Angiograma coloreado revela una obstrucción de la arteria coronaria izquierda que provocó un infarto.

Por qué aumentan los infartos entre Navidad y Año Nuevo

Con todos los viajes y el tiempo en familia, las vacaciones pueden ser agotadoras, especialmente para el corazón.

Las fiestas navideñas se asocian a un aumento tanto de las arritmias cardiacas como de los infartos de miocardio. Aquí, un angiograma coloreado revela una obstrucción de la arteria coronaria izquierda (en negro), que provocó un infarto.

Fotografía de James Cavallini, SCIENCE PHOTO LIBRARY
Por Rachel Fairbank
Publicado 27 dic 2023, 16:59 CET

Aunque las fiestas pueden ser la época más maravillosa del año, también pueden ser una de las más estresantes, especialmente para el corazón.

Además de los viajes, el tiempo en familia y las fiestas, las celebraciones también están relacionadas con un aumento de los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y los ritmos cardíacos irregulares. Este año, las fiestas pueden ser incluso más mortíferas de lo habitual al caer la Navidad en lunes, según un estudio presentado en la Sociedad Cardiovascular Británica a principios de año. Los autores del estudio descubrieron que el riesgo de sufrir un infarto era mayor los lunes, en comparación con otros días de la semana.

Se cree que este aumento de los problemas relacionados con el corazón es el resultado de múltiples factores, como un mayor consumo de alcohol, más estrés y cambios en la dieta, como comer más sal de lo habitual.

"El corazón no se toma vacaciones", dice Nick Ruthmann, cardiólogo de la Clínica Cleveland; "tu salud tampoco".

Esto es lo que saben los expertos sobre por qué las fiestas son especialmente estresantes para el corazón, y qué podemos hacer para reducir el riesgo de infartos, ictus y arritmias.

El síndrome del corazón en vacaciones se refiere al aumento de ritmos cardíacos irregulares, conocidos como fibrilación auricular, que se relaciona con un aumento repentino del consumo de alcohol. Como explica Ruthmann, se cree que el alcohol altera las células del corazón, provocando impulsos eléctricos irregulares que hacen que las cavidades cardíacas dejen de latir de forma sincronizada. Esto, a su vez, obliga al corazón a latir más deprisa, para compensar su menor eficacia. La disminución de la eficacia del corazón puede permitir que la sangre se estanque en las cavidades, formando coágulos que pueden viajar por el cuerpo y provocar un ictus.

El peligro de la fibrilación auricular es que, si se prolonga demasiado, puede causar daños permanentes.

"Cuanto más tiempo se está en fibrilación auricular, más posibilidades hay de sufrir un ictus o desarrollar debilidad cardíaca o insuficiencia cardíaca por tener latidos tan rápidos", dice Shaline Rao, cardióloga del NYU Langone Hospital en Estados Unidos, especializada en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca: "Son cosas que, cuando se detectan a tiempo, tenemos muchas posibilidades de prevenir y revertir".

Signos de fibrilación auricular

Para algunas personas, entrar en fibrilación auricular provoca síntomas perceptibles, como un corazón acelerado, latidos fuertes u omitidos, o mareos. Otras ni siquiera notan que algo va mal. En estas situaciones, puede ser útil contar con un dispositivo wearable, como Fitbit o Apple Watch, que pueda detectar ritmos cardíacos irregulares. Entre las personas con mayor riesgo de desarrollar fibrilación auricular se encuentran los adultos mayores de 65 años o con antecedentes familiares de esta enfermedad.

"Ningún wearable es perfecto todavía", dice Ruthmann, y añade que "la mayoría de las veces puede ser la primera y única prueba de que hay un problema".

Además de la relación entre la fibrilación auricular y el consumo de alcohol, se cree que hay otros factores que también pueden contribuir a esta afección. Algunos factores de riesgo relacionados con las vacaciones son el aumento del estrés, el incremento de sal en la dieta, cambios importantes en la actividad física, dormir mal u omitir dosis de medicación. La fibrilación auricular también puede aparecer tras un infarto de miocardio.

"Todos estos factores pueden aumentar sin duda el riesgo de fibrilación auricular en los pacientes", afirma Johanna Contreras, cardióloga y voluntaria de la Asociación Americana del Corazón.

(Relacionado: ¿Por qué están aumentando los infartos de miocardio en adultos jóvenes?)

Los infartos son especialmente mortales durante las vacaciones

Además del aumento de la fibrilación auricular (que está vinculada a un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares), las vacaciones de invierno también se asocian con un 15 por ciento más de riesgo de ataques cardíacos, lo que incluye un 37 por ciento más de probabilidades de desarrollar un ataque al corazón en Nochebuena.

"Entre Navidad y Año Nuevo muere más gente de infarto que en cualquier otra época del año", afirma Ruthmann.

Algunas de las razones del mayor riesgo de sufrir un infarto durante las fiestas están relacionadas con el mayor riesgo de desarrollar fibrilación auricular. Un infarto se produce cuando una obstrucción provoca una reducción del flujo sanguíneo al corazón, lo que puede dañar o destruir partes del músculo cardiaco. Este daño también puede provocar un ritmo cardiaco irregular, como la fibrilación auricular. Mientras tanto, los mismos factores de riesgo asociados al desarrollo de fibrilación auricular también están relacionados con el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. "Están entrelazados", afirma Sadeer Al-Kindi, cardiólogo del Hospital Metodista de Houston (EE. UU.).

Las probabilidades de morir de un infarto son mayores el 25 de diciembre, seguido del 26 de diciembre y el 1 de enero. Además de los factores de riesgo relacionados con las fiestas, suele haber reticencia a buscar atención médica.

"Durante las fiestas, la gente no quiere ir al médico", dice Rao. "No quieren pensar que algo va mal". Sin embargo, la espera puede tener consecuencias graves, como daños permanentes e incluso la muerte, si no se trata a tiempo.

Señales de alarma

Como señala la Asociación Americana del Corazón, algunas de las principales señales de alarma de un infarto pueden ser dolores en el pecho, dolor o molestias en la parte superior del cuerpo, como los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago, o dificultad para respirar.

Otros síntomas pueden ser náuseas, sensación de mareo o sudor frío. También es importante reconocer que los infartos de miocardio pueden tener un aspecto muy diferente en las mujeres, ya que son más las que declaran síntomas como falta de aire, náuseas o dolor de espalda o mandíbula.

Los síntomas de la fibrilación auricular pueden incluir un corazón acelerado, latidos irregulares, aleteo o latidos fuertes, sudoración, mareos o debilidad, desmayos, falta de aliento, cansancio fácil durante el ejercicio o dolores en el pecho. Algunos pacientes pueden no presentar síntomas. En ambos casos, es fundamental buscar atención médica de inmediato, ya sea llamando al 112 o acudiendo al servicio de urgencias más cercano.

Cómo pasar unas vacaciones saludables para el corazón

Para reducir el riesgo de desarrollar problemas cardiacos relacionados con las vacaciones, es útil dar prioridad a los hábitos saludables, como comer y beber con moderación, dormir las horas adecuadas y seguir una rutina de ejercicio sostenible. Para las personas que viajan, es importante recordar que hay qye tener en cuenta los medicamentos a la hora de hacer la maleta, incluyendo suficientes dosis adicionales para adaptarse a cualquier emergencia potencial o retrasos.

"Intenta, en la medida de lo posible, marcarte un ritmo y unos límites realistas", afirma Rao.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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