La sismología sigue siendo una ciencia joven. La alerta temprana y la previsión de terremotos es "como la previsión meteorológica hace 100 años", dice Jia, y dar grandes saltos en este campo "requiere mucha paciencia". Pero el hecho de que existan sistemas de alerta temprana de terremotos demuestra lo lejos que han llegado los científicos, e indica los progresos que quedan por hacer.

"Siempre intentamos ampliar las fronteras", afirma de Groot.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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